Después de que un tribunal dictara una medida cautelar que suspendió el decreto que redujo los aranceles de importación de arroz, analistas consultados afirmaron que, por la lógica del mercado, se prevé que las industrias y las comercializadoras que han importado arroz podrían aumentar el precio al consumidor hasta un 35%; pero esto dependerá de la dinámica de la competencia.
Cabe recordar que la administración Chaves Robles también derogó -como parte de la Ruta del Arroz – el mecanismo de fijación de precio del arroz, que permitía al Gobierno controlar cuánta ganancia o utilidad obtienen los supermercados y las industrias que procesan y empacan el arroz por sobre el precio que cobran a los consumidores.
Por ejemplo, la empresa importadora de arroz pilado, Maquila Lama, emitió un comunicado “lamentando que el precio del arroz inevitablemente tenga que subir para el consumidor”.
“Por ahora tenemos importantes inventarios que seguiremos vendiendo al consumidor con los precios bajos que tienen en la actualidad, pero dentro de unas semanas cuando hagamos las nuevas compras, ya estas reflejarán los costos más elevados y esto perjudicará a los consumidores, principalmente a las familias de escasos recursos”, dijo Juan Carlos Sandoval, gerente general de Maquila Lama, la principal importadora de arroz.
El 2 de abril, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda acogió una medida cautelar y suspendió el Decreto 43642 MAG-MEIC-COMEX “Modificación de los Derechos Arancelarios a la Importación de Arroz en Granza y Pilado”, que redujo el arancel de importación del arroz de 35% a un 4% en el caso de arroz pilado y de un 35% a un 3,5% en el caso de arroz en granza, emitido por este Gobierno el 3 de agosto de 2022.
Leiner Vargas Alfaro, catedrático y coordinador del núcleo de investigación en Regulación y Políticas Públicas del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE) de la Universidad Nacional (UNA), explicó que la suspensión del decreto significaría que todas las industrias y las comercializadoras que han importado arroz y aún tienen existencias, podrían aumentar el precio hasta un 35%; pero ese porcentaje va a depender de la dinámica de la competencia.
“Reponer esas existencias a las industrias y a las comercializadoras les va a costar hasta un 35% más. Esa dinámica indicaría que el precio del arroz tendería a subir”, dijo Vargas.
Según datos provistos por Fernando Araya, director ejecutivo de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), “existe un inventario de arroz en granza por parte de las agroindustrias que generalmente ronda entre cuatro y seis meses”.
Este mismo argumento lo explica el economista Vargas, quien recalcó que “hay suficiente producción en el país; hay suficiente arroz”; pero que “los comercializadores del arroz no van a querer vender a menos que el precio suba y eso probablemente va a ocurrir porque el mercado está abierto”.
“En este momento el mercado es libre y los precios se determinan digamos que por decisiones entre los productores y las grandes empresas comercializadoras”, aclaró Vargas.
Este Gobierno también firmó el Decreto No 43643 MEIC, que eliminó el esquema de fijación de precio del arroz por parte del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), Conarroz, industriales y productores. Esta regulación mitigaba los efectos que tenía en su momento el precio internacional; pero al eliminar ese mecanismo, ahora prevalece un esquema de oferta y demanda, donde mandan las condiciones internacionales que imperen.
Precio está aumentando desde setiembre
Los productores nacionales de arroz llamaron la atención varias veces que con el decreto que emitió esta administración, que redujo los aranceles de importación al arroz, el precio del grano al consumidor debió haber bajado al menos en un 30%; pero no fue así.
Como ha reportado UNIVERSIDAD, entre agosto del 2022 y agosto del 2023, hubo múltiples bajas intermitentes no significativas de entre -0.02% y -0,39%, con excepción de la de marzo del 2023 de -1,95% que fue su disminución mensual máxima. En conjunto, sumaron una caída interanual máxima del -3,40% en agosto del 2023, lejos de la importante rebaja de costos por la reducción arancelaria del 31%.
Ahora, el precio del grano está subiendo desde setiembre del año pasado. Durante noviembre registró una variación mensual de 0,64%; en diciembre se registró un aumento de un 1,36%; y en febrero de este año de 3,76%, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
