El presidente de la República, Carlos Alvarado, aseguró este viernes que pedirá a la Asamblea Legislativa un presupuesto extraordinario de ¢225.000 millones para atender a las personas que perdieron sus empleados, producto de la crisis por el covid-19.
Según Alvarado, estos recursos permitirán ayudar a 375 mil familias, durante tres meses, entregando un monto máximo de ¢200.000 mensuales por ese período.
Con este fin, el Gobierno recortará gastos del Estado en rubros como viajes, gastos de representación, costo de material y equipos, llenado de plazas, entre otros, para contar con, al menos, ¢100.000 millones de colones. Además, el presidente propondrá a los diputados hacer una fijación de los precios de los combustibles y entregar el excedente a las familias más necesitadas.
“Vivimos un tiempo extraordinario y necesitamos tomar medidas extraordinarias, para proteger a la población desde el punto de vista de sus ingresos. Debemos ser solidarios con estos costarricenses que hoy están viendo afectadas su situación económica”, manifestó Alvarado.
Impuesto solidario
Alvarado afirmó que aún se está valorando la opción de implementar un impuesto solidario, para los salarios y pensiones de más de ¢1 millón, por un plazo definido.
“En caso de ser necesario, presentaremos una propuesta para que aquellas personas que mantienen sus empleos y tienen salarios altos den una contribución solidaria para apoyar un fondo para aquellos que perdieron sus trabajos”, explicó el presidente.
Para el Ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, la entrada en vigencia de este tributo permitiría contar con recursos frescos y altos, para atacar la crisis de desempleo.
“Hablamos de que si este impuesto se aprobara y entra a regir el 1 de abril, al 31 de diciembre de este año habremos ingresado ¢186.000 millones, es decir, ¢25.000 millones al mes”, afirmó Chaves.
El presidente Alvarado indicó que presentará estas medidas ante la Asamblea Legislativa la próxima semana.
