En sedes y recintos de la Universidad de Costa Rica se están dando procedimientos clandestinos para tramitar las denuncias de hostigamiento sexual, aunque hay un reglamento establecido para estos casos, el cual se está ignorando para llegar a conciliaciones y evitar la exposición pública, según denunció hoy Eliana Quimbayo Bolaños, del Colectivo Me pasó en la UCR.
Quimbayo hizo la denuncia durante un conversatorio que se realizó esta mañana en la Comisión de la Mujer de la Asamblea Legislativa, junto a estudiantes de la Universidad Nacional (UNA) y del Tecnológico de Costa Rica (TEC), quienes informaron sobre el avance en el combate al hostigamiento sexual en las universidades públicas.
“Aunque el reglamento prohíbe que se realicen otros procesos alternos para ver casos de hostigamiento nos hemos dado cuenta que hay sedes o recintos que o no saben o burlan el reglamento para que no se den cuenta de que hay un caso de hostigamiento sexual en su sede, este es el problema con estos procedimientos clandestinos”, dijo Quimbayo.
“El mismo sistema de estudios de posgrados, el mismo SEP, realizó su procedimiento que se inventaron para sancionar a su docente, y la estudiante tuvo que poner una denuncia a nivel del Poder Judicial”, comentó Quimbayo y añadió que “otras unidades académicas lo que hacen son conciliaciones que están prohibidas por el reglamento y por la Ley contra el Hostigamiento Sexual”.
Por eso la estudiante destacó que la rectoría, que es la que puede abrir procedimientos disciplinarios a los funcionarios que están haciendo estos procesos en sedes y recintos, debe darle seguimiento a esto. “Tenemos un muy buen reglamento en la UCR pero no lo están utilizando”, dijo Quimbayo.
Recomendaciones
Las estudiantes comparecieron ante la comisión legislativa por una moción de la diputada socialcristiana Shirley Díaz, para que expusieran sobre el tema; sin embargo, por falta de quórum las diputadas presentes acordaron realizar la mesa de trabajo con las estudiantes.
La diputada Shirley Díaz, quien preside la comisión, resumió las principales recomendaciones expuestas por las jóvenes. Estas fueron fortalecer la regionalización; brindar apoyo a las oficinas de equidad de género de las tres universidades; establecer mecanismos para la regularización de la virtualidad, que no está dentro de los reglamentos; que los plazos de prescripción sean actualizados; una solicitud clara y contundente a las rectorías para que abran el espacio necesario en las sedes y recintos para lograr que se lleven adelante las sanciones y un lugar para recibir las denuncias; exigir que se judicialicen los correos de los profesores porque se están escondiendo ante los notificadores; e instalaciones de mayor calidad para darle seguimiento a los casos y reforzar las instancias de atención.
María Clareth Calderón Monge, secretaria general de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna), expuso que hay una gran desilusión, porque la virtualidad ha puesto el tema del acoso en otra realidad. Esto por cuanto el reglamento no establece cómo combatir el acoso desde la virtualidad y esto plantea la necesidad de establecer acciones concretas. “A veces encender la cámara no es seguro frente a un profesor”, dijo Calderón.
La estudiante explicó que están analizando cómo se acopla el reglamento a la virtualidad y comentó que también han planteado descentralizar el servicio para que haya una fiscalía en cada sede y no se tenga que ir hasta la Omar Dengo a plantear las denuncias por hostigamiento.
“Pero por ajustes presupuestarios que hay que hacer en la universidad esto es casi imposible”, comentó Calderón.
