País

Obispos repudian desplome en inversión social por parte del Gobierno y penetración del narcotráfico

En su mensaje, los obispos también denunciaron la “altísima dependencia de las importaciones para el consumo nacional” y la “inédita salida del mercado laboral de decenas de miles de personas”.

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica destacaron que “mirar el desarrollo costarricense solamente desde indicadores económicos sería un error” y denunciaron la falta de medidas para paliar la pobreza, el desplome de la inversión social, el aumento de los asentamientos informales en el país y la inédita salida del mercado laboral de decenas de miles de personas, aun cuando el indicador oficial refleja una reducción de la tasa de desempleo.

Los obispos emitieron un mensaje al finalizar su Asamblea Ordinaria, realizada entre el 26 y el 29 de febrero en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles.

Los religiosos emitieron varios pronunciamientos sobre diferentes aspectos del actual modelo de desarrollo del país.

Acerca del “descomunal crecimiento de la violencia”, manifestaron: “Nos duele en el alma que muchos de nuestros jóvenes, fruto de la exclusión educativa, la pobreza y la falta de oportunidades, estén siendo captados por estos delincuentes, de cuyos actos detestables deberán dar cuentas a Dios”.

“Es muy preocupante la penetración del narcotráfico en el país, con sus huellas de corrupción, sicariato y toda suerte de violencia”, agregaron.

Destacaron que Costa Rica se ha consolidado como uno de los países más desiguales del mundo y que “la inversión social del país se ha ido desplomando aceleradamente, en particular, con la reducción de la asignación que se ofrece a las organizaciones no gubernamentales para la atención a menores y personas de tercera edad, de las becas del programa Avancemos”.

También apuntaron que hay muchas familias sin vivienda propia, o con deficiencias habitacionales que les impiden cubrir sus necesidades básicas, que han aumentado los asentamientos informales y resaltaron que “requiere especial atención la inédita salida del mercado laboral de decenas de miles de personas, aun cuando el indicador oficial refleja una reducción de la tasa de desempleo”.

“¡Es hora de una reactivación económica inclusiva y generadora de bienestar para todas las personas!”, enfatizaron.

En cuanto al sector agropecuario, criticaron la altísima dependencia de las importaciones para el consumo nacional. “Los riesgos para un país que ha ido desmantelando su capacidad de autoconsumo alimentario son más que evidentes ante las posibilidades de crisis especulativas en los mercados internacionales”, se lee.

Asimismo, condenaron “las manifestaciones de populismo en la cultura política nacional” porque consideran que minan la democracia.

En cuanto a la salud, criticaron las prolongadas listas de espera y señalaron “que debe fortalecerse cada día más, el sistema solidario de atención a la salud presente en la Caja Costarricense de Seguro Social, impidiendo tendencias a la privatización”.

A pesar de todo lo anterior, los sacerdotes destacaron que estos aspectos no han de paralizarnos. “No nos dejemos robar la esperanza”, expresaron. Reiteraron que hay muchas virtudes en nuestra comunidad nacional y que los indiscutibles logros del país, en materia de educación, paz y democracia “pueden ser recuperados si nos decidimos a ello y sumamos esfuerzos, junto a nuestros gobernantes”.

 

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