País Refuta afirmaciones del gobierno de que es "impagable"

Álvaro Ramos sobre deuda del Estado con la Caja: “De que se puede pagar la deuda, se puede pagar”

El ex presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Álvaro Ramos Chaves, contradijo el discurso del presidente Rodrigo Chaves y sus  ministros en cuanto a que la deuda que tiene el Estado con la institución es “impagable”  y considera absurdo que se plantee el tema como si se tuviera que pagar de un día para otro.

“Si la deuda del país es 60% del PIB y la de la caja es 6% del PIB, ¿por qué sí se puede pagar la deuda del 60% del PIB y la de la Caja no?”, cuestionó.

Durante su corta gestión, presentó un plan que incluía hacer un arreglo de pago a 10 años para hacerle frente a la gran deuda Estado-Caja.

“Pero si no querés pagar, no querés pagar; pero de que se puede pagar la deuda, se puede pagar”, recalcó.

Ramos insistió en que las afirmaciones realizadas por las autoridades de que desde hace 25 años los egresos en la Caja superan los ingresos no se sostienen, al tiempo que mostró datos de cómo en los últimos siete años los ingresos corrientes han superado los egresos corrientes, mientras que las reservas han crecido constantemente desde 2015.

El economista hizo las afirmaciones la tarde del jueves en el conversatorio “Informes económicos de la Caja y sostenibilidad financiera”, organizado por el Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname).

Antes de ocupar la presidencia ejecutiva de la Caja entre mayo y setiembre de 2022, Ramos se desempeñó como superintendente de la Superintendencia de Pensiones (Supen), investigador del Banco Central, consultor internacional, viceministro de ingresos de la administración Chinchilla Miranda, y perito en financiamiento de la protección social, entre otros.

Ramos se refirió a las “peculiares acusaciones de la semana pasada” y expuso sobre “las más extrañas de todas”.

El pasado 14 de junio, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, y la presidenta ejecutiva de la Caja, Marta Esquivel, pusieron en duda la sostenibilidad financiera de esta institución, alegaron que los ingresos que recibe son menores que los egresos; señalaron que el modelo de atención universal de salud era inviable e hicieron un recuento de denuncias que se han conocido desde atribuyéndolas a “administraciones irresponsables”, “cifras maquilladas” y “despilfarro”.

Con respecto a la situación financiera de la Caja, Ramos mostró gráficos y cifras que exponen cómo los trabajadores asegurados siguen creciendo y sobre pasan los niveles previos a la pandemia. En marzo de 2020 eran 1.805.759 y a diciembre de 2022 se estimaban en 1.907.942.

También apuntó a que la morosidad patronal es muy baja y aunque en febrero de 2021 alcanzó 2,01%, en noviembre de 2022 fue de 1,10%.

“Por lo menos en los últimos siete años, los egresos corrientes han superado los ingresos corrientes, y como corolario, las reservas crecieron”, demostró Ramos.

Las reservas acumuladas del Seguro de Salud pasaron de ¢286.093 millones en 2015 a ¢1.447.879 en 2022.

 

“Están midiendo cosas diferentes”

Ramos se refirió a las imágenes presentadas por Marta Esquivel la semana pasada en la conferencia de prensa en Casa Presidencial.

“Afirman que los datos financieros no calzan y se contradicen. Esta es una información extraordinariamente peligrosa. Mostrar el superávit de la liquidación de presupuesto, mostrar el superávit en estados financieros y mostrar flujo de caja y decir que porque no coinciden hay algún tipo de problema de contabilidad, es una información falsa”, destacó.

Ramos lo explicó con el siguiente ejemplo. Si la Caja adquiere $1 millón en acetaminofen, en la contabilidad presupuestaria entra como gasto de operaciones, en los estados financieros entra como inventario y en el momento de cierre al final del año, los montos van a quedar diferentes, a menos que se haya gastado todo el inventario.

“Aquí hay un grave error conceptual en pretender que porque uno dice una cosa y el otro otra cosa, hay un error. Están midiendo cosas diferentes”, señaló.

Asimismo, aclaró que cuando se habla de flujo de caja se refieren al efectivo. Cuando la gerencia financiera o la gerencia de pensiones tienen algún excedente de flujo de efectivo, típicamente lo tiene que invertir en algún activo financiero temporal hasta que requieran usarlo, por lo que pasa a lo que se llama provisiones y reservas.

“No hay ninguna contradicción. Son solo tres metodologías. Cada una da una faceta diferente de la situación real de los números financieros de la Caja”, demostró.

 

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