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Precio al que industrias compran arroz en granza al productor nacional podría aumentar entre un 15% y 20%

Antes de la Ruta del Arroz, las industrias pagaban alrededor de ₡27.253 por saco de 73,6 kg de arroz en granza nacional seca y limpia y ahora están pagando entre ¢19.500 y ¢21.500 por saco, dependiendo de la calidad.

¿Qué pasará con el precio al que las industrias (molinos) nacionales compran el arroz en granza a los productores nacionales después de que un Tribunal ordenara suspender el decreto que redujo los aranceles de importación al arroz?

Esto dependerá de lo que puedan negociar los productores nacionales con las industrias que les compran arroz en granza (grano con cáscara que es la materia prima del arroz).

Sin embargo, Leiner Vargas Alfaro, catedrático y coordinador del núcleo de investigación en Regulación y Políticas Públicas del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE) de la Universidad Nacional (UNA), explicó que el precio al que compran la granza al productor nacional podría subir entre un 15% y un 20%.

“Va a depender mucho de si los productores logran acuerdos con las piladoras, para aumentar el precio. No pensemos que será del 30%; podría andar entre el 15 y el 20%”, dijo Leiner.

Esto dependerá del tamaño del productor, del tipo de productor y de la cercanía o relación entre el productor y el industrial, consideró Vargas. “La dinámica del mercado estaría mucho más presente, sobre todo en el mercado de granza” agregó.

Por su parte, Fernando Araya,  director ejecutivo de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), señaló que “los productores arroceros seguirán recibiendo precios por la granza producida, según negociación con las agroindustrias utilizando la referencia del precio de  importación”.

El precio al que se paga la granza nacional

El 2 de abril, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda acogió una medida cautelar y suspendió el Decreto 43642 MAG-MEIC-COMEX “Modificación de los Derechos Arancelarios a la Importación de Arroz en Granza y Pilado”, que redujo el arancel de importación del arroz de 35% a un 4% en el caso de arroz pilado y de un 35% a un 3,5% en el caso de arroz en granza, emitido por este Gobierno el 3 de agosto de 2022.

Desde que la administración Chaves Robles redujo los aranceles de importación al arroz, el volumen de las importaciones de arroz en granza aumentó al menos en un 477%, según muestran datos del sistema Tecnología de Información para el Control Aduanero (TICA) del Ministerio de Hacienda.

La reducción de los aranceles de importación generó que las industrias prefieran abastecerse masivamente con grano importado, por lo que no le garantizan a los productores nacionales espacio de almacenamiento en silos para su arroz, ya que están llenas. Además, los productores que puedan entregar su arroz a las industrias no reciben un precio justo que les permita cubrir los costos de producción porque las industrias se lo reciben al precio que pagan por el arroz importado con arancel reducido.

Antes de la Ruta del Arroz, en el país funcionaba un esquema de fijación de precios de arroz —el que paga el consumidor y el que se paga al productor— que se negociaba entre los ministerios de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y Agricultura (MAG), la Conarroz y los industriales (que procesan y empacan el grano que les entregan en granza los productores). En marzo de 2022, las industrias pagaban ₡27.253 por saco de 73,6 kg de arroz en granza seca y limpia.

Sin embargo, la administración Chaves Robles también firmó el Decreto No 43643 MEIC, que eliminó ese esquema de fijación de precios.

Actualmente las industrias están pagando entre ¢19.500 y ¢21.500 por saco, dependiendo de la calidad.

Por eso se pronostica que al volver el arancel a un 35%, aumentará el precio al que las industrias compran el arroz pilado y en granza importado, y esto generaría un aumento en el precio al que les compararán el arroz en granza al productor nacional. No obstante, como ahora el mercado de la granza es un mercado abierto, va a depender de la dinámica de ese mercado, aclaró Vargas.

Araya declaró que, antes de la Ruta del Arroz, “el sistema siempre funcionó adecuadamente basados en una regulación del precio que le garantizaba al productor un pago justo por su cosecha, salvo cuando por intervenciones políticas se retrasaban las actualizaciones”.

“Sin un mecanismo que permita esto, el productor arrocero está destinado a desaparecer del entorno productivo. De ahí la importancia del apoyo a Fonarroz”, destacó Araya.

En la Asamblea Legislativa, diputados de cinco fracciones impulsan un proyecto de ley que crea el Fondo de Competitividad y Auxilio Arrocero (Fonarroz), que busca garantizar una cantidad mínima de hectáreas de arroz de alto valor nutricional en el país, para atender la demanda interna y la seguridad alimentaria.

Revertir el “apagón en la producción”

Los decretos de la Ruta del Arroz generaron la quiebra de 331 personas productoras de arroz. Se calcula que la región Chorotega ha sido la más afectada y que se han perdido 18.000 empleos asociados a la producción arrocera en este periodo, según Conarroz.

Vargas indicó que la suspensión del decreto que redujo los aranceles a la importación y un eventual aumento en el precio al que se compra la granza nacional podría generar que entre 100 y 150 productores arroceros vuelvan a la actividad.

“Podría haber una reactivación en la producción, sobre todo en las zonas más productivas. Hay que recordar que cuando se deja de producir hay toda una serie de costos, maquinaria, equipos, tierra, trabajadores y regresar a la producción no es tan sencillo; pero como no es tan largo el periodo en que ha habido este apagón en la producción, podríamos tener un retorno. Yo diría que alrededor de la mitad de lo que se ha perdido se podría recuperar, siempre y cuando hayan acuerdos entre productores y empresarios del pilado de comprar esa granza”, dijo Vargas.

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