País

Transportistas de turismo piden flexibilización de créditos y regulaciones para sobrevivir

"Estamos en estado de calamidad, no sabemos qué va a pasar y no hay luz al final del túnel", dijo representante del sector, Juan Carlos Salazar.

El sector de transporte de turistas alzó la voz una vez más y pidió al Gobierno políticas para flexibilizar los créditos y requisitos de trabajo, con el fin de sobrevivir a la crisis económica ocasionada por la pandemia de COVID-19.

Juan Carlos Salazar Hidalgo, representante del sector, aseguró que se encuentran “en estado de calamidad” y que el financiamiento es uno de los principales problemas por los que atraviesan desde el 2020.

“El sector transporte de turismo tiene una flota muy moderna, por ende tiene un endeudamiento muy alto. Los bancos nos dan prórrogas pero lo que están haciendo es una acumulación de deuda, todos los meses se acumulan los intereses y en otros casos los intereses más los seguros por esas deudas”, explicó.

Según Salazar, muchas personas trabajadoras tenían créditos recién iniciados, por lo que las cuotas amortizaban poco de la deuda y  hoy “deben más de lo que la unidad valía”.

Además, los programas del Gobierno que buscaban brindar ayuda en esta área no se han puesto en marcha como lo pretendía Casa Presidencial.

“El Poder Ejecutivo dice que el Banco Central inyecta capital para que la banca preste en condiciones favorables, pero nos acercamos a los bancos y nos dicen que no somos sujetos de crédito, porque no hay flujo de caja, no hay proyecciones. El abandono es total, a la hora de estar sentado en la ventanilla con el ejecutivo del banco el panorama es totalmente distinto a lo que nos quieren hacer ver”, dijo Salazar.

Con los trámites regulatorios para poder trabajar, los transportistas de turismo han enfrentado dificultades similares, ya que el Consejo de Transporte Público (CTP) no ha dado facilidades en los cobros.

“El CTP, desde que inició la pandemia, no ha tenido una sola solución integral para los distintos sectores; se ha hecho de la vista gorda. Todos los permisos se vencían en diciembre y los que quisieron renovarlo tuvieron que pagar el canon, ponerse al día con la póliza del seguro, asegurar las unidades…renovar los permisos por si acaso sale algo de trabajo, pero con un costo altísimo y ni siquiera nos ha convocado para preguntarnos por nuestra situación”, reclamó el representante del sector.

Pese a la difícil situaciones, el gremio aún carece de opciones y las posibilidades de que personas extranjeras visiten el país no es garantía de que el panorama mejorará.

“La calamidad es grande, cerca de un 19% de los compañeros salieron del negocio porque quebraron o les quitaron las unidades. No sabemos qué va a pasar y no hay luz al final del túnel. Varias personas pueden decir que nos reinventemos, algunas unidades pequeñas se pueden adaptar, pero en los carros más grandes o en los autobuses no funciona, no se puede utilizar los equipos para otra cosa que no sea el traslado de personas”, agregó Salazar.

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