El anuncio de que el estudiantado costarricense recibirá clases por televisión a través de la empresa privada Repretel evitó la posibilidad de que el Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) se asegurara alrededor de un millón de espectadores.
Según datos del Ministerio de Educación Pública (MEP), 1.145.000 niños, niñas y adolescentes están en el sistema educativo nacional, los cuales serán impactados por el programa “Aprendo en casa TV”, que inició sus transmisiones por medio de canal 4, este 5 de octubre.
La exclusión de Costa Rica Televisión (canal 13) de esta oportunidad molestó a varios sectores, entre ellos a las personas funcionarias del medio. La representante de los trabajadores ante el consejo ejecutivo del Sinart, Vielka Valenciano Céspedes, aseguró que el anuncio generó tristeza y enojo.
“Nos cae como un balde de agua fría, fue un golpe muy fuerte al rostro. Apostar por el Sinart para dar este servicio de educación a distancia era lo lógico, lo natural, siendo el sistema de medios de comunicación de servicio público costarricense. Es curioso el planteamiento que hace el MEP porque ya hemos hecho otros contenidos, así que ya nos conocen y saben lo que podemos hacer”, dijo.
Valenciano también afirmó que la sensación general ha sido que el Ejecutivo no tiene confianza en el grupo y prefieren recurrir a otras vías para que se haga el trabajo.
“Los llamados a hacer esto somos nosotros, es un reclamo que hemos hecho permanentemente y es que al Sinart debe dársele el lugar que le corresponde. Los compañeros dicen que es un espaldarazo del Gobierno, porque doña Giselle Cruz pertenece a un consejo de gobierno que es la junta de accionistas del Sinart, son nuestros jefes inmediatos; entonces si desde ahí no se toman decisiones que beneficien o nos pongan sobre la palestra como debe ser, ¿qué podemos esperar, si nuestros propios jefes les están dando nuestro trabajo a la empresa privada?”, reclamó.
Por su parte, el diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), Welmer Ramos, cuestionó la cantidad de audiencia que recibirá el programa y los posibles ingresos por publicidad que se generarían, por lo que, aseguró, debió haberse considerado al Sinart como la opción para transmitir.
“Hay una buena voluntad de crear y apoyar, pero hay que saber que cuando se tiene obligatoriamente a una cantidad de estudiantes viendo un canal en un tiempo que es de bajo rating, tener una demanda cautiva se puede volver en un negocio interesante. Deberíamos saber por qué no se usa el canal del Estado y generar los ingresos que tal vez se necesitan para mejorarlo”, afirmó.
Posiciones oficiales
Consultada por UNIVERSIDAD, la presidenta ejecutiva del Sinart, Lorna Chacón Martínez, aseguró que no tenía conocimiento previo del proyecto y que desconoce las razones por las que el MEP no se acercó a la institución para desarrollarlo.
“No sabría decirte con certeza, ya que no recibimos ninguna propuesta para hacerlo. Consideramos que el MEP puede tomar las decisiones que considere convenientes y el Sinart, como lo ha hecho desde el inicio de la pandemia, sigue estando a las órdenes, para cualquier proyecto de educación en beneficio de niñas, niños y jóvenes de Costa Rica”, señaló.
En el caso del ente rector de la educación, la negativa de contar con el Sinart como opción para “Aprendo en casa TV” se justificó debido a la “falta de recursos” por parte de ambas instituciones.
“En este momento, ni Sinart ni el Ministerio contaban con los recursos de camarógrafos, productores, desarrolladores y revisores de guiones, y sets que nos permitieran hacer una producción profesional como la que estamos haciendo en este momento con Grupo Garnier. En vista de los recursos que se requieren en este caso, ni Sinart ni el Mep podían habilitarlos. La opción de Repretel fue propuesta por la empresa, no tuvimos vinculación”, argumentó la viceministra académica, Melania Brenes Monge.
¿En manos de quién queda la educación?
Otro cuestionamiento que ha surgido, ante el proyecto y la decisión de ponerlo en marcha en un canal privado, es en manos de quién deposita el Gobierno la educación del estudiantado costarricense.
Sebastián Fournier Artavia, representante de la Red de Medios e Iniciativas de Comunicación Alternativa (RedMica) y académico de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), aseguró que es preocupante depender de empresas privadas para poder desarrollar este tipo de espacios educativos.
“Es ridículo que no haya fondos en ningún lugar del Estado para financiar esto. Donde se ponen los recursos, se pone el interés, y yo creo que debe ser una alerta, porque entonces no hubiera forma de que el Gobierno resolviera cómo dar clases a los muchachos del país sin recurrir a recursos privados, a una agencia publicitaria y a una transnacional, y hay que saber cuáles defectos del Estado han llevado a esta situación”, criticó.
Similares cuestionamientos lanzó la representante de los trabajadores del Sinart, Vielka Valenciano, quien afirmó que el canal estatal sí cuenta con los recursos para realizar este tipo de producciones.
“Nosotros no nos oponemos a ese tipo de alianzas público–privadas; sin embargo, esperaba que fuese puesto en el Sinart y que las otras empresas se hubieran unido a esta motivación que tuvo el MEP para brindar la información. ¿Por qué Repretel y no el Sinart? ¿Qué intereses hay detrás de esta alianza? ¿Cuál es el negocio por el que Garnier y Repretel optaron por asumir este riesgo?”, se preguntó.
Otras propuestas no fueron tomadas en cuenta
A los reclamos por la exclusión del Sinart se unen los cuestionamientos que lanzan diversos grupos, quienes aseguran que presentaron propuestas para crear contenido educativo por televisión y no recibieron respuesta.
Una de ellas fue Mariana Murillo Quesada, productora cinematográfica y miembro de la Asociación de Productores Independientes de Cine de Costa Rica (Apicc). Su propuesta buscaba una intermediación del Ministerio de Cultura y Juventud ante el de Educación para llevar a cabo proyectos educativos.
“Nuestra propuesta era que el MEP, que tiene el presupuesto para educar a los niños y niñas, generara un fondo concursable para que la gente del medio audiovisual participara y pudiera crear contenidos específicos de educación”, explicó.
Sin embargo, la propuesta nunca fue analizada por las autoridades, lo que, según Murillo, impidió desarrollarla y ayudar a reactivar el sector.
“Esto beneficiaba al sector audiovisual, actores, músicos, escritores… podía ser la piedra sobre la que se basara la reactivación socioeconómica. Si el Gobierno tuviera una visión integral de impacto a diferentes sectores podríamos haber tenido un proyecto exitoso. No estamos en contra de que se vaya a dar educación a los niños y niñas, y hacerlo por televisión es una buena forma, pero pudo ser una iniciativa que beneficiara al sector cultural, porque la iniciativa de ahora, a todas luces, no va a tener ese impacto”, afirmó.
El jefe pedagógico de la dirección regional de educación de Occidente del MEP, y exdiputado del PAC, Javier Cambronero Arguedas, afirmó que también presentó una iniciativa al MEP para que las televisoras locales, en zonas rurales del país, transmitieran programas educativos producidos por el mismo Ministerio, pero su petición no fue atendida por las autoridades.
“Nos sorprende el anuncio porque no sabemos por qué se quiere favorecer la concentración de las frecuencias y de la distribución de material didáctico, cuando el mismo MEP tiene los medios y recursos para preparar dicho material, a través del Instituto de Desarrollo Profesional. Incluso, empresarios de televisoras locales estaban anuentes a transmitir en sus parrillas estos programas, pero no hubo respuesta”, dijo a UNIVERSIDAD.
Según Cambronero, el plan fue enviado al viceministerio académico, pero no se les dio respuesta. Esta fue la misma unidad administrativa que autorizó la puesta en marcha de “Aprendo en casa TV”, a través de Grupo Garnier y Repretel.
