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Minae usaría fondos de cooperación internacional para descontaminar Crucitas de mercurio

Según el Minae, desde el 2020, los niveles de mercurio detectado en agua, peces y sedimentos de la zona de Crucitas tienen una tendencia a la baja.

El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) valora utilizar recursos provenientes del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés) para implementar un proceso de bioremediación del mercurio, con el que durante años se ha contaminado la zona de Crucitas, en Cutris de San Carlos, por la minería ilegal.

Así lo señaló el viceministro de Energía Ronny Rodríguez, quien explicó que las autoridades del Minae realizan labores de contención en la zona, coordinando con otras instituciones para incautar el mercurio y reducir su uso.

“Estamos muy avanzados con fondos del GEF para hacer a junio de este año la valoración de la mejor alternativa, ya sea bioremediación o hasta bioprocesamiento para recuperar el mercurio, de manera científica y con una práctica que no sea peor que lo que existe”, dijo Rodríguez. El jerarca agregó que requieren definir el estudio y los fondos para llevar a cabo un proceso que ayude a descontaminar la zona.

Rodríguez hizo estos señalamientos ante la Comisión Especial de la Provincia de Alajuela, el jueves en la noche, donde se refirió a la extracción ilegal de oro en Crucitas.

Después de que fracasara la iniciativa de Industrias Infinito por establecer una mina de oro a cielo abierto en Crucitas, en la región de Cutris se ha dado invasión de minería ilegal que ya se tradujo en contaminación de las fuentes de agua de varias comunidades, e incluso se ha registrado personas con niveles de mercurio por encima de lo recomendado en la sangre.

Por su parte, Diego Vincenzi, jefe de despacho del Ministro de Ambiente, destacó que durante la pandemia algunos sitios de la zona donde hubo extracción lograron recuperarse, ya que se redujo la minería.

Desde el 2018, el Minae, en conjunto con el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional (UNA), realiza muestreos aleatorios y anuales del suelo de la zona.

Según Vincenzi, desde el 2020 los niveles de mercurio que aparecen en los muestreos en el agua, biota (peces) y sedimentos tienen una tendencia a la baja. “Como lo demostró el IRET, el mercurio viene a la baja, es mercurio viejo. La tendencia del mercurio en el agua, peces y sedimentos es a la baja”, reiteró Vincenzi. Sin embargo, no dio datos ni aclaró si los niveles encontrados en los muestreos aún siguen siendo por encima de lo permitido.

Por ejemplo, el valor de calidad ambiental para prevenir el envenenamiento de mercurio es de 20 ug/kg (microgramos por kilo) en peces pequeños, según los valores de referencia usados en Estados Unidos y la Unión Europea.

Como reportó UNIVERSIDAD en 2020, el IRET encontró concentraciones máximas de mercurio en muestras de peces pequeños, tomadas en humedales, quebradas y ríos de la zona de Crucitas de hasta 1435 ug/kg.

El contenido de mercurio detectado en peces representa un riesgo potencial para aves, nutrias y otras especies que se alimentan de ellos, ya que la exposición crónica puede producir efectos negativos en el comportamiento y afectar el sistema inmune. Además, en esos ríos hay peces de consumo humano como la machaca, el guapote, la sardina y el pez gato.

Rodríguez compareció en sustitución del ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, quien envió una nota aclarando que no podía ir por tener que asistir a reuniones a Casa Presidencial.

El mercurio es un metal altamente tóxico, migra fácilmente al medio ambiente por su persistencia, capacidad de bioacumulación y biomagnificación. Es decir, se acumula en organismos vivos hasta alcanzar concentraciones más altas que en el medio; esta concentración aumenta conforme se sube en los eslabones de la cadena. En los animales, el mercurio causa daños en los riñones, estómago , intestinos , fallos en la reproducción, y alteración del ADN. La exposición crónica al mercurio en humanos produce alteraciones neuropsiquiátricas, daños irreversibles en el sistema nervioso central, en la tiroides, y se asocia a un aumento en la frecuencia de abortos.

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