Un sujeto de apellidos Varela Rojas enfrentará un juicio por el asesinato en febrero de 2020 de Jehry Rivera, activista indígena del pueblo Bröran.
De acuerdo con la información enviada por el Ministerio Público, la decisión se tomó por parte del Juzgado Penal de Buenos Aires tras una audiencia preliminar realizada este lunes. La Fiscalía Adjunta de Narcotráfico y Delitos Conexos precisó que Varela Rojas es acusado de homicidio calificado, amenazas agravadas y portación ilegal de arma permitida.
Al conocerse la noticia, la Coordinadora de Lucha Sur Sur, que aglutina a una amplia gama de organizaciones indígenas y campesinas de la zona, recordó que el asesinato de Rivera se dio cuando, durante el 23 y 24 de febrero del 2020, en el territorio Bröran de Térraba se llevaba a cabo un proceso de recuperación de tierras, pero los recuperadores “fueron asediados, amenazados y agredidos por una turba de 150 personas, organizada por terratenientes que ocupan ilegalmente terrenos dentro de varios territorios de los Pueblos Originarios de la zona Sur”.
“Es en ese contexto que Jerhy Rivera fue asesinado, en defensa de su Pueblo y Territorio y ante la incapacidad del Estado de garantizar su vida e integridad”, reza un comunicado que añade que la resolución del Juzgado Penal es “un paso para que realmente se haga justicia en este caso”.
Pero recordó que “es indispensable que se haga justicia en el asesinato por razones políticas de Sergio Rojas Ortiz, Uniwak del Pueblo Bribri de Salitre y en las decenas de agresiones y violaciones de los derechos humanos contra los Pueblos Originarios que hasta hoy se mantienen impunes”.
Asesinato
La información del Ministerio Público apunta que al inicio de la investigación figuró como imputado un hermano de Varela, pero “durante el proceso de recolección y análisis de pruebas por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía, únicamente se logró vincular a un acusado” con el delito.
Por otra parte, se señaló que el caso se ha manejado con “abordaje especial” que toma en cuenta “los aspectos culturales propios del entorno en el que sucedieron los hechos”.
Particularmente, el Ministerio Público dice haber garantizado un “debido proceso intercultural”, que implicó brindar atención a víctimas y testigos dentro del territorio indígena. Ello implicó que el personal del Ministerio Público y del OIJ se movilizó varias veces a Térraba, Coto Brus y Corredores, “de modo que se garantizó el derecho de acceso a la justicia y una tutela judicial efectiva”, de las personas indígenas.
En cuanto a los detalles del caso, el Ministerio Público detalló que la noche del 24 de febrero de 2020, “cuando circulaban al menos 40 personas en ese sector”, algunas de ellas intentaron agredir a Rivera, “sin lograrlo”.
“No obstante, según la acusación, en medio de la muchedumbre, al menos tres personas no individualizadas sujetaron a Rivera, y, aprovechando su estado de indefensión, Varela, un indígena de la etnia boruca, utilizó un arma de fuego y disparó en dos ocasiones al ofendido”.
Esos disparos impactaron en el dorso y brazo izquierdo de Rivera, hiriéndolo mortalmente.
Después de los disparos, una mujer se acercó a Rivera y recibió amenazas de parte de Varela.
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