Representantes de Junta Directiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) contradijeron las afirmaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y afirmaron que los datos sobre el COVID-19 estuvieron disponibles rápidamente, para que los países pudieran preparase.
Mediante una conferencia de prensa virtual este miércoles, los expertos defendieron su gestión y el proceder del organismo ante la pandemia.
“En las primeras semanas del año la OMS fue muy clara al respecto y alertamos al mundo el 5 de enero. Los sistemas de salud alrededor del mundo, incluyendo el de Estados Unidos, activaron sus protocolos de manejo el 6 de enero y durante las siguientes semanas produjimos cientos de informes científicos y del desarrollo de la situación”, aseguró el Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan.
Ryan aseguró que la organización no tiene el poder para permitir o cancelar el traslado de personas a países extranjeros, por lo que algunas restricciones quedaban fuera de su jurisdicción.
“La imposición de restricciones de los vuelos es el derecho de cada país, nosotros no tenemos control de la ley sobre esto. Nuestra función es cuestionar si la justificación es por salud publica y limitada para controlar la enfermedad, solamente”, agregó.
Por su parte, la jefa técnica del Programa de Emergencias de Salud de la OMS, Maria Van Kerkhove, indicó que al momento de conocerse la enfermedad se establecieron una serie de lineamientos a seguir y que buscaban que los gobiernos ejecutaran medidas a tiempo.
“Indicamos qué era el patógeno, cómo identificamos lo que es, la fuente, como se infecta la gente, incluido una posible fuente animal, que enfermedades causaba y cómo tratar a las personas. Todas las guías estaban disponibles antes de que hiciéramos el anuncio oficial porque queríamos asegurar que los trabajadores de la salud estuvieran protegidos”, afirmó.
Sin montos económicos oficiales
Por su parte, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom, dijo que la organización atiende a todos los países por igual, sin importar su ubicación, posición económica o ideología.
El director agregó que Estados Unidos siempre ha sido un amigo y que esperan que lo siga siendo, por lo que lamenta la decisión del presidente Trump de no dar mas ayuda a la OMS.
Pese a que Adhanom no quiso revelar el impacto económico que el retiro de ayudas de Estados Unidos puede significar para la organización, algunos medios internacionales estiman que la contribución de los norteamericanos es cerca del 15% de toda la financiación del ente, con una ayuda que ronda los $400 millones.
Según datos de la OMS, el presupuesto del ente para el periodo 2020-2021 es de $4421.5 millones. La organización pidió en marzo $675 millones para ayudar a combatir el COVID-19 y se espera que solicite al menos $1.000 millones más.
Salud mental e investigaciones
Sobre el manejo de la emergencia en los diversos países, los expertos de la OMS recalcaron que el distanciamiento físico es la mejor arma para luchar contra la transmisión del virus, pero que no hay que descuidar las afectaciones mentales que pueden derivar del aislamiento.
“Ya no decimos ‘aislamiento social’, sino ‘aislamiento físico’ porque es importante la distancia física pero seguir socialmente conectados. Hay que vigilar la salud mental propia y de la familia durante estos momentos difícil: usar la tecnología, hacer ejercicio del modo posible, mantenerse fisicamente activo, meditar, apagar las noticias y tener tiempo para uno mismo, encontrar formas de estar socialmente conectados”, dijo la doctora Van Kerkhove.
La jefa técnica del Programa de Emergencias de Salud de la OMS afirmó que se han hecho grupos de países para investigar la presencia del virus en diferentes regiones y poder entender de mejor manera como muta y se transmite. Además, la búsqueda de una cura sigue siendo uno de los mayores retos y motivaciones para los científicos que trabajan juntos en diversos centros de investigación de la organización.
