Proveedores agropecuarios del Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) solicitaron a los diputados de la Comisión de Ingreso y Gasto considerar sacar de la Regla al Consejo Nacional de Producción (CNP), pues dicho programa representa la mayoría de sus recursos.
El PAI es un programa con el cual el Estado compra comida a más de 30 mil productores, principalmente de micro, pequeñas y medianas empresas agrícolas.
Según se quejaron la dirigente del Movimiento Agropecuario Nacional (MANA), Xinia López, y el gerente de la Cooperativa de Productores Agropecuarios de La Estrella de El Guarco, Luis Emérito Garita, la Regla Fiscal los mantiene en “zozobra” sobre si el CNP y los clientes institucionales -como las cárceles, escuelas públicas y hospitales- pueden pagar sus cuentas.
Tarcisio Mora de la empresa cartaginesa ADAPEX, afirmó que existen deudas a proveedores que suman ₡200, ₡300 o hasta ₡500 millones.
“Hemos tenido que hipotecar nuestros terrenos para poder pagarle al pequeño agricultor porque de eso viven los agricultores”, aseguró Mora.
De acuerdo con Xinia López, “En estos días, perdimos prácticamente todos los hospitales por la Regla Fiscal. Muchos no están entregando en la Caja y son los mayores compradores”.
Según dijo, los proveedores del PAI reconocen su labor social, por lo que defienden el presupuesto del CNP.
“Es un mercado de 200 mil millones anuales. ¿A quién de esas empresas gigantes (supermercados que no fueron mencionados en la Comisión, para evitar problemas legales) no se le hacen los ojos así? Y para nosotros, pequeños, es el único mercado que tenemos, junto con las ferias del agricultor”, aseguró López.
Los legisladores Francisco Nicolás y Carolina Delgado de Liberación Nacional se mostraron preocupados por la institucionalidad del CNP. La diputada del Frente Amplio, Sofía Guillén, citó un reportaje de UNIVERSIDAD en el que se detalló cómo fue que las familias agroproductoras perdieron ¢11.300 millones en ventas al Estado por impacto de la regla fiscal en el CNP.
Xinia López pidió que se proteja a los pequeños agricultores, de cara a una “crisis alimentaria severa” que ha anunciado la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
FAO recomienda proteger el PAI frente a la alta concentración de las cadenas de supermercados
El organismo internacional identificó que el 80% de los establecimientos en el país le pertenecen a tres cadenas de supermercados y que las compras estatales han resguardado a un sector agropecuario vulnerable a los impactos de un mercado altamente concentrado. El PAI es abastecido por más de 30 mil productores por medio de 362 organizaciones, de las cuales el 90% son micro, pequeñas y medianas, según datos del CNP.
“Podemos vivir sin un abogado, pero sin agricultor no”, aseguró la agricultora.
“No vamos a matar el perro para matar las pulgas”, afirmó la agricultora sobre el abordaje que ha hecho el Gobierno actual con el CNP.
Actualmente, esta institución pública carece de presidente ejecutivo pues Víctor Carvajal asumió el cargo de Ministro de Agricultura y Ganadería. En agosto, Carvajal dijo a UNIVERSIDAD que planeaba reformar el reglamento del PAI para acortar la cadena de intermediación en los productos de mayor consumo. Esto para asegurar los pequeños y medianos productores obtuvieran los contratos con el CNP.
Luis Emérito Garita afirmó que “si no fuera por el PAI y el CNP, nosotros no tendríamos mercado. Hemos buscado por fura, en la parte hotelera, restaurantes, todo lo que podemos buscar lo hemos hecho”, pero los grandes compradores ya tienen relación con otras empresas.
Por ejemplo, Garita explicó que en cadenas de supermercados a los agricultores se les pide una certificación de las normas de calidad ISO “que vale miles de dólares” y no pueden pagar.
Familias agroproductoras perdieron ¢11.300 millones en ventas al Estado por impacto de la regla fiscal en el CNP
Aunque las instituciones demandan los productos y el CNP es autosuficiente financieramente, la regla fiscal le impide a la institución comprar más alimentos por lo que terminan rechazando a nuevos clientes y ventas. CNP estima que esto se agravará en el 2022.
