- Se espera que los acumulados de lluvia aumenten considerablemente, especialmente en el Pacífico Sur y Central del país.
La formación de un sistema de baja presión hacia el Suroeste del Mar Caribe en la (costa de Panamá) amenaza con fuertes aguaceros que ya ponen en alerta a todo el territorio nacional con excepción del Caribe, informó esta tarde el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Según los datos del IMN, incluso se esperan acumulados de hasta 120 litros de lluvia por metro cuadrado en periodos de 24 horas a partir de mañana, cifra que duplica los montos usuales y que amenaza especialmente a los terrenos más inestables, en los que la tormenta tropical Nate ya provocó deslizamientos e inundaciones.
Sobre esta situación, el director del Instituto, Juan Carlos Fallas, comentó en conferencia de prensa que se trata de un fenómeno que “se ha venido desarrollando de forma paulatina” y que ocasionará un fuerte incremento en la “cantidad de lluvia”, especialmente en el Pacífico Sur, donde impactará desde el martes en horas de la madrugada.
“La actividad lluviosa, es una actividad normal dentro de las condiciones de octubre; sin embargo, la actividad que iniciará desde el día de mañana martes y el miércoles ya será propia de esta situación que se está generando en el suroeste del Mar Caribe”, explicó Fallas, quien añadió la importancia de “llamar la atención considerando las condiciones que quedaron después de paso de la tormenta Nate”.
En especial, hizo referencia al riesgo que suponen las nuevas lluvias para “todas las áreas que están en laderas o suelos demasiado sensibles por la acumulación de agua”, entre los que también incluyó a todos aquellos cantones del Valle Central que aún no se recuperan del último impacto.
Por este motivo, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) mantiene alerta amarilla para todo el Pacifico en Puntarenas y Guanacaste, territorio al que recientemente se sumaron los cantones de Tarrazú, León Cortés, Dota, Aserrí, Acosta, Puriscal, Desamparados y Turrubares en el Valle Central.
Estos cantones se mantienen todavía vulnerables tras el paso de Nate, incluso algunos con serios problemas en el suministro de agua y conectividad, como es el caso de Acosta.
No obstante, el IMN confirmó que el área de primer impacto será la Zona “Sur-Sur” en las cercanías de la frontera con Panamá, lugar desde el que partirán los efectos hasta alcanzar el resto de la costa Pacífica, el Valle Central y la Zona Norte (últimas dos en alerta verde).
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Riegos latentes
Para el presidente ejecutivo de la CNE, Iván Brenes, el estado de alerta se explica principalmente porque los suelos siguen muy saturados y cualquier descuido podría implicar nuevos deslizamientos o inundaciones, como las que llegaron con la tormenta Nate o las condiciones lluviosas propias de la época.
“Va a llover y va a llover de modo importante, va a llover y va a ser peligroso para zonas que han estado expuestas a altas precipitaciones prácticamente desde hace más de un mes”, explicó Brenes, quien puntualizó la necesidad de “extremar las medidas de precaución”.
“Estamos en un escenario en el que hay que tener mucha precaución, los suelos están saturados y estos eventos podrían volverse a repetir”, subrayó.
Según Brenes, esta será la única manera de evitar tragedias como las ocasionadas por la tormenta Nate, que -además de la devastación, el desplazamiento de más de 11.500 personas a albergues y los daños en infraestructura pública y privada- saldaron el fallecimiento de 14 personas y la desaparición de una que aún no ha podido ser encontrada.
Incluso, la situación aún mantiene a más de 600 personas en 32 albergues, dato que no sólo ha reforzado las nuevas alertas, sino que mantiene a los comités de emergencia en la atención y levantamiento de daños.
Para enfrentar esta y cualquier nueva emergencia, Brenes incluso señaló que ya se trabaja en el “reabastecimiento” de los comités y el reforzamiento de las “acciones operativas”, puntos que serían fundamentales ante nuevos inconvenientes.
Esta preocupación es respaldada por el director del IMN Fallas, quien señaló que la situación es “muy significativa por las condiciones del terreno y las laderas que quedaron”.
“Eso es lo que uno quisiera destacar, porque en otras circunstancias podría llover en esas cantidades y puede que sólo pase una que otra situación, pero no bajo el escenario actual en el Pacífico y el Valle Central”, apuntó.
Según Fallas, también será de especial atención la situación en las zonas costeras, pues se espera el aumento en el oleaje que podría perjudicar a pequeñas y medianas embarcaciones y poblaciones cercanas.
