La gerente general del Instituto Costarricense de Electricidad, Hazel Cepeda Hodgson, afirmó que la metodología de la regla fiscal generará impactos importantes en el 2022 en la capacidad del instituto para poder importar energía en caso de que sea necesario, dependiendo de las condiciones del clima; y en la necesidad de compra de combustible, ante una necesidad que se genere ante condiciones en el país.
En una entrevista telefónica con UNIVERSIDAD, sobre el estado de las finanzas de la institución, Cepeda aclaró que “la regla fiscal es uno de los grandes retos para el 2022, que ya tenemos sobre la mesa”.
“Definitivamente la metodología sí va a generar impactos importantes, específicamente en la limitación de la capacidad del instituto para poder adquirir la importación de energía en caso de que sea necesario, dependiendo de las condiciones del clima, que son condiciones totalmente fuera del control del instituto. Y en segundo nivel, en la necesidad de compra de combustible, ante una necesidad que se genere ante condiciones en el país. Eso no está dentro del control del instituto, no se pueden predecir las condiciones y cómo van a afectar. Desafortunadamente la regla fiscal, dentro de sus límites, inhibe o limita que el instituto pueda atender eso y eso generaría un riesgo importante en la continuidad del servicio esencial”, explicó.
La regla fiscal, incluida en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, limita el crecimiento del gasto presupuestario de las instituciones públicas.
“Siendo el ICE una institución autónoma y no adscrita a caja única del Estado, es importante que el ICE no esté dentro de este concepto, porque tendría efectos importantes en la capacidad de la inversión, para el mantenimiento de la infraestructura eléctrica, para la prestación del servicio y afectaría la calidad del servicio”, añadió Cepeda, quien asumió la gerencia general del ICE en 2019.
Pago de deuda
La gerente se refirió a este y otros temas que tienen que ver con la hoja de ruta financiera que el ICE ha puesto en marcha desde 2019.
En cuanto a las deudas que acumula el ICE, la funcionaria detalló que la deuda de la institución con bancos multilaterales, bancos costarricenses e inversionistas de mercados internacionales y mercado costarricense alcanza los $4 billones.
Este 2021 el ICE atendió compromisos de vencimientos de deuda que alcanzaron casi $900 millones, precisó Cepeda.
“El ICE ha venido en un proceso muy intenso en los últimos dos años para la renegociación de todo su portafolio de deuda. Luego de una seria de valoraciones y sobre todo luego de la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) alcanzó la suma de $4 billones. Una deuda que fue adquirida para poder financiar toda su infraestructura fundamentalmente en el negocio eléctrico y que hoy le permite al país gozar de una matriz prácticamente 100% renovable”, dijo.
El 70% de la deuda de la institución está en dólares y se ha logró reducir la exposición de deuda en dólares en un 13.7% del monto original de $4 billones. “Eso nos permite disminuir el efecto de la devaluación del colón respecto al dólar. Le eliminamos el riesgo cambiario en esa proporción. El ICE seguirá buscando financiamiento en colones para disminuir su deuda en dólares y seguir bajando su deuda en general”, añadió Cepeda.
Asimismo, la semana pasada se le comunicó a la institución que mejoró el perfil de riesgo ya que la calificación asignada por la agencia Moodys, pasó de B1 -perspectiva negativa- a perspectiva estable.
“Hoy somos protagonistas, después de haber estado varios años pasivos en los mercados financieros y de valores, donde tenemos que estar por el tema de nuestros financiamientos y socios financieros y eso es gracias al trabajo que venimos desarrollando en los últimos dos años”, indicó la gente, comentando que el ICE también ha vuelto a colocar bonos en el mercado de valores costarricense.
Impacto de la pandemia
Con respecto al impacto de la pandemia en las finanzas de la institución, Cepeda explicó que los ingresos del ICE disminuyeron aproximadamente en un 6% debido al efecto de la pandemia en el servicio eléctrico por la afectación que estaba teniendo todo el sector productivo (comercio, pequeña empresa y sector turismo). Estos ingresos se han venido recuperando este año con la reactivación económica y del consumo.
Otros sectores de la economía no tuvieron ese impacto y más bien optaron por mayores servicios. “En el sector de alto consumo está el caso de Intel, que ha representado una oportunidad interesante. El regreso de Intel en actividades plenas y superiores a las que tuvo la primera vez que vino al país han generado una oportunidad importante en los ingresos del instituto gracias a la apuesta que esta tremenda empresa le está haciendo al país y a la capacidad del ICE de poder responder de manera inmediata a la demanda de una empresa de esta naturaleza y calibre”, recalcó Cepeda.
Por otra parte, hubo una recomposición en el sector de telecomunicaciones y si bien bajó el ingreso previsto para el sector empresarial producto de teletrabjo, se incrementó la tasa de servicio en sector residencial.
“Nos puso de frente con retos que vienen en nuestra hoja de ruta, que es la extensión de fibra óptica hacia todo el territorio nacional”, agregó.
