Al tiempo que la dependencia de Costa Rica a la importación de arroz crece aceleradamente, el grano se convierte en el producto básico de exportación de América Latina que más aumentó de precio con una alza registrada del 21% en el primer trimestre del 2023, según el último informe de comercio mundial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En la región latinoamericana una gran mayoría de los precios de las exportaciones apuntan a la baja, pero el arroz aumenta y mantiene presiones al alza para el resto del año por las restricciones en exportación impuestas en la India, uno de los mayores productores del grano.
El Gobierno de la India decidió limitar la exportación de arroz este año ante afectaciones climáticas que sufrió el país y con el objetivo de bajar el precio del arroz en el mercado interno, lo que afecta los suministros de arroz globales ya que esta nación abarca cerca del 40% del total de exportaciones.
Costa Rica importa principalmente de países de Suramérica, en el 2022 el 91% del arroz importado provino de Brasil y Uruguay, según datos de la plataforma TICA del Ministerio de Hacienda.
El país se ha vuelto gradualmente más dependiente de la importación de arroz en la última década, pero una forma más acelerada desde que se firmaron los decretos de la Ruta del Arroz, impulsada por el actual Gobierno y que redujo los aranceles de la importación un 31%.
Estos decretos, firmados en agosto de 2022, han reducido el área de siembra de arroz de 35.000 a 24.000 hectáreas y se pronostica que, para el periodo actual 2023-2024, esa área se habrá reducido a solo 15.000 hectáreas, informó la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) el pasado martes con motivo del Día Internacional del Arroz.
Actualmente el 80% del arroz de consumo nacional debe abastecerse con importación de otros países, informó Conarroz, un aumento de alrededor del 10% desde que se aprobaron las medidas.
Esto significa que el país está sometido cada vez más a los vaivenes del precio internacional, en contraste con la estabilidad del precio que caracterizo el mercado del arroz hasta el 2021 si se compara a otros granos liberalizados como el frijol y el maíz, los cuales se importan en su mayoría.
Previo a la reducción del arancel, entre 1995 y el 2021, el precio real (sin inflación) del frijol aumentó un 42%, pasando de ₡1.251 a ₡1.778, y el del maíz un 115% al pasar de ₡749 a ₡1.616 colones. Por otro lado, la del del arroz disminuyó un 3%, al pasar de ₡968 a ₡936, demostró una investigación del Centro de Investigación en Economía Agrícola y Desarrollo Agroempresarial (CIEDA).
Aunque Costa Rica es altamente dependiente de las importaciones en los tres granos, la producción nacional y la estabilidad del precio del arroz se mantuvo a flote protegida por el arancel del 36% en las importaciones y el precio mínimo al consumidor (ambas medidas modificadas por los decretos de la Ruta del Arroz).
Por ejemplo, en 1995, el 91% del frijol de consumo local se producía por agricultores nacionales y en el 2020 esto cayó a un 9,71%, llevando a la actividad frijolera al borde de la extinción. La extinción de la producción nacional del maíz precede a los años noventa, mientras que en el caso del arroz el impacto fue fuerte pero menor: pasó de un 79% a un 38%.
