Productores de arroz y agroindustrias donaron más de 2 mil kilos de arroz a familias de escasos recursos el pasado miércoles en celebración de San Isidro Labrador, patrono de los agricultores, comunicó la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz).
El arroz donado fue entregado a la Pastoral Social Caritas, la cual atiende más de 60 mil personas en pobreza y pobreza extrema.
La donación fue un promesa hecha por los productores hace tres meses cuando, ante la negativa de compra del CNP de su cosecha, protestaron descargando un camión de arroz frente al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
El CNP confirmó a UNIVERSIDAD que este verano no le comprará la cosecha a los pequeños productores de Guanacaste, porque tiene suficientes existencias y la regla fiscal le impide atender más instituciones, contrario a lo prometido por el presidente Rodrigo Chaves.
En agosto -cuando se anunció la Ruta del Arroz- Chaves prometió que el CNP compraría la cosecha de los micro, pequeños y medianos productores para abastecer al Programa de Abastecimiento Institucional (PAI), pero la institución ya estaba asfixiada con la regla fiscal y el Ejecutivo no había introducido aún un proyecto que le liberara sus ingresos propios.
Tras la aprobación de la Ruta del Arroz, el área sembrada cayó un 35% “algo nunca antes visto” dijo el director ejecutivo de Conarroz, Fernando Araya , pasado 28 de febrero Conarroz ante la Comisión de Asuntos Agropecuarios.
“La Ruta del Arroz nos tiene en la quiebra, pero no por eso debemos hacer a un lado la solidaridad, esta donación es muestra de los valores que caracterizan a los arroceros nacionales. No queremos que el arroz nacional, el de mejor calidad, falte en la mesa de ningún costarricense” dije Álvaro Meza, productor de Guanacaste, en el comunicado.
La Ruta del Arroz impulsada por el Ejecutivo rebajó por decreto el pago de aranceles de la importación del arroz con el propósito de bajar los precios del arroz, pero Conarroz advirtió que este efecto no se consiguiría y que empujaba a la actividad arrocera nacional a su desaparición.
En enero, cinco meses después de la firma del decreto, los importadores ya habían dejado de pagar ¢7 mil millones en impuestos, pero los precios no habían bajado.
Chaves dijo a inicios de febrero que de no bajar los precios consideraría regular los márgenes de ganancia, pero el día de ayer en conferencia de prensa se desdijo y prometió nunca regular precios.
