“El Estado es el responsable, porque nunca ha tenido la anuencia de hacer cumplir las leyes. Estamos como 500 años atrás, el único tesoro que nos queda son las tierras y nos lo quieren terminar de quitar para dejarnos definitivamente sin nada”.
No hay lugar a dudas en las palabras de Digna Rivera, madre de Jehry Rivera, activista indígena del pueblo Bröran, territorio de Térraba, asesinado hace exactamente un año en el contexto de una respuesta violenta a varios procesos de recuperación de tierras.
Su hijo fue atacado por una turba relacionada con usurpadores de tierra, murió de cinco tiros por la espalda, cuyo perpetrador admitió a las autoridades en los días siguientes el crimen.
“Es algo que todavía no puedo ni siquiera aceptar que sucedió. No veo a mi hijo, ni lo tengo. Es muy doloroso. Tal vez no porque se murió, sino en la forma que pasó y por qué pasó. Para mí ha sido un año difícil”, admitió.
Recordó el compromiso de Jehry por defender la naturaleza y por “valorar a los indígenas como personas, y a toda aquella persona no indígena que tenga la conciencia clara de qué es ser un ser humano, qué es tener derechos humanos y lo que podemos ser como humanos que somos. Lo que él buscaba era eso; juntos valorarnos, respetarnos, sentirnos con autoestima, aunque seamos olvidados por el gobierno, pero que nuestra autoestima este por encima de cualquier situación”.
Por su parte, Elides Rivera, tía de Jehry, apuntó que al momento del asesinato era una persona de mediana edad, “apenas 45 años, siempre estuvo inmerso en la lucha del territorio, siempre se identificó con su cultura, con la defensa del bosque y de nuestros recursos naturales, y por supuesto, de todo lo que tenía que ver con el territorio Bröran”.
Lo recordó además como “una persona que aspiraba a que Térraba tuviera otra forma de vida, no ser un pueblo como lo hacen ver, pobre, sino que realmente la riqueza de Térraba, sus bosques, su agua, su cultura, se diera a conocer” y añadió que, en los últimos diez años, se había dedicado a un emprendimiento turístico.
“fueron más de 200 personas, que van porque los llevan los finqueros de forma organizada, se les paga transporte, se les consiguen los camiones, se les suministra alcohol, dinero y son ataques pensados, organizados”, Digna Rivera.
“La policía no hizo nada”
Detalló que ya desde en 2013 Jehry fue víctima de una agresión física, por combatir una tala de árboles en la orilla de una quebrada. En otra oportunidad, sufrió otra agresión en la localidad conocida como Finca del Agua, “también ahí lo intentó agredir con un machete, el mismo (sujeto) que lo asesinó”.
Por eso para ella los acontecimientos de hace un año tuvieron su origen con gravedad desde el día anterior, 23 de febrero. Recordó que en ese momento se mantenía un proceso de recuperación en el sitio de Cancha Rayada, liderado por ella y por su hermana, pero decidieron salir de allí porque “éramos apenas 16 personas”, que se vieron asediadas por una turba de cerca de 400 personas, quienes “Llegaron con machetes, el que asesinó a Jehry iba entre ellos junto a su hermano”.
En esa oportunidad, relata, se encontraba con ellas Pablo Sibar, cofundador junto al también asesinado Sergio Rojas del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (Frenapi), y “gritaban que lo iban a matar, que lo iban a tasajear”.
Presintió lo peor, por eso reportó a la policía todos los rumores y amenazas que proliferaron a lo largo del día. “A Jehry lo asesinan arriba, cerca de la Finca del Agua”. Asimismo, indicó que la turba de los usurpadores “estaba como hormigas para atacar al pueblo, se lo encuentran ahí, y lo atacan”.
“La policía no hizo nada. Los alerté, les dije que por favor tomaran medidas más drásticas que la prevención… Sí, estuvieron todo el día en Térraba y no hicieron absolutamente nada, porque la gente no indígena siempre se movilizó en camiones llenos de personas que venían de afuera del territorio, pero en esos mismo camiones se movilizaban las personas no indígenas que viven dentro del territorio y que se movían en grupos por distintas partes, y la policía no hizo nada”.
La esperanza y la resistencia
Desde Ditsö, una de las organizaciones que ha dado acompañamiento a los procesos de recuperación de tierra indígena, Gustavo Oreamuno recordó que Jehry “siempre fue un luchador y siempre estaba pensando en proyectos e iniciativas que conservaran la riqueza cultural y natural del pueblo de Térraba y que ayudara a tener una vida más digna”.
Su asesinato no es casual, pues “se enmarca en un contexto de violencia contra los pueblos originarios, de violación de los derechos humanos de estos pueblos por el Estado costarricense […] el Estado no ha devuelto los territorios que pertenecen por ley a estos pueblos, no se ha hecho lo que llaman saneamiento territorial”.
Se trata de violencia “sistemática, constante, planificada”, pues puntualizó que además de los asesinatos de Rojas y Rivera, se han dado tentativas de homicidio, quemas de casas y de cultivos, amenazas de muerte, especialmente contra las mujeres, y golpizas.
En esa oportunidad todo fue organizado, ya que “fueron más de 200 personas, quienes van porque los llevan los finqueros de forma organizada, se les paga transporte, se les consiguen los camiones y se les suministra alcohol y dinero. Son ataques pensados y organizados”.
Observó que esa forma de actuar se repitió el 6, 7 y 8 de marzo en el territorio cabécar de China Kichá, y que ya en 2015 se dio un ataque parecido en el territorio bribri de Salitre. “Esto nos demuestra que hay una o varias organizaciones que hacen un trabajo de planificación y que hay autores intelectuales y materiales de todos estos hechos de violencia”.
Para Elides Rivera, este año cumplido “no lo vamos a vivir como un luto, como los usurpadores quieren que lo vivamos, sino que lo vamos a vivir como un año de esperanza… lo cierto es que los pueblos indígenas hemos vivido de esto, hemos vivido de la esperanza y de la resistencia, y nada nos va a opacar, vamos siempre a levantar esa voz que Jehry siempre levantó a la par nuestra, de nuestros hijos, a la par del pueblo, a la par de todos”.
A la espera de la justicia
El pasado 19 de febrero, a través de la oficina de prensa del Ministerio Público, la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico y Delitos Conexos informó que la causa 20-000108-0990-PE, sobre el asesinato de Jehry Rivera, “se encuentra en la fase final de investigación, lo que significa que ya se recabó toda la prueba útil y pertinente, y que la fiscalía se encuentra preparando el requerimiento final para ser presentado ante el Juzgado Penal”.
La información recibida añade que “una vez se concluya esa etapa, denominada intermedia, se podrá informar el tipo de solicitud que hará la fiscalía”.