País Gobierno

Firman ley que permite a yates y veleros extranjeros realizar actividades turísticas y extiende concesiones a marinas

Antes, la ley prohibía a barcos de bandera extranjera realizar actividades de transporte acuático, buceo y de recreo en el territorio nacional, lo cual cambia con la reforma aprobada y firmada hoy como ley.

El presidente Carlos Alvarado firmó una ley aprobada recientemente que otorga permisos para realizar actividades turísticas a barcos de bandera extranjera, que amplía los plazos de concesión a las marinas turísticas y que, de acuerdo con el Gobierno, beneficiará a las marinas ubicadas en Quepos, Golfito, Papagayo y próximamente Tamarindo.

La firma se llevó a cabo en un evento realizado esta mañana en Marina Pez Vela, en Quepos. La ”Ley de impulso a las marinas turísticas y desarrollo costero”, iniciativa presentada por los diputados socialcristianos Rodolfo Peña, Pedro Muñoz, María Inés Solís y Erwen Masís y aprobada por la Asamblea el pasado 17 de marzo, reforma la Ley Concesión y Operación de Marinas y Atracaderos Turísticos.

Con los grandes yates de fondo, el gerente de Marina Pez Vela, Jeff Duchesneau, comentó que hace tres años y en ese mismo lugar, un grupo de diputados le propuso la iniciativa a los empresarios de las marinas.

Duchesneau destacó que “la ley permitirá el charteo semanal de lujo de un turista que va a aprovechar todo lo que tiene Costa Rica”. Antes, dijo, solo se les permitía a los yates permanecer 90 días en territorio nacional y luego tenían que salir durante 90 días. Pero con la ley “estos yates pueden pasar hasta seis meses en el país y luego renovar hasta por dos años”, expresó.

La reforma incluye un artículo que señala que los barcos de bandera extranjera con eslora igual o superior a veinte metros (20 m) podrán realizar actividades de transporte acuático, buceo y de recreo, bajo la modalidad de arrendamiento o charteo, mediante una licencia emitida por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT). También deben formalizar un contrato con una marina turística a la que contratarán sus servicios y cancelar un Impuesto Específico de Charteo, que será de un 2,5% sobre los ingresos brutos del servicio brindado.

Las embarcaciones podrán ingresar al país y permanecer bajo un régimen de importación temporal hasta por seis meses, prorrogables por periodos iguales de manera continua hasta por un máximo de dos años. Una vez cumplido ese plazo máximo deberán permanecer un mínimo 90 días fuera de aguas nacionales para optar nuevamente por el permiso.

La licencia se cancelará inmediatamente, sin que obligue al Estado a ninguna indemnización, si la parte beneficiaria (dueño de la embarcación) incurre en el delito de narcotráfico, lavado de dinero, tráfico de personas, explotación sexual o cualquier otra violación de índole penal. Su capitán y su tripulación deberán abandonar el país en el término improrrogable de 24 horas.

El presidente Carlos Alvarado señaló que “esta ley se puso como agenda prioritaria porque vemos la gran prioridad de atraer a más personas a nuestro país, para que puedan disfrutar de todo el conglomerado de marinas de la Zona Pacífico y lo más importante para Costa Rica se llama empleo, para tripulaciones y marineros, para tour operadores, transportes, restaurantes, comercios de venta de artesanías y visitación a parques nacionales, como Manuel Antonio, Golfito, Papagayo o, como será próximamente en Tamarindo”.

El mandatario felicitó a los proponentes de la ley, diputados y al sector por identificar los “cuellos de botella y eliminarlos”. “Es decir, que puedan llegar naves, yates más grandes, permanecer más tiempo y hacer el destino más atractivo y que incluso esas personas puedan encadenarse con yates más pequeños, por ejemplo, para la actividad pesquera”.

Durante la discusión del proyecto de ley en la Asamblea Legislativa se cuestionó que esto generaría competencia en los operadores turísticos locales; pero los proponentes insistieron en que no hay embarcaciones de ese calado que realicen estos servicios en el país.

La reforma aprobada también amplía la concesión de las marinas y atracaderos de 35 a 40 años, y se puede prorrogar por 10 años.
Según Duchesneau, este es un incentivo para invertir más en las marinas. Indicó que actualmente existen cinco marinas turísticas en la costa Pacífico, que representan una inversión de $ 500 millones.

Otros cambios que trae la ley son que solicita autorizar el cambio de capitanes de manera simplificada, para que los capitanes nacionales puedan acceder a empleos en embarcaciones extranjeras y agiliza el otorgamiento de permisos temporales de trabajo para tripulaciones extranjeras con una designación de categoría especial migratoria.

Actualmente, Costa Rica permite el ingreso de turistas vía marítima en yates y veleros por las marinas Bahía Golfito, Los Sueños, Pez Vela, Banana Bay y Papagayo.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido