El pasado sábado Alhana Chavarría fue electa como presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (Feucr) para el 2022. La candidata recopiló el 41,56% de los votos. Rápidamente se resaltó a Chavarría como la primera mujer trans en Centroamérica que asumirá una federación estudiantil en una universidad pública, con el reto de ‘representar una comunidad históricamente oprimida’.
Sin embargo, ser presidenta de la Feucr implica mucho más que eso, de manera que UNIVERSIDAD entrevistó a Alhana Chavarría con la intención de conocer su plan de trabajo y su perspectiva sobre lo que debe ser la Feucr.
Para quienes no la conocen, ¿cómo se definiría a usted misma y al Partido Alternativa?
—Me definiría como una persona persistente, luchadora, con una visión clara de lo que quiere. Una mujer trans-feminista, ecologista y defensora de los derechos humanos, que cree en una Feucr abierta y que quiere crear un espacio en el que los estudiantes se sientan identificados.
Desde el Directorio de Alternativa llevamos una visión muy clara de lo que es trabajar colectivamente con el movimiento estudiantil. Somos conscientes de la importancia de que la Feucr sea una plataforma donde las diversas voces de la Universidad puedan llevar su lucha y posicionar sus perspectivas.
De hecho, me surge otra pregunta: ¿qué la motivó a postularse a la Presidencia de la Feucr? ¿Por qué usted?
—Me lo han preguntado varias veces y creo que soy de esas personas que les pasan muchas realidades por el cuerpo. He tenido que enfrentar una diversidad problemática y lidiar con esas necesidades, algunas no abordadas de forma integral.
Sé que aquí se generan cambios a nivel estructural y social, así que me motivé a aceptar la postulación a la presidencia para llevar esa bandera de lucha por las comunidades que históricamente han sido silenciadas.
En su campaña destacó temas de regionalización, salud mental o derechos humanos, pero ya que quedó electa, ¿por dónde quieren empezar a trabajar una vez asuman la Feucr?
—Por sedes regionales. Hay una deuda con sedes y recintos y llevamos cuatro personas que representan realidades muy fuertes. Existe esa necesidad de tomar medidas adecuadas y acciones concretas para mejorar las condiciones, donde se descentralicen los recursos y se dé una distribución equitativa de las herramientas de la Universidad.
Para nosotros es primordial empezar por ahí, pero todo debe ir en línea y son muchas las necesidades presentes en la comunidad estudiantil. Lo planeado es llegar en enero, adecuarnos al espacio y dividir el trabajo en los tres ejes que tenemos establecidos.
“En los debates siempre nos recalcaron que no había violencia política, sino que compartimos opiniones y vivencias sin ese sentimiento de competir. Independientemente de quien llegara, la idea es que fuera de forma justa y sana”, Alhana Chavarría.
¿Puede explicar esa división?
—Nuestro plan de trabajo tiene tres ejes primordiales:
Fuera de la universidad es llevar a la Feucr a una acción social con las comunidades, que es uno de los principios que destaca la UCR. La idea es mejorar sus condiciones y articular con esos sectores.
Junto al estudiantado, tratar las garantías estudiantiles; llevamos un plan inmenso sobre el tema. Vamos a revisar becas, cupos, distribución de tiempos docentes, propuestas por áreas, derechos humanos, salud mental, entre otros. Son muchas cosas que conforman este eje.
Luego está Una Feucr en la lucha que es toda la parte defensora del Estado de derecho, la institucionalidad pública y activismo en las luchas sociales. Ser ese actor en las calles que se posiciona como movimiento crítico frente a los ataques que recibe la educación pública.
Con base en estos ejes nos vamos a dividir, y cada sector estudiantil que quiera ser partícipe será tomado en cuenta. No solo se trata del Directorio, sino de toda la comunidad universitaria.
Cambiando de tema, ¿qué expectativas tenían ustedes de cara a las elecciones? ¿Cómo se dio esa competencia?
—A inicios de año vivimos una campaña política donde el entorno fue violento, más que todo hacia las mujeres. Entonces, esta vez fue como un acuerdo mutuo donde las tres candidatas decidimos no hacer una campaña exclusiva o discriminatoria.
La idea fue enfocarnos en las necesidades de la gente dejando de lado los intereses de años pasados. Creo que eso se notó en los distintos espacios. De hecho, en los debates siempre nos recalcaron que no había violencia política, sino que compartíamos opiniones y vivencias sin ese sentimiento de competir. Independientemente de quien llegara, la idea es que fuera de forma justa y sana.
¿Cabe la posibilidad de algún trabajo conjunto con personas de las otras agrupaciones?
—Claro, ya cuando una llega al Directorio de la Feucr se debe dejar de lado toda la parte electoral. Se sabe que venimos de una agrupación específica, pero estamos ahí por los intereses del estudiantado y eso involucra a las personas de otros partidos políticos.
¿Hay alguna relación con el Directorio saliente? ¿Algún proyecto o propuesta que les interese continuar?
—Para serle sincera no hemos tenido mucho contacto. Nada más tuve un intercambio de mensajes con Jesenia (presidenta actual de la Feucr) donde planificamos una reunión para ver los detalles. Esperamos que esta reunión sea totalmente diplomática y que podamos intercambiar perspectivas para saber lo que implementar, mejorar o continuar del directorio saliente.
También noté que tienen varios proyectos relacionados directamente a oficinas o vicerrectorías de la UCR. ¿Han tenido contacto con estas instancias?
—Primero que todo es importante tener clara la autonomía del movimiento estudiantil. Decir que vamos a articular con Rectoría, vicerrectorías u oficinas administrativas no puede estar por encima de esa autonomía y nosotros debemos responder a los intereses del estudiantado.
Eso no quita que podamos trabajar en conjunto con las instancias universitarias. Claramente nos tenemos que acercar, así que vamos a trabajar en pro de mejorar las condiciones estudiantiles, sin olvidar que debemos ser críticos porque también hay procesos que pueden perjudicar al estudiantado.
Por último, ¿qué mensaje le daría al movimiento estudiantil de cara a su gestión el próximo año?
—Es fundamental entender por qué el estudiantado no participa de estos movimientos. En muchas ocasiones pasa que no se sienten identificados por un espacio como la Feucr, entonces debemos demostrar con acciones por qué esto es tan importante.
Con base en ello les daría el mensaje de que sean partícipes de los procesos, que vean la Feucr como esa plataforma para llevar acciones y posicionarse. Somos conscientes de que se ha ejercido mucha violencia política en el pasado y no podemos taparnos los ojos, pero es fundamental que, como movimiento estudiantil, tengamos incidencia para cambiar realidades. Ese sería mi mensaje.
