País Abril Gordienko, vocera de Poder Ciudadano ¡Ya!

“En este momento votamos a ciegas”

La vocera del grupo que impulsa la reforma constitucional para modificar la forma en que se eligen los diputados asegura que su propuesta aumentaría la representación de los territorios.

Abril Gordienko, vocera del grupo Poder Ciudadano ¡Ya!, asegura haber dedicado noches enteras para la confección y la promoción del proyecto de ley 20.127, la reforma constitucional que pretende modificar el modelo de elección de diputados costarricense.

El grupo no solo desarrolló el articulado, sino que también cabildeó con diputados de la Asamblea Legislativa hasta lograr que 14 congresistas acogieran el texto y lo presentaran hace más de dos años, y que los nuevos diputados se interesaran en discutir la reforma.

Lea también: ¿84 diputados y un nuevo sistema para elegirlos? Se abre el debate

Sobre esta apertura al debate se dice esperanzada, aunque sabe que es solo “un primer paso”. De cualquier manera, pase lo que pase, será la primera vez en muchos años que se hable formalmente sobre la posibilidad de realizar un cambio de este tipo en el Congreso.

La reforma al sistema de elección de diputados tardó, pero por fin parece abrirse campo en la Asamblea Legislativa. ¿Qué significa esto para ustedes?

— Es algo que he pensado mucho porque representa el primer peldaño de un camino que sabemos que va a ser largo, pero que solo para este primer peldaño hemos esperado varios años. Hemos trabajado arduamente varios años y hemos dedicado noches, horas de descanso, tiempo de fines de semana, de vacaciones, etcétera. Todo esto lo hemos hecho desinteresadamente, porque creemos en esta causa. Es un pequeño logro, es abrir la puerta y poner el primer pie detrás de ella. Nos da esperanza y le da esperanza a la democracia costarricense, que necesita recuperar la confianza.

El proyecto llegó a la Asamblea a finales de 2016. ¿Qué cambió desde entonces y cuánto pudo influir el desarrollo de las últimas elecciones para que ahora sí se quiera avanzar con un tema que implica aumentar el número de diputaciones?

— Yo pienso que los temas importantes y que tienen el potencial de un impacto grande toman tiempo para ser madurados y asimilados, para asentarse. Hace cinco años el tema no tenía ni siquiera viabilidad para hablarse con amplitud. Han pasado los años y nosotros seguimos insistiendo, muy modestamente, con nuestros escasos recursos, desde nuestra página de Facebook, haciendo visitas, hablando con partidos políticos, con todo tipo de personas y de grupos, y probablemente eso contribuyó bastante a que el tema comenzara a asentarse en el imaginario nacional.

Por otro lado, hay un cambio muy interesante en esta Asamblea Legislativa. No sé si puedo decir que cambió algo a raíz de las elecciones, pero lo que sí tenemos es una Asamblea Legislativa que ha demostrado ser muy distinta a sus antecesoras, una Asamblea valiente que no le ha tenido miedo a temas que otros han pospuesto por años. Es una mezcla de miembros con larga trayectoria política y de jóvenes, algunos ya conocen el sistema y otros tienen la ilusión de dejar un legado y cambiarlo.

Esa mezcla es lo que permite que se fragüe esta posibilidad, que por ahora es nada más la de discutirlo a fondo en una comisión y de que se convoque a gente experta, para que se mastique bien lo que nosotros propusimos, que sin duda puede ser mejorado.

Y ya hablando sobre la reforma. ¿Cómo la explican? ¿Qué modifica?

— Es muy sencillo. Por primera vez cada uno de nosotros tendría una persona que es nuestro representante. Vamos a saber con nombre y apellidos quién es. Por primera vez se dividiría el país en distritos electorales de los cuales va a salir solamente una o un representante, que tendría que rendirle cuentas a ese electorado. En este momento votamos a ciegas.

Una vez que entra el voto mixto tendríamos igualmente una lista cerrada a nivel nacional, ya no provincial, pero vendría acompañada de esos 42 diputados o diputadas que se tendrían que deber a sus territorios.

En cuanto a los diputados, hablamos de una combinación.

— Hay gente que anda diciendo que estamos creando dos clases de diputados, unos superiores que otros, pero para mí esa visión habla más de quien la dice que del proyecto.

El proyecto no habla de una diferencia. Todos, tanto los que vienen de distritos electorales como los de listas nacionales, van a ser diputados que representan a todo el país. Los que conocen bien una región, como por ejemplo, Guatuso, Los Chiles y Upala, van a poder traer al centro de la toma de decisiones las necesidades y las demandas de su región y a poder llevar la política pública a esas zonas.

Esto ahora no ocurre porque los partidos tienden a poner en los primeros lugares de las listas provinciales a candidatos de las zonas más densamente pobladas. Entonces ahí se crea una condición en la cual persistentemente llegan a la Asamblea personas que representan a las mismas comunidades, mientras otras nunca han tenido un representante.

Aunque el proyecto no lo propone directamente, hay quienes hablan sobre la posibilidad de mover las elecciones diputadiles de fecha (que no coincidan con las presidenciales). ¿Lo pensaron?

— Aquí voy a responder como Abril Gordienko, porque Poder Ciudadano, como grupo, ha preferido no entrar en eso.

Yo lo he estudiado un poquito más por cosa mía, y me parece que sería bueno pasar las elecciones de diputados a la fecha de la segunda ronda y no a medio periodo, porque sería vivir en una eterna campaña política y entorpecer el trabajo legislativo. Si pasáramos las elecciones de diputados para dos meses o un mes después de las elecciones presidenciales el votante podría hacer una votación más estratégica, pensar en que ya sabe quién va a ser el presidente o los principales candidatos, y si quiere darle músculo político o ponerle una oposición fuerte al Ejecutivo.

Además del número y la proveniencia de los diputados, este proyecto propone la carrera parlamentaria (reelección continua de diputados). ¿Para qué?

— Es una carrera limitada, no es indefinida, sino por un máximo de tres periodos, que pueden o no ser seguidos. Eso nos va a permitir lo que no tenemos ahora, que es tener una clase política profesionalizada, que no viene cada cuatro años a aprender el oficio y que solo puede trabajar bien un año o dos, para después empezar a buscar dónde trabajar.

Con esto, vamos a tener diputados que se van a ir especializando si demuestran excelencia. Cada partido podría tener un experto en temas hacendarios, en ambientales, en salud, en educación, en transporte, en seguridad… Entonces podrían estar allí y preservar una memoria institucional de qué proyectos hay, de qué cosas se han visto, de qué expertos u opiniones se han recabado, y que cuando venga un ministro haya una contraparte bien preparada para discutir, rebatir o complementar sus ideas.

Este proyecto caminó mucho para llegar al Congreso. ¿Por qué le han dedicado tanto a este proceso?

— Nosotros empezamos con una intuición nada más. Sabíamos que había que entrar a investigar qué pasaba con la Asamblea y qué impacto tenía su desempeño en el desarrollo del país, en los procesos de toma de decisiones que sentíamos que se estaban entrabando mucho. Y por guía de un artículo que publicó don Miguel Sobrado en La Nación hace como siete años, donde decía que cambiar el sistema de elección de diputados podía detonar una cascada de cambios positivos, nos enfocamos en eso.

Buscamos asesoría de politólogos y fuimos investigando. Sometimos este sistema mixto proporcional a simulaciones, con los resultados reales de las elecciones de 2002 y ahora ya las tenemos hasta 2018. Aplicando el modelo vimos que verdaderamente ofrecía esa representatividad que tanto buscábamos. Así fue como redactamos este proyecto de ley, con ayuda de un exasesor legislativo, y lo difundimos buscando apoyo de fuerzas políticas que quisieron introducirlo, y ahora aquí estamos.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido