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Ministro Luis Amador menciona como opciones para frenar impacto de oleaje en Caldera las propuestas del LIMF incluidas en informe del LanammeUCR

El ministro aprovechó hoy para criticar al Lanamme. “Ahí es donde uno se pregunta ¿para qué sirve el Lanamme? Criticar es muy sencillo, dar soluciones es un poco más complicado”.

El ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, mencionó este viernes como opciones para resolver el problema de la afectación de la ruta 23 en Caldera construir ocho espigones perpendiculares a la playa; construir dos diques exentos y dos perpendiculares a la playa; o reubicar el sector de la carretera afectado por el oleaje.

Amador presentó hoy en conferencia de prensa, los estudios y diseños que están realizando para darle una solución definitiva a esta problemática.

Las propuestas de solución mencionadas por el ministro están incluidas en el informe “Evaluación de Ruta Nacional 23”, presentado a la prensa hoy por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (LanammeUCR) y en el informe “Dinámica Litoral y Propuesta de Actuación para la Estabilización de Playa Caldera”, realizado por el Laboratorio de Ingeniería Marítima y Fluidal (LIMF) de la UCR en el 2013.

La ruta 23 es un corredor fundamental con la zona del Pacífico del país, al unir la ruta 27 y el Puerto de Caldera con la ruta 1, y ha estado sufriendo los efectos de la erosión marina con mucha mayor intensidad en los últimos meses. Esta susceptibilidad ya había sido advertida por el Lanamme desde el 2013.

En julio pasado, el MOPT colocó rocas de entre 5 y 7 toneladas de peso, así como otras de entre los 200 y los 400 kilogramos a lo largo de unos 200 metros en el sector más afectado de la ruta 23, como medidas paliativas para proteger la carretera.

“Esta es la forma en la que estamos, de manera rápida, atendiendo la protección de la calle”, dijo Amador; pero agregó: “a ver, el océano nadie lo controla y lo que hemos hecho es proteger la carretera; pero en el sector van a seguir habiendo problemas”.

Aclaró que las rocas están frenando el efecto que pudo haber tenido la marea sobre la socavación de la carretera y que lo que se pudo haber socavado la carretera fue recuperado con relleno de material que se hizo antes de colocar la protección de las piedras.

“Sabemos que esta no es la solución definitiva; pero era la más rápida”, añadió.

“La carretera sigue intacta”, aseguró el jerarca y mencionó que con respecto a la población afectada en la zona se han hecho coordinaciones con el Ministerio de Vivienda para que valore una posible reubicación de las familias.

Según indicó el ministro, la semana pasada se le solicitó a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) recursos para colocar rocas en otras áreas pendientes de ser cubiertas.

El ministro reiteró que esto es paliativo porque se sabe que, por efecto climatológico, el oleaje seguirá creciendo, con olas de hasta 4 o 5 metros.

Sobre  las posibles soluciones, Amador señaló que hay seis o siete propuestas. Una es construir ocho espigones perpendiculares a la playa, para romper el oleaje y que no llegue con tanta fuerza. Otra es construir un dique exento y dos perpendiculares a la playa; o reubicar el sector de la RN 23, afectado por la dinámica del oleaje.

“Ahí la solución definitiva son las estructuras que mostré, porque esas se van mar adentro y cambian el efecto del oleaje; lo alteran”, señaló.

Amador explicó que actualmente están haciendo simulación con software, modelos a escala y estudios marítimos para ver cuál es la solución definitiva y ver cómo se puede financiar. “Esto no es barato, son $10, $15 millones”, agregó.

Ante consulta de UNIVERSIDAD, Amador dijo que los estudios pueden tardar unos cuatro meses más, pero la pregunta es de dónde sacar los recursos para financiarlo. “Hay que ver si nos prestan plata, si se adiciona a la concesión de la ruta 27, si se le da a un nuevo concesionario, si se une como parte del segmento Barranca-Limonal”, mencionó; por lo que en este momento no se puede dar fecha sobre el inicio de esas obras.

“¿Para qué sirve el Lanamme?”

Cuando se le consultó al ministro su reacción frente al informe presentado hoy por el Lanamme, Amador respondió: “No conozco el informe del Lanamme; pero igual me voy a atrever a decir lo siguiente. Es muy fácil ver una carretera que por efecto del oleaje se está deteriorando y criticarla”.

“Me gustaría saber si el informe del Lanamme ya tiene los diseños y el costo y el presupuesto de posibles soluciones; estoy casi seguro que ese no es el caso. Ahí es donde uno se pregunta ¿para qué sirve el Lanamme? Criticar es muy sencillo, dar soluciones es un poco más complicado. No lo conozco”, declaró Amador.

El informe del Lanamme fue enviado al ministro Amador, y a varias otras autoridades de Gobierno, el pasado 1 de setiembre, según el oficio EIC-Lanamme-802-2023.

Ante ello, Lanamme respondió a través de prensa que “las recomendaciones que da LanammeUCR buscan aportar sustentos técnicos necesarios para llegar a una solución de los problemas que enfrentan los proyectos de obra pública, pero es a la administración a la que sí le corresponde por mandato constitucional y en virtud de su naturaleza ejecutar los proyectos. Para poder solucionar los problemas de infraestructura pública, es necesario conocer las causas de estos problemas para evitar reconstruir la vulnerabilidad y eso sí es uno de los roles que tiene el LanammeUCR como fiscalizador”.

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