País  Cambios propuestos se traen abajo sistema diferenciado que buscaba mayor equidad

 Reforma a pensiones de la Caja retrocede los pocos beneficios alcanzados por  las mujeres

Estudios demuestran la necesidad de diferenciar los parámetros para el acceso al derecho a la jubilación entre hombres y mujeres, considerando los roles de género

La reforma al régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), que propone la Gerencia de Pensiones, impactaría sobremanera a las mujeres y les haría perder los pocos beneficios alcanzados que les garantizaban jubilarse con un sistema de pensiones diferente de los hombres.

En este sentido, las mujeres habían logrado pensionarse con 59 años con 11 meses, mientras que los hombres se pensionaban con 61 años con 11 meses. Asimismo, se contaba con una tabla diferenciada de cuotas.

Solo un 39% de las mujeres estaban aseguradas en 2018, en comparación con un 61% de los hombres. (Foto: Katya Alvarado)

Con los cambios que busca la Gerencia de Pensiones, se plantea aumentar la edad de retiro a los 65 años para hombres y mujeres por igual; que se elimine el retiro anticipado; y que el salario promedio de referencia para calcular el monto de pensión pase de los 200 últimos salarios a 300 salarios; es decir, con base en toda una vida de trabajo y no los últimos 20 años.

No obstante, María Picado, coordinadora del departamento de Políticas Públicas del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), explicó que las condiciones de vida de las mujeres se ven afectadas por factores como la división del trabajo, el cual impone el trabajo doméstico no remunerado y de cuidados.

Picado indicó que hay estudios que demuestran la necesidad de que existan requisitos diferentes para que las mujeres tengan acceso a su jubilación, y que tomen en cuenta los roles de género tradicionalmente asignados a las mujeres que provocan desigualdad en la distribución de las responsabilidades familiares y domésticas. Todo esto hace que las mujeres tengan doble y triple jornada, lo que afecta su salud y recreación, y les impide permanecer y ascender en el mercado laboral.

La desigualdad salarial y las condiciones laborales particulares que viven, hacen que aumentar las cuotas para la edad de retiro sea una discriminación directa hacia las mujeres, añadió (ver infografía).

Además, apuntó que las mujeres entran tarde al mercado laboral, normalmente por responsabilidades relacionadas con los cuidados, por lo que tendrían que trabajar más tiempo para alcanzar o acercarse a montos similares a los de los hombres al momento del retiro.

“Y sus trayectorias laborales son intermitentes o interrumpidas, ya sea por embarazos, cuidados a personas total o parcialmente dependientes y otras cargas del trabajo no remunerado”, señaló Picado.

Teresita González Chacón y su hijo José Enrique González, quien estudia psicología (Foto: Cortesía).

“Sin temor a equivocarme le digo que no es justo”

 Hace cuatro años Teresita González Chacón, de 50 años, tomó la decisión de dejar su trabajo a tiempo completo como directora administrativa del Colegio de Biólogos para atender a su madre de 89 años y a su hijo de 18, quien estudia psicología.

“Fue una decisión difícil, que me llevaría por un camino de austeridad económica, pero al final de cuentas una decisión de amor y por amor. El dinero no lo es todo en la vida”, expresó.

“Considero que hombres y mujeres no deben jubilarse a la misma edad, pues a lo largo de la vida nosotras asumimos roles adicionales que desgastan nuestro rendimiento físico. Roles de cuido de niños, ser jefas del hogar, tener que abandonar los estudios o los trabajos para cuidar algún adulto mayor o enfermo en el hogar, como en mi caso”, refirió González.

Teresita empezó su trabajo formal a los 18 años en el Banco Central, donde contó que vivió mucho acoso laboral y discriminación por ser mujer. Los años pasaron y tuvo otros trabajos en la Universidad Latina, la Universidad Hispanoamericana (UH), la Universidad Autónoma de Centro América (UACA) y la Junta de Pensiones del Magisterio.

“Definitivamente en mujeres como yo, que hemos tenido que posponer muchos de nuestros proyectos para atender situaciones del hogar y sacar adelante un hijo por ser madres solteras y sin ningún apoyo, el desgaste es mayor”, dijo. “El retiro anticipado debería seguir siendo una opción, y no con un 45% de lo cotizado, sino con un promedio justo, pues por muchos años hemos cotizado sobre el 100% de nuestros ingresos y no sobre el 45% o 60% de lo que recibimos cada mes, incluyendo los impuestos de renta”, añadió.

Al año de estar cuidando de su madre y su hijo, Teresita tuvo una enfermedad que se prolongó durante cuatro años; le hicieron varias operaciones y tuvo que superar una infección con una bacteria.

“Cuando luchas con tantas cosas a nivel familiar, personal y de salud no tienes tiempo de pensar en tu pensión. Siempre he contado con el apoyo de mi madre y mi familia, pero al final del día, uno tiene que sacar fuerzas para seguir adelante. Usted me pregunta si es justo que aumenten la edad de pensión para las mujeres y, sin temor a equivocarme y hablando en nombre de muchas mujeres que han vivido y viven situaciones como la mía, le puedo decir que no”, resaltó.

Ana Lorena Villanea tiene 65 años y aún no ha podido pensionarse. (Foto: Cortesía)

“Cada vez ponen más años para poderse jubilar”

 Ana Lorena Villanea tiene 65 años y aún no ha podido pensionarse. Actualmente paga un seguro voluntario para recibir su tratamiento en la Caja, pues es hipertensa, pero de la pensión, ni esperanza.

“Hace años yo tuve un negocio de venta de flores; pero en ese tiempo no exigían tanto que las personas estuviéramos aseguradas, pues imagínese que durante mucho tiempo no coticé, y todo eso me hace falta ahora para alcanzar mi pensión”.

Ahora trabaja dándole asistencia a adultos mayores, un lugar donde ya lleva tres años, pero no le pagan seguro, por lo que ella lo cubre como independiente. Sin embargo, todavía le faltan muchas cuotas.

“Hace algún tiempo empecé las gestiones y consultas para ver si me podía pensionar, pero me indicaron que hasta los 68 años podría comenzar a meter los papeles y lo peor es que, cada vez ponen más edad, ya sea hombre o mujer, para poderse jubilar, y es totalmente injusto”.

“Quieren dinamitar las pocas medidas afirmativas que existen”

Para Patricia Mora, exministra de la Condición de la Mujer y expresidenta del Inamu (2018-2020), sostiene que en este momento es necesario y central que se pronuncie el Ministerio de Trabajo y otras instancias estatales “sobre las afectaciones que podrían tener las propuestas de esta reforma actual”.

Mora afirmó que está en riesgo de que se dinamiten “las pocas y débiles medidas afirmativas que se habían conquistado” en esta materia y consideró que la propuesta debe abrirse a una consulta.

Recordó que en los años 2004 y 2005, el Inamu participó con voz y voto en la discusión de las reformas del Régimen de IVM, junto con organizaciones sociales y de mujeres, y se posicionó el mejoramiento del acceso de las mujeres a los seguros sociales por derecho propio. También se reconoció el trabajo no remunerado de las mujeres; se instalaron medidas para el retiro anticipado mediante tablas diferenciadas a favor de las mujeres; así como las pensiones reducidas para quienes cotizaron pero no alcanzan para el retiro normal proporcional.

Asimismo, en el 2017 el Inamu participó en una mesa de diálogo con criterios y un informe que documentaba y justificaba la necesidad de medidas afirmativas.

“Estos logros se han visto afectados por posteriores reformas al reglamento del IVM y en este momento, en tiempos de catástrofe social, las propuestas pretenden eliminar lo poco que queda de estos avances”, aseveró Mora.

Mora también insistió en las diferencias en el aseguramiento, tanto en el sector privado como público, que promueven una realidad de “mujeres trabajadoras en las bananeras, en las piñeras y fincas de monocultivo, domésticas y de otros sectores, que cotizan muchos años y al final de su vida no logran su derecho a una pensión”.

Una desigualdad salarial que se perpetúa en la pensión

El salubrista, exviceministro de Salud y exdirector de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Costa Rica (UCR), Mauricio Vargas Fuentes, calificó los cambios que está planteando la Gerencia de Pensiones de la Caja como “más de lo mismo”.

Al aumentar la edad de retiro, “la gente va a tener acceso a una pensión en momentos donde su calidad de vida no le va a permitir disfrutarla todo lo que debiera, porque va a ser gente de mayor edad, con todo lo que eso implica”, comentó.

Al equiparar la edad de retiro de hombres y mujeres en 65 años, “terminamos afectando mayormente a la mujer, no se respetan criterios de género; nadie reconoce que la mujer trabaja más que el hombre, tiene condiciones de trabajo diferentes a las del hombre, pero esto no se expresa en el acceso a beneficios”, destacó Vargas.

“Hay desigualdad salarial entre hombres y mujeres y esto se termina perpetuando en la pensión, las mujeres terminan recibiendo menos que los hombres, habiendo trabajado más”, coincidió.

“Las pensiones parten de la lógica de que la gente trabaja toda la jornada laboral, como que trabajó durante toda su vida laboral a plenitud, y eso no permite diferenciar que hay casos en que la mujer trabaja parcialmente, y finalmente la pensión que recibe es menor”, recordó.

“Y hay que tener claro que las mujeres viven más que los hombres, y probablemente se van a enfermar más, con acceso a una pensión precaria como la que estamos generando y la que estaríamos generando con esta reforma que se está planteando”, finalizó Vargas.

UNIVERSIDAD también consultó al Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam) sobre la propuesta de reforma y su impacto en las mujeres adultas mayores, a lo que respondió que la Junta Rectora se reunirá los próximos días en una sesión extraordinaria para analizarla.

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