País

Madre refugiada protesta por seguridad de su hijo en “pesadilla” judicial

Estadounidense fue separada del menor de edad en marzo, ha luchado por ocho meses para que PANI regrese a su hijo bajo su cuido.

Una madre estadounidense reclama la “liberación” de su hijo, a quien llama “Niño Sol”: un menor de siete años que fue separado de su cuido desde el 26 de marzo pasado.

En esa fecha, hace casi ocho meses, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) acató la orden de una jueza para brindar “abrigo temporal” al menor de edad mientras el Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia trabajaba en una restitución que solicitó su padre desde Estados Unidos. Es decir, un procedimiento para devolver al niño a ese país y en el que se acusó a la madre de trasladarlo ilegalmente a Costa Rica.

En un correo electrónico, el PANI confirmó que el “Niño Sol” está bajo protección del PANI “en alternativa de cuido” y que la institución ha participado en tres procesos: uno de restitución que está truncado; un trámite de refugio solicitado por su madre (condición que fue aprobada para ambos en julio de este año) y “una denuncia penal en curso”, presentada por el menor de edad y en la que acusa a su padre por abuso sexual.

Para este reportaje, la madre de Niño Sol proporcionó acceso a los expedientes de los tres procesos y a varios habeas corpus presentados ante la Sala Constitucional. Estos recursos constitucionales defienden el “principio de no devolución” que protege a las personas refugiadas, así como el regreso del niño con su madre porque la separación “le afecta, le tiene deprimido, le altera”.

[padding type=”medium_right”][quote_colored name=”Mónica Sandí, abogada del Inamu” icon_quote=”no”]

Estamos hablando de un niño que tiene más de 200 días de estar separado de su madre. Un niño que el PANI ha dicho que necesita estar con su mamá porque se siente mal”.
[/quote_colored][/padding]

El 30 de agosto, la Sala Constitucional emitió una resolución para anular dos sentencias del Juzgado de Familia Niñez y Adolescencia y una segunda del Tribunal de Familia, lo cual frenó el proceso de restitución internacional. Sin embargo, la decisión de la Sala no accionó al Poder Judicial para regresar al menor a su mamá, sino que devolvió el caso al Juzgado para aplicar sus recomendaciones y análisis.

“Mi hijo no debería estar atrapado en este círculo judicial porque tiene todo el derecho de ser libre”, afirma Carol, de 41 años y quien, por seguridad, solicitó la protección de su identidad, de la del niño y la de su padre. Esta es la primera vez que recurre a la prensa.

Huida y refugio

“Esta es una pesadilla de cinco años”, dice Carol.

La madre es alta, rubia y de ojos azules. Llegó con su hijo a Costa Rica el 4 de julio del 2018. Ese mismo mes solicitó refugio y mencionó al padre de Niño Sol como “agente perpetrador”; es decir, la razón por la cual necesitaban seguridad en el país.

“Costa Rica era más seguro porque no podíamos ser restituidos a los Estados Unidos. Cuando busqué procesos de refugio en diferentes países, consideré los aspectos de Costa Rica sobre protección de derechos humanos e infantiles”, asegura Carol.

El padre de Niño Sol es un artista que Carol describe como “poderoso, rico y famoso”. Actualmente, el hombre se encuentra en Costa Rica porque fue denunciado por abuso sexual contra Niño Sol, en agosto pasado.

Se contactó por correo a la abogada apoderada del hombre para el caso y, al cierre de esta edición, no hubo respuesta.

Según Carol, el niño estuvo bajo su cuidado exclusivo desde que cumplió un año de edad. Se separó del padre por “violencia doméstica”. Cuando el niño cumplió tres años, Carol sospechó que ocurrían abusos sexuales en las visitas sin supervisión. En Nueva York, el padre atrasó la evaluación psicológica del menor y comenzó a batallar por su custodia.

“El manejo y manipulaciones del juzgado fue lo que hizo a la madre huir y buscar refugio, al no encontrar protección efectiva”, asegura la abogada de Carol, Adilia Caravaca.

El padre argumentó que Carol sufre de “Síndrome de Münchhausen por poder”, una enfermedad en la que el tutelar de un niño lo abusa y lo victimiza para “obtener atención”.

“Enredó a todos en la corte con sus abogados. El juez fue muy amenazante y no permitió que testificaran mi mamá ni la maestra de mi hijo”, aseguró Carol.

Este mismo argumento fue presentado frente al Juzgado de Familia Niñez y Adolescencia en el proceso de restitución internacional.

Como consta en su respectivo expediente, cuando inició el proceso de restitución, en agosto del 2018, tanto Carol como su hijo eran portadores del carné de solicitud de refugio. Las abogadas de Carol aseguran que la confidencialidad de la información del expediente de refugio fue “violentada” porque el padre del niño tuvo acceso para plantear la restitución.

Violaciones a principios y derechos

Además de los múltiples habeas corpus que ha presentado Carol ante la Sala Constitucional, el caso de Niño Sol generó un último proceso para exigir su regreso con la madre: una denuncia por prevaricato en contra de la jueza Nelda Jiménez Rojas del Juzgado de Familia Niñez y Adolescencia en San José.

“Hemos visto que se han violentado los derechos (humanos), se ha violentado el principio de no devolución, el principio de confidencialidad y de interés superior del niño. Estamos hablando de un niño que tiene más de 200 días de estar separado de su madre. Un niño que el PANI ha dicho que necesita estar con su mamá porque se siente mal”, describe la abogada del Inamu Mónica Sandí, quien es coadyuvante en el caso.

Sobre la acusación de prevaricato, el departamento de prensa del Poder Judicial afirmó que la jueza “tiene imposibilidad legal para atender la solicitud de entrevista”. Sin embargo, el caso ya “tiene sentencia y se encuentra en el proceso de notificación a las partes”.

Mientras la Fiscalía resuelve el caso contra Jiménez Rojas, la madre de Niño Sol espera que su caso obtenga la atención de los costarricenses. “Estoy desesperada. Esto no es algo que quiero que sea público. Es muy difícil pero, al mismo tiempo, necesito apoyo. Mi hijo necesita apoyo”, aseguró.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido