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Foro Asamblea Legislativa: Petróleo es mal negocio y enorme riesgo ambiental

Foro organizado por despacho de diputada Katya Cambronero analizó las realidades económicas y técnicas ante la insistencia de sector empresarial de posibilitar la exploración y explotación en Costa Rica.

Los pretendidos beneficios económicos que podría generar al país abrirse a la exploración, explotación y eventual exportación de petróleo, palidecen ante las negativas consecuencias de la dependencia que la actividad genera en la actividad económica de un país.

Por otra parte, la inminente ocurrencia de derrames, aún cuando sean muy esporádicos, acarrea consecuencias a perpetuidad sobre los ecosistemas, algo de peso significativo en un país como Costa Rica que ofrece una alta biodiversidad.

Así lo explicaron personas expertas que participaron en el foro “Desterrando mitos: la verdad sobre exploración y explotación del petróleo y gas natural en Costa Rica”, organizado el pasado miércoles, por el despacho de la diputada Kattia Cambronero, del Partido Liberal Progresista (PLP).

Al presentar la actividad, la diputada dijo que la idea es ofrecer un análisis “no desde una perspectiva solamente ideológica, sino desde una perspectiva técnica, económica que nos permita entender cuáles podrían ser los impactos de la exploración y explotación petrolera en el país”.

“Costa Rica se está debatiendo entre seguir fortaleciendo el legado de protección y desarrollo sostenible creado por nuestros antepasados, o iniciar un retroceso ambiental impulsando la absurda idea de explorar petróleo y gas natural”, dijo. Cabe recordar que la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) planteó a Rodrigo Chaves que se abriera el país a la actividad.

También es menester mencionar que el diputado oficialista, Manuel Moralesi planteó un proyecto de ley para declarar al país libre de exploración y explotación petrolera, el cual fue bombardeado con un número desmesurado de mociones por el partido Nueva República, que se hizo eco de la Uccaep.

“Nada puede ser más antinatural a nuestra identidad nacional que pensar en la destrucción de los ecosistemas para emprender una aventura”, sentenció Cambronero.

Entre las participaciones en el foro se puede destacar la de Alexander Dodge, profesor de geografía económica de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, quien ofreció una presentación titulada “Petróleo, riqueza y activos varados”.

En resumen, el académico explicó que fue hace 55 años cuando se descubrió petróleo en ese país, pero su explotación para exportar inició en 1971. En ese momento se creó una empresa estatal que aún funciona, la cual es dueña mayoritaria de todos los pozos y se obligó a las empresas extranjeras que quisieron participar a cooperar con transferencia tecnológica. Además aclaró que ese país ya contaba con buenos índices económicos en ese momento.

Pero de mayor relevancia fue su explicación de lo que llamó la “maldición del recurso”: una mayor dependencia de las exportaciones de petróleo en promedio se relaciona con un menor crecimiento para los países exportadores de petróleo, pues la volatilidad de precios perjudica la estabilidad económica y fiscal. A largo plazo, un incremento del 10% en la cuota de exportación de petróleo se asocia a una reducción del PIB per cápita, según dijo.

También citó el fenómeno económico conocido como el mal holandés, que se da cuando el desarrollo de un sector específico de la economía se salda con la disminución de otros sectores. “Las ganancias no esperadas por el petróleo producen inflación, lo cual afecta el tipo de cambio y con ello las exportaciones no relacionadas con el petróleo se hacen más caras y menos competitivas internacionalmente. Además el capital de inversionistas y la mano de obra calificada son absorbidos por la actividad y entonces la economía se hace más dependiente de esa actividad”, explicó.

Para evitar eso, Noruega adoptó una política de asegurar un ritmo muy moderado de desarrollo del sector, para dar oportunidad a otros sectores de la economía, como proveedores de bienes y servicios, que se pudieran adaptar.

Sin embargo esa política se abandonó en los año 90 y ahora el contexto actual es adverso a la actividad. Según explicó, “la buena gobernanza del petróleo requiere planeamiento de acuerdo con un horizonte de desarrollo a largo plazo”, pero se trata de un sector que “requiere ser rápida y progresivamente reducido”, por temas como el cambio climático, pero “moderar el ritmo de extracción implica aumentar el riesgo de que las reservas se conviertan en activos varados”.

Los activos varados son aquellos que pierden su valor antes de cumplir con su esperada vida útil. Es decir, invertir en petróleo puede significar groseras pérdidas si ante la velocidad con que se debe dejar de usar, no se puede llegar a explotar las reservas halladas.

Otra intervención importante fue la de Andrés Gómez, ingeniero en petróleo colombiano, coordinador para Latinoamérica y el Caribe del Tratado para la no Proliferación de Combustibles Fósiles.

El especialista fue enfático al aseverar que “no hay explotación de hidrocarburos sostenible, sustentable” y al respecto entre otras cosas mencionó los impactos geológico y físicos que pueden darse por el uso de explosivos.

Además, aseguró que “siempre donde se exploten hidrocarburos, sea petróleo o gas, habrá derrames, necesariamente”.

Añadió que “aunque sean pequeños en porcentaje de lo que significa la explotación, producen unos efectos gigantescos”. Al respecto citó la explosión de la plataforma petrolera Deep Water Horizon en 2010 en el golfo de México.

Destacó en un mapa el tamaño de la afectación de ese derrame y subrayó que la contaminación deja “efectos a perpetuidad que se quedarán en la naturaleza, por la misma condición de los hidrocarburos y de su composición van a persistir durante mucho más tiempo del que pueden persistir las plataformas petroleras o la misma industria y nuestra sociedad”.

También citó un desastre reciente ocurrido en Colombia, en 2018, sobre la quebrada La Lizama, ubicada en el departamento de Santander. “Por la mala operación de abandono del pozo por parte de la empresa petrolera colombiana Ecopetrol, se genera un derrame de inmensas proporciones”.

Además se refirió al tema del gas y apuntó que existe un “mito general que utiliza la industria de los fósiles, que el gas puede ser transición”. Señaló que el metano, que es el principal gas fósil, tiene 86 veces más capacidad de generación de calentamiento global que el dióxido de carbono.

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