País Durante la sesión del Consejo de Seguridad ONU

Costa Rica urge reacción del gobierno de Nicaragua y comunidad internacional para cesar conflicto

"Seguiremos alzando nuestra voz en defensa de una población sujeta a acciones arbitrarias que conllevan un incumplimiento de las obligaciones estipuladas en los diferentes pactos de derechos humanos", indicó el Embajador de Costa Rica ante la ONU.

Costa Rica elevó una vez más su preocupación por la crisis política y humanitaria que atraviesa Nicaragua a raíz de la violenta represión que desató el régimen de Daniel Ortega contra la ciudadanía,  e instó a los organismos internacionales y al autoridades nicaragüenses a actuar de manera urgente  para poner fin al conflicto.

La posición fue dada a conocer  esta mañana de miércoles por el embajador de Costa Rica ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rodrigo Alberto Carazo, en la sesión del Consejo de Seguridad convocada para hablar sobre la situación de Nicaragua.

Costa Rica exhortó al gobierno de Ortega a cesar inmediatamente el uso desproporcionado de la fuerza y a acatar todas las recomendaciones de Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos. 

“En atención a las actuales circunstancias, Costa Rica no puede permanecer silenciosa. Seguiremos alzando nuestra voz en defensa de una población sujeta a acciones arbitrarias que conllevan un incumplimiento de las obligaciones estipuladas en los diferentes pactos de derechos humanos”,  indicó el embajador. 

“Costa Rica urge una pronta reacción de parte del gobierno nicaragüense y de la comunidad internacional para atender esta grave situación que no es sostenible. Continuaremos  alzando nuestra voz hasta que la razón, el buen juicio  y el respecto irrestricto a los derechos humanos regresen a Nicaragua”, acotó. 

El Gobierno de Costa Rica hizo un llamado para que Ortega  retome el diálogo “sustentado en el respeto, el compromiso y la confianza que es el único camino hacia una solución”. 

Además, el país reiteró su apoyo y compromiso con las acciones impulsadas desde la Organización de Estados Americanos (OEA) y  su apoyo a la resolución que fue aprobada por el Consejo Permanente en la sesión extraordinaria celebrada el 18 de julio de 2018,  en la cual los países firmantes condenan el actuar del régimen de Ortega y expresan la preocupación por los actos de violencia, represión, violaciones de derechos humanos y abusos. 

“Como país de destino, tránsito y origen, respetuoso de los Derechos Humanos, nuestra prioridad ha sido siempre la protección, el respeto, la dignidad y seguridad de las personas. En aras de cumplir con estos objetivos, la institucionalidad costarricense ha respondido de forma responsable, ordenada y apegada al cumplimiento de las normativa nacional e internacional”, agregó el embajador costarricense. 

Reiterados llamados

Esta no es la primera vez que Costa Rica extiende su preocupación ante organismos internacionales por la crisis que vive el país vecino, ya que durante otras sesiones de la ONU y la OEA ha hecho reiterados llamados a cesar la violencia y buscar canales de diálogo.

Durante la primer gira a Estados Unidos, en junio anterior, el presidente de la República, Carlos Alvarado, manifestó la oposición de Costa Rica frente a la crisis socio-política que vive Nicaragua ante el Consejo Permanente de la OEA y se refirió a la necesidad de que el gobierno del país cumpla con las recomendaciones de CIDH.

También la Canciller de Costa Rica, Epsy Campbell, durante la  participación de la 48ª Asamblea General anual de la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló la preocupación por la violación de los derechos humanos de Nicaragua y Venezuela, en el contexto de las crisis sociopolíticas que viven esas naciones.

La semana anterior, el gobierno de Costa Rica condenó “vehemente” la expulsión de una misión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), por parte del Gobierno de República de Nicaragua, luego de que recibiera una comunicación de la cancillería nicaragüense donde se daba por “finalizada” la invitación extendida para investigar las violaciones de derechos humanos denunciadas por la oposición y la comunidad internacional.

 

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