Un hombre de 39 años llamado Manfred Barrantes llegó este jueves por la mañana a la Conferencia Episcopal a interponer una denuncia canónica por violación y abuso sexual contra el párroco de Santo Domingo (recientemente suspendido de funciones parroquiales) Manuel Guevara, pero no pudo presentarla por los allanamientos que realizaba la Fiscalía de Género.
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Este ingeniero informático alega que los abusos sexuales se dieron entre 1992 y 1993 cuando él era monaguillo de la parroquia de Montes de Oca, liderada en ese entonces por el cura Guevara. El hombre afirmó que no dará detalles sobre los hechos hasta interponer la denuncia, pero detalló que sería por los delitos de violación y abuso sexual.
“Desde el momento en que vi la primera noticia fue como una explosión en mi cerebro en donde recordé todos los hechos. Lo que me hizo tomar la decisión fue cuando vi una entrevista que le hicieron a gente de Santo Domingo, al escuchar a muchos decir que no lo creían y que el sacerdote era muy buena gente, prácticamente tachando de mentirosa a la persona que interpuso la denuncia penal. En parte me siento culpable, de haber tenido el valor de actuar antes esta persona no sería víctima”, dijo Barrantes, quien explicó que su denuncia es un voto de confianza para darle mayor peso a la denuncia actual.
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Barrantes afirmó que intentó poner la denuncia canónica ayer, pero no se le atendió. “Ellos me dejaron un mensaje en el buzón de voz, me dijeron que me habían llamado y que yo no había contestado, cuando realmente estuve sentado en una mesa viendo el teléfono. Luego llamé y me dijeron que me llamaban en 15 minutos, pero no pasó, entonces los llamé una hora y media después y me contestaron, pero suceden cosas que no debería pasar”, dijo el denunciante.
Guevara fue indagado por la Fiscalía de Género la semana anterior y debe presentarse a firmar una vez al mes, mantener su domicilio en Heredia, tiene prohibición de agredir, amenazar, perturbar o contactar al denunciante y no acercarse a una distancia de 500 metros de la víctima, según indicó la Fiscalía.
La Fiscalía también está tras los pasos del sacerdote Mauricio Víquez, quien huyó del país el pasado 7 de enero, luego de que la Iglesia le avisó de una denuncia penal en su contra, la cual prescribe en setiembre próximo. El Juzgado Penal de Desamparados emitió una orden de captura internacional contra Víquez.
