Blanca Víquez perdió a su hijo en el 2020, se quitó la vida agobiado por las deudas que arrastró tras pérdidas por malas cosechas y, desde entonces, cuenta otras siete muertes de hombres jóvenes a raíz de desalojos de sus casas, tierras y maquinaria, perseguidos por los bancos.
“Fueron tantas las pérdidas que tuvo que dijo “yo la agricultura no puedo más” y buscó trabajo como conserje, ganaba ₡200 mil y pagaba la deuda y pensiones a sus hijos. El domingo del deceso él tenía que pagar ₡200 mil y ¿un agricultor de dónde va a sacar en un instante ₡200 mil?”, contó Víquez.
Otro de sus hijos fue desalojado de su casa, también por préstamos caros con los que intentó financiar la actividad. En las zonas rurales 136 mil empleos de hombres (37%) son proporcionados por el sector primario (agricultura, ganadería y pesca).
Si necesita apoyo psicológico puede acudir de forma gratuita al servicio 911, a la Línea Aquí Estoy (2272-3774) del Colegio de Profesionales de Psicología y al Centro de Atención Psicológica de la UCR (2511-5776).
La Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa), en su informe del 2021, indica que el endeudamiento en el sector agropecuario es un tema al que hay que prestarle “especial atención”, ya que va en aumento desde el 2016, con un incremento del 3,9% en el último año.
“Son demasiadas las personas que se están quitando la vida y hay quienes me dicen que ya han estado a punto, me dicen: “si esto no se compone, yo mejor jalo”. Yo les digo que hay que tener paciencia, pero me dicen que el banco está ahorcándolos”, contó Víquez, quien es líder comunal en Tierra Blanca de Cartago a sus 75 años.
El ministro de Agricultura y Ganadería, Víctor Carvajal, minimiza la situación y afirma que es algo que sucede también en otras áreas de la economía nacional: “Y no sabemos si es un tema de manejo financiero de cada una de las personas o es un tema ya de si es un tema estructural. Eso es otro análisis, a mi me gusta mucho el tema del análisis financiero, digamos desde diferentes áreas y eso es lo que hay que ver. Lo primero es que tampoco tenemos certeza de que exista una afectación tan importante”, respondió.
Jose, quien prefirió mantenerse en el anonimato, es uno de los productores de la zona que en los últimos años sufrió serias afectaciones a su salud mental al sentirse presionado por responder a sus responsabilidades financieras.
“Está en juego el patrimonio familiar, el arroz y los frijoles de mis hijos. Esos estados de ansiedad y pánico no se los deseo a nadie, está en juego la vida de nosotros y puede suceder que se tome una mala decisión. Yo no veía cómo transcurría el día y no me imaginaba el mañana, ¿para qué vivir así?”, contó Jose.
El sector agrícola puede sufrir de imprevistos climáticos que desencadenan pérdidas y “ante esas situaciones, en las que se tiene una programación de siembra para pagar sus obligaciones, no alcanza, no cierra, porque las cosechas no son lo que esperaba o no llegan a tener del todo porque pierden sus siembras” y, por esta razón, el sector pide créditos diferenciados, como los dan en países como Panamá.
Jose pudo salir adelante con el apoyo económico, emocional y espiritual de su familia, atención privada con un psiquiatra y un psicólogo: “En mi familia me ayudaron porque no generaba… porque no es que no quería, es que no podía, y en esos momentos me daban lo necesario para mantener a mi familia”.
Agregó que desde los bancos no hay apertura para brindar soluciones a los clientes, ya que ellos son los primeros en acercarse para hacer arreglos de pago: “Le aseguro que los agricultores son los mejores pagadores porque prefieren dejar de comer que pagar, pero cuando es la comida de los hijos… pero no es que se quedan con los brazos cruzados, intentaban llegar a acuerdos con los bancos, pero las propuestas son inalcanzables”.
Tras un piquete que realizaron los productores frente a casa presidencial, se acordó con las autoridades una reunión el próximo 9 de diciembre entre el sector agrícola, el ministro del MAG y los gerentes de los bancos públicos, en búsqueda de soluciones de crédito para el sector.
Víquez no teme en calificar al Gobierno de “frío” y “lento” ante la problemática, pero dice esperar genuinamente la llegada de una solución durante la reunión porque teme las consecuencias del abandono político del sector se siga viviendo en las urnas, a cerca de un año de celebrarse las elecciones municipales y con miras al próximo gobierno: “Nadie va a salir a votar”.
“El ministro (Carvajal) dice que estamos sacando las moléculas, estamos viendo lo de los agroquímicos, estamos viendo…. pero todavía no se ha visto nada. Yo sé que no es de un día para otro, pero van demasiado lento y los agricultores necesitan para ya”, concluyó Víquez.
Abandono político condena a los agricultores a la ruina y los empuja a su extinción
Al cierre del 2022, el sector agrícola está en llamas: en Cartago pierden sus casas y tierras ante los bancos, los arroceros abandonan la actividad a pasos agigantados, mientras que los atrasos en los pagos en el CNP se volvieron insostenibles para los productores.
