“Eran dos contextos muy diferentes, uno era técnico y el otro era político”. Así explicó la diputada del Partido Liberación Nacional (PLN), Yorleny León, por qué fue la única congresista verdiblanca que votó negativamente la polémica moción con la que se acordó solicitar que se suspenda la divulgación de un protocolo para prevenir el suicidio desde las aulas.
Para la diputada, se mezcló el protocolo con la molestia que existe entre varios diputados por un “muy irresponsable” tuit del ministro de Educación, Edgar Mora, algo que —desde su punto de vista— no era conveniente para analizar la pertinencia o no del instructivo.
“Básicamente eran dos asuntos diferentes. Un asunto son las declaraciones del ministro a través del tuit, con las cuales por supuesto no estoy a favor, y otro era el asunto del protocolo, que es un asunto meramente técnico. La moción mezclaba ambas cosas”, afirmó, no sin antes mencionar que la decisión la tomó a sabiendas de que no existía una línea de partido.
“Yo le puedo hablar de mi posición. No había línea al menos en el caso de nosotros (PLN). Cada uno tenía la libertad de votar como quisiera hacerlo”, comentó.
Sobre la decisión de sus compañeros, fue cauta. Al respecto, dijo que “será cuestión de cada uno de ellos decir si se extralimitaron o no”. “Yo no puedo calificar al resto. Yo sólo puedo hablar en términos míos y a mí me pareció que había una confusión en esa moción”, comentó sobre ese tema.
De cualquier manera, la diputada fue contundente en su posición contra el ministro Mora, a quien recriminó por “cometer reiteradamente acciones imprudentes para su investidura”.
40 diputados, incluidas las bancadas de la Unidad Social Cristiana (proponente), Restauración Nacional, Republicano Social Cristiano, Integración Nacional y Liberación Nacional, con excepción de León, votaron en favor de solicitar la suspensión del protocolo al Ejecutivo; en una exhortativa al presidente Alvarado para que llamara la atención al ministro Édgar Mora.
Los congresistas aceptaron pedir la suspensión a pesar de las intensas críticas de los diputados oficialistas y de José María Villalta, quienes señalaron en reiteradas ocasiones que el instructivo era el resultado de un proceso de varios años de trabajo y que su discusión no debía mezclarse con la reciente polémica.
Sobre su comentario, el ministro expresó posteriormente sus disculpas y que apuraría la distribución del Protocolo de atención a la población estudiantil que presenta lesiones autoinfligidas o en riesgo por tentativa de suicidio; sin embargo, ese gesto sólo reactivó la discusión y los congresistas lo analizaron como una movida meramente política.
Así mismo, cuestionaron la validez del protocolo y las fuentes consultadas para realizarlo como motivo para pedir su suspensión, a pesar de que era el resultado de un trabajo interinstitucional que inició desde el año 2017.
El ministro Mora no es del mayor agrado entre los diputados de la nueva Asamblea Legislativa, una nómina mayoritariamente conservadora en la que no ha calado favorablemente la posición del ministro Mora en temas como la defensa de una educación laica.
