País Encuesta Cinpe-Idespo

Sólo un 5,34% de encuestados dijo haber recurrido a préstamos “gota a gota”

Un 81% de la población nunca ha recibido educación financiera, revela encuesta de la UNA; sin embargo, un 73,89% está deseoso de recibirla para tomar sus decisiones.

Un 5,34% de las personas que respondieron una encuesta realizada por el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA),  dijo que alguna vez se ha endeudado en el mercado financiero no formal en créditos “gota a gota”.

El dato corresponde a la “Encuesta sobre cultura financiera de los costarricenses”, que determina el comportamiento de la población en temas de ahorro, inversión, crédito y educación financiera, y fue realizada por el Cinpe, con apoyo del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo).

Leiner Vargas Alfaro, investigador y académico del Cinpe, dio a conocer los resultados de la encuesta en una conferencia de prensa esta mañana y señaló que un 37% de la población que respondió la misma está laborando a tiempo completo, y las demás son personas desempleadas, jubiladas, fuera de la fuerza laboral, emprendedoras o trabajadoras por cuenta propia.

Uno de los principales resultados es que “efectivamente los costarricenses carecen de una educación financiera formal”, señaló Vargas. Solo un 19,12% de la población dice haber recibido en algún momento de su vida un curso sobre educación financiera, lo cual significa que aproximadamente un 81% desconoce el tema de educación financiera como algo formalmente establecido.

Sin embargo, un 73,89% está deseoso de recibirla para tomar sus decisiones. Un 94% dice que la educación financiera debería ser una materia obligatoria en primaria y secundaria.

Otro dato es que un 32,41%, a pesar de tener ingresos, no realiza ningún ahorro y este dato está asociado a toda la muestra estudiada. Asimismo, un 61,20% de las personas que ahorra, lo hace a través de bancos.

“Hay un mito de que los préstamos están ahogando a los costarricenses, pareciera que no necesariamente”; en lo que más gastan los ticos es en alquileres y en servicios básicos, apuntó Vargas.

En relación con el uso de instrumentos financieros, como las tarjetas, un 48,21% de la población sólo tiene tarjeta de débito, un 22,64% de la población no tiene tarjeta de ninguna clase, y el 4.05% tiene tarjeta de crédito exclusivamente. “Aproximadamente el 28% de la población tiene una tarjeta de crédito”, precisó Vargas.

Un dato muy llamativo es el porcentaje de personas que realizan inversión, más allá de un certificado de ahorro en un banco, que es un 9,68% de la población. “Este dato claramente muestra lo poco profundo y lo poco desarrollado que es nuestro sistema financiero”, criticó.

El endeudamiento

Un 69,09% de los ticos afirma que no están endeudados, mientras un 30,91% tiene al menos una deuda, según la encuesta.

Vargas explicó que otro resultado es que el endeudamiento en tarjetas es un número muy focalizado, y se trata de personas que tienen ingresos por encima del promedio porque las tarjetas solo las tienen las personas de ingresos medios y altos. Sólo un 6,74% dijo que pensaba usar ese préstamo para pagar la tarjeta de crédito.

Asimismo, se dedicó parte de la encuesta a investigar el tema de los préstamos “gota a gota”. Sólo el 5,34% de los encuestados dijo que alguna vez se ha endeudado en el mercado financiero no formal en créditos “gota a gota”. “Ese es el tamaño del problema del crédito informal”, dijo Vargas.

Pero cuando se les preguntó por qué cayeron en ese crédito informal, un 19,78% dijo que porque perdieron su categoría crediticia en el mercado financiero formal; un 16,48% dijo que su capacidad de pago no les permite seguir endeudándose en el sistema financiero formal (está sobre endeudada en el sistema formal); un 17,58% dijo que no puede acceder al mercado financiero regulado (no tiene historial crediticio ni de ingresos);  un 1,10% dijo que perdió su crédito o tarjeta por la regulación de las tasas de usura y un 45.05% respondió otros.

“Eso significa que el efecto de exclusión financiera de la ley regulatoria de la usura en los créditos de las tarjetas de crédito está afectando en muy pequeña escala a ese factor de motivación”, resaltó el investigador.

Un 18,18% de los entrevistados afirma que alguna vez ha estado moroso o ha dejado de pagar una deuda, principalmente por atender una emergencia (48,38%) como una operación de un familiar cercano, un accidente de tránsito, una enfermedad; o por falta de planificación financiera (22,70%).

“Esto es muy alto, de acuerdo con los datos y no es consistente con los datos de la Sugef ni la regulación del mercado porque los índices de morosidad deben andar entre un 2 y 3% según el Acuerdo de Basilea”, señaló Vargas.

¿Qué consecuencias tiene caer moroso? Un 50,65% dijo que se quedó sin acceso a crédito por mancha en su expediente financiero; un 15,25% cayó en depresión y perdió su salud física y mental; un 8,79% perdió su trabajo, su patrimonio o su pareja; y un 4,91% perdió su casa, carro, finca, empresa o negocio.

 

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