La saga de Mapy
María Pérez Yglesias
Novelas
Euned
Del empolvado arcón de la infancia, María Pérez Yglesias empezó a sacar pequeñas imágenes que se fueron apilando a su alrededor. Cada una traía su propio saco de vivencias y, con ellas, revivía un universo de recuerdos.
Bastaba detenerse un instante en cualquiera de esas memorias para que empezaran a desplegarse más y más imágenes, personajes, situaciones, como un caudal que traía consigo una inevitable sensación de pérdida. Aquella imágenes no solo eran los recuerdos personales de una niñez, sino de una época.
La escritora, que ya había publicado otros libros de narrativa realista o intimista, como Cerro Pelón lágrimas de barro, Las fronteras de la luna y el sol o Boleros nos volvemos tango, decide aventurarse en una historia cuya protagonista es una niña de 6 años llamada Mapy. Se trata de una narración simple donde este personaje cuenta sus experiencias personales mientras va descubriendo el mundo.
Desde la mirada de la niña, quien inicia su vida escolar, se presenta una gran galería de personajes y situaciones en la ciudad de San José de la segunda mitad de la década de 1950.
La curiosidad, los sentimientos, las sorpresas, los nuevos conocimientos, las amistades, los adultos y sus solemnes profundidades, la aventura del conocimiento, todas las emociones que envuelven la cotidianidad de Mapy y las experiencias que vive son narradas por la autora con un estilo fresco y depurado que suma al lector al mundo de esas aventuras y lo regresa a una época cuidadosamente retratada.
Sin duda hay una importante dosis de nostalgia para el lector adulto, por una sociedad costarricense y una ciudad de San José más aldeana y manejable, hoy devorada por el tráfago de la urbe.
Pero para los niños es una lectura de constante descubrimiento y complicidad, donde no falta lo fantástico y asombroso. En el lenguaje, María Pérez ha logrado convidar a un lector temprano que se siente involucrado en el texto, aun cuando desconozca casi en su totalidad el mundo referido.
La serie inicia con el ingreso de Mapy a la escuela, ese momento en que se suman el descubrir el conocimiento que aportan las lecciones con la socialización.
La sagaz e inquieta protagonista va presentando un mundo por descubrir mientras sus propias inquietudes lo van llenando de aventura.
El éxito alcanzado por esta serie de novelas demuestra la eficacia de una narrativa auténtica, sin grandes pretensiones pero con grandes aciertos, esencialmente costarricense y bien escrita.
Además de una obra que se puede ubicar dentro del género de literatura infantil o juvenil en los catálogos, esta saga de Mapy ofrece la posibilidad de constatar los abruptos cambios que ha sufrido la sociedad costarricense, y más allá de la nostalgia constituye una voz de alerta.
