País

Gobierno destituye a presidente del AyA después de cuestionado manejo en emergencia del agua contaminada

El Gobierno nombró como nuevo jerarca del AyA a Juan Manuel Quesada, quien hasta hoy fungía como presidente de Recope.

El Consejo de Gobierno destituyó hoy a Alejandro Guillén Guardia, quien ocupaba el puesto de presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), después de un cuestionado manejo de la emergencia con el agua contaminada con un hidrocarburo no identificado, que mantiene a 107.000 personas sin servicio de agua potable desde hace siete días.

Aunque la administración Chaves Robles no dio razones para la salida de Guillén, el pasado viernes quedaron expuestas las diferencias de criterio entre él y la ministra de Salud y vicepresidenta, Mary Munive, sobre el manejo de la emergencia, desde que se dieron los primeros reportes de la alerta.

En una conferencia de prensa realizada el viernes 26 de enero, Munive dijo: “Créame que ayer yo no estaba muy contenta con lo que sucedió, fue un manejo adecuado ahora, pero que desafortunadamente tal vez en tiempo y forma, no se dio, quizás al no tener la facilidad de los Laboratorios. No pudimos alertar y quizás hay responsabilidades”.

Ese día, Guillén no estaba sentado en la mesa principal, donde los voceros se dirigían a la prensa, sino que se encontraba dentro del púbico. En su lugar dio declaraciones Alejandro Calderón Acuña, subgerente operativo del AyA para el Gran Área Metropolitana (GAM).

En un momento Guillén pidió permiso a Munive para subir al podio a hablar y señaló: “Estamos hablando de contaminación del agua pero hay diferentes niveles. Tampoco nos asustemos a ese nivel(…). No es que la población está abriendo el tubo y salen puros hidrocarburos, no demos esa impresión a la población. Los valores son de 0.1 y otra de 0.6 partes por millón, lo que significa es que es necesaria una investigación, por trazas de hidrocarburos (…). “Tranquilicémonos, quizás algún taller echó aceite quemado y se filtró, pero no tenemos una situación crítica”.

Sin embargo, posteriormente Munive fue enfática: “La visión de Alejandro es ‘no está crítico’, pero la visión de Salud es ‘hasta no saber, no nos podemos jugar el chance’”.

Desde el 22 de enero en la noche, el AyA empezó a recibir denuncias de personas sobre la calidad del agua, específicamente sobre un olor y sabor a combustible. Pero el 23 de enero el encargado de producción y distribución de AyA, Rolando Rojas, comunicó que se descartaron “trazas de contaminación en las fuentes y en la planta”. Agregó que estaban realizando lavados preventivos en las redes y en el tanque de almacenamiento. El servicio de agua no fue suspendido ni se dio ninguna alerta a la población.

El 23 de enero el Laboratorio Nacional de Aguas tomó muestras; pero como no tenía la capacidad para realizar los análisis, los envió a un laboratorio externo privado, que entregó los resultados hasta el jueves 25 de enero.

Munive, quien se encontraba fuera del país cuando se dieron las primeras alertas, regresó el jueves y tomó control de la situación.

Ese día el AyA y el Ministerio de Salud confirmaron la contaminación del agua con un hidrocarburo aún desconocido y ordenaron a la población no consumir el agua ni usarla para preparar alimentos ni para bañarse. A partir del viernes se empezó a repartir agua potable mediante camiones cisternas. Hoy, varios laboratorios de la Universidad de Costa Rica (UCR) confirmaron que se detectó contaminación en al menos una de las fuentes de agua que alimentaba la Planta Potabilizadora de Guadalupe y continúa investigándose.

Ante consulta de UNIVERSIDAD, Calderón respondió el 26 de enero que recién ese día se estaban tomando muestras en las fuentes de agua que abastecían a los sectores afectados.

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