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Crédito para el Teatro Nacional recibe primer visto bueno, pero aún pisa la cuerda floja

La iniciativa obtuvo el favor de 33 diputados en primer debate; sin embargo, la votación definitiva será el próximo 1 de julio y requerirá el apoyo de 38 congresistas.

Un grupo de 33 diputados aprobó esta noche, en primer debate, el crédito por $31,3 millones ofrecido por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la remodelación integral del Teatro Nacional. No obstante, la noticia todavía deja sobre la cuerda floja a la iniciativa, pues —por tratarse de un crédito internacional— el texto requiere de al menos cinco votos más (38 votos) para su aprobación final en segundo debate.

La discusión legislativa antes de la votación fue vibrante. Argumentos se lanzaron de un lado y del otro, desde los que respaldaron el crédito por estar basado en estudios profesionales y por sus condiciones favorables, hasta los que criticaron la inversión por considerarla desproporcionada en tiempos de crisis y alegar que promueve una “visión vallecentralista” de la cultura.

La discusión:

El bloque a favor del crédito lo comandaron las fracciones casi completas del Partido Acción Ciudadana (PAC), el Partido Liberación Nacional (PLN), el Frente Amplio (FA), el Partido Integración Nacional (PIN) y el bloque independiente Nueva República (BINR); quienes aseguran que los estudios técnicos justifican de sobra la importancia de realizar las mejoras  al teatro y que las condiciones fiscales del país no tenían por qué ser excusa para no preservar un símbolo nacional, que es —posiblemente— la estructura arquitectónica más importante de la capital.

Entre los defensores estuvo el presidente de la Asamblea Legislativa, el verdiblanco Carlos Ricardo Benavides, quien subrayó que las condiciones del crédito (con una tasa Libor a seis meses, más 2,9% a margen fijo, y 20 años plazo) fueron revisadas y que son ventajosas, incluso comparadas con otras iniciativas similares (por montos parecidos o superiores).

Según Benavides, la discusión no se trataba de un monto ni de atender solo las emergencias del inmueble —con al menos siete conatos de incendio registrados por las autoridades del Teatro—, sino sobre la posibilidad de remozar integralmente una de las pocas edificaciones de valor que quedan en el país, para que “los futuros costarricenses, los niños y las niñas, puedan disfrutar de este patrimonio por al menos otros cien años”.

Benavides cuestionó la visión que calificó de “cortoplacista” de muchos diputados que -desde su punto de vista- no han logrado analizar el valor que existe en el arte y la cultura. A ellos les recordó que “si nuestros antepasados se hubieran puesto a pensar que estaban en tiempos de crisis no hubiesen hecho el Teatro Nacional, ni siquiera un salón comunal”.

El criterio de Benavides; sin embargo, no logró calar a un grupo importante de diputados. Fueron 14 los congresistas que votaron en contra, incluidas la totalidad de las fracciones del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y del Partido Restauración Nacional (PRN), y la liberacionista Yorleny León.

Ellos alegaron distintas posiciones, desde la inconveniencia de aprobar créditos de este tipo en momentos de problemas fiscales —como dijeron los socialcristianos Pablo Heriberto Abarca, Erwen Masís y María Inés Solís—; hasta los que recriminaron que la inversión en cultura, y en términos generales, se ha venido concentrando en el Valle Central.

Este criterio primó en varias de las bancadas opositoras, y también en la curul de la liberacionista León, quien se diferenció de su fracción e incluso aseguró que “el Teatro Nacional no la representa”, como sí dijo que lo hacían otras casas culturales de su región limonense que están totalmente desatendidas.

Este argumento también lo utilizó el puntarenense del PRN, Melvin Núñez Piña, quien afirmó que esta inversión le parecía desorbitada y que le era imposible aprobarla,  “aunque tiene una tasa blanda y puede ser un buen negocio para infraestructura”.

“Y si se quema (el Teatro), bueno, habrá que revisar y hacer la investigación, porque aquí se habla mucho de que se va a quemar, pero cuántas cosas no se han quemado aquí”, aseguró.

Con esta primera votación, el proyecto queda a la espera de su segundo debate. Allí para lograr su aprobación requerirá cinco votos más, los cuales dependerán de que algunos diputados cambien de criterio (como la diputada León, única liberacionista que rompió la línea de su partido) o, de que cinco diputados de los diez que hoy estuvieron ausentes se sumen para aprobar el texto en su último paso.

De las bancadas impulsoras de la iniciativa esta noche faltaron seis congresistas; sin embargo, realizar cálculos es arriesgado.

Es un proyecto conjunto

El crédito del BCIE para el Teatro Nacional estima inversiones de por $31,3 millones: $27,7 millones para infraestructura y equipamiento, incluida la construcción del Centro Cultural José Joaquín Vargas Calvo ($8,2 millones); así como $4,6 millones para otras obras, contando la fiscalización , la supervisión y la contingencia de posibles imprevistos.

El Teatro ha experimentado al menos siete conatos de incendio registrados por las autoridades de la institución. (Foto: Katya Alvarado)

Al respecto, varios de los diputados que votaron en contra argumentaron que varias de esas inversiones les parecían innecesarias, pues la prioridad de las remodelaciones debía ser únicamente la atención de amenazas de incendio. El resto, aseguraban, eran “obras accesorias” que podían obviarse, en medio del contexto de complejidades fiscales que vive el país.

No obstante, esta visión había sido refutada por los diputados que impulsaron la iniciativa y por las propias autoridades del Teatro, quienes dicen que es necesario realizar el proyecto de forma integral para evitar seguir sobrecargando las instalaciones del Teatro y para proteger como se debe las obras que se guardan en él y que hoy se encuentran expuestas a daños.

Así lo señaló semanas atrás la directora del Teatro, Karina Salguero, quien además había subrayado en entrevista con UNIVERSIDAD que hacer los diferentes trabajos por separado —como sugieren muchos de los opositores— resultaría mucho más caro y riesgoso.

Esto también lo recordó esta noche el legislador oficialista, Enrique Sánchez (PAC) quien agregó que, ciertamente, existen obras más urgentes que otras, pero que las primeras “no lograrían su objetivo sin las obras complementarias”.

Estas palabras las respaldó también el liberacionista que preside la comisión que tramitó el proyecto, Wagner Jiménez, quien subrayó que la inversión en cultura es necesaria y que no querría ser responsable de las consecuencias de un incendio, como los que ya han ocurrido en otras obras arquitectónicas patrimoniales, como Notre Dame, en Francia. “Nosotros realizamos una revisión clínica en la Comisión de Ciencia, Tecnología y Educación, y constatamos la urgencia de la intervención”, afirmó.

Y advirtió que “si bien hoy hay una discusión de por qué el monto tan elevado, de $30 millones y en medio de una crisis fiscal como la que ostenta el país, yo podría decirles que con esos $30 millones no podríamos construir otro teatro si este se quema”.

Ahora, todo quedará en manos de los congresistas de cara al segundo debate. Un rechazo del texto además implicaría una pérdida de al menos $1,3 millones en estudios de pre-inversión, según datos entregados por la administración del Teatro a este semanario. Por el momento, la apuesta sigue abierta y la resolución sigue siendo una incógnita.

Para convencer al resto de congresistas, la diputada independiente, Ivonne Acuña, invitó a los diputados a visitar el Teatro y constatar la necesidad de las obras, pues algunos “no fueron a hacer el tour y a ver con sus propios ojitos que los cables están a vista y paciencia de todo el mundo”.

Otros, como José María Villalta, del FA, aseguraron que sí se concretan créditos fuera de la GAM, aunque la mayoría de congresistas reconoció que persisten brechas, pero subrayó su inconformidad con la posibilidad de rechazar el primer crédito que ve llegar al Congreso en materia de cultura.

La votación final de este crédito (que se tramita bajo el expediente 20.810) se realizará el próximo lunes 1 de julio, fijó la Presidencia legislativa.

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