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Divididos y sin temas polémicos, los partidos religiosos perdieron caudal electoral en esta campaña

Mucho ha cambiado para los partidos religiosos desde las elecciones de 2018, cuando el entonces candidato por Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, obtenía 538.504 votos, mientras que ahora, desde su Partido Nueva República, obtuvo casi la mitad.

Los partidos religiosos vivieron en estas elecciones una realidad muy distinta a la de 2018, al ver disminuido su poder político electoral, debido a que en la campaña los temas religiosos y morales no fueron los principales, sino los económicos, a la división entre Restauración Nacional y Nueva República y a la menor credibilidad que tienen las iglesias.

Así lo analizaron Alberto Rojas, Director de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional (UNA) y Adrián Pignataro, profesor de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR).

En la primera ronda de las elecciones de 2018, el entonces candidato por Restauración Nacional, Fabricio Alvarado obtuvo 538.504 votos, según el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), mientras que ahora, desde su Partido Nueva República, obtuvo 270.800 votos (con el 88% de las juntas procesadas).

Restauración Nacional pasó de tener 14 diputados electos en las elecciones del 2018 a cero en estos comicios. Nueva República, por su parte, obtuvo 7 diputados, entre ellos Alvarado.

“El líder de los partidos religiosos es Fabricio Alvarado y desde la curul va a tener asegurado ese liderazgo por los próximos cuatro años”. (Adrián Pignataro)

Factores que influyeron

Alberto Rojas explicó que entre los factores que influyeron en el bajo caudal electoral de los partidos religiosos está, primero, que las iglesias han perdido credibilidad entre la población sobre todo por los escándalos de abuso sexual que han cometido líderes, tanto de iglesias evangélicas como católicas.

En una encuesta realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR en mayo de 2021 se concluyó que el promedio de confianza en las instituciones era de 8,2% en las universidades públicas (de 0 a 10) y de 5,8% en las iglesias cristianas o evangélicas.

Segundo, los costos del quehacer político, ya que la labor de los diputados evangélicos en la Asamblea no rindió todo lo que la gente esperaba. “Los temas que se trataban en la Asamblea no tuvieron que ver nunca con temas religiosos, tenían que ver con temas políticos, económicos y ahí no tenían tanto la experiencia adecuada para sobresalir de manera importante”, indicó Rojas.

Y tercero, el académico afirmó que “en la campaña el candidato tuvo dificultad para mostrar su expertise (dominio) en temas económicos, sociales”.

“En la campaña pasada el tema del matrimonio igualitario generó una coyuntura muy particular en donde lo religioso y lo moral se convirtieron en los temas principales. Pero después de la pandemia, después de los casos de corrupción, los temas eran otros, educación, desempleo, corrupción, salud, recalcó Rojas.

Adrián Pignataro, coincidió en lo anterior. Señaló que el tema que en la pasada campaña identificó a Fabricio Alvarado y a Restauración fue su oposición al matrimonio igualitario y otros temas culturales mientras que en esta elección se centró en temas económicos.

Pignataro también mencionó que otra posible razón de fondo podría ser que la división entre Restauración y Nueva República les haya hecho perder capacidad de movilizar desde sus bases con ayuda de las iglesias evangélicas, aunque eso requiere más investigación.

“Desplazó a Restauración Nacional como fuerza”

Tanto Pignataro como Rojas consideran que, aun en estas circunstancias, Fabricio Alvarado se sigue posicionando como el candidato líder de los votantes de estos partidos religiosos.

“Sí, completamente”, dijo Pignataro, “desplazó a Restauración Nacional como fuerza, como nombre; toda la exposición que tuvo Eduardo Cruickshank como presidente de la Asamblea no fue suficiente”.

El diputado y candidato presidencial por Restauración Nacional, Eduardo Cruickshank obtuvo 10.000 votos, un 0,55%.

“El líder de los partidos religiosos es Fabricio Alvarado y desde la curul va a tener asegurado ese liderazgo por los próximos cuatro años”, subrayó Pignataro.

Rojas refirió que si bien ahorita Fabricio es el único y el grupo que representa es atractivo para personas religiosas conservadoras, que tienen ciertas perspectivas sobre aspectos sexuales y morales, es una población muy pequeña. Únicamente el 14,82% de las personas que fueron a votar le dieron su voto, aunque Rojas opina que ese pequeño porcentaje puede disminuir dependiendo de lo que hagan en la Asamblea.

“Ahorita sí tienen un grupo de diputados muy importante y podrán usarlo para hacer negociaciones e impulsar sus agendas particulares”, añadió Rojas.

Nueva República logró que se eligieran siete diputados y Fabricio Alvarado encabezaría la fracción. El partido logró elegir dos diputados por San José (Fabricio Alvarado y Gloria Navas Montero); dos en Alajuela (Olga Morera Arrieta y José Pablo Sibaja Jiménez); dos en Limón (Yonder Salas Durán y Rosalía Brown Young); y uno en Puntarenas (David Segura Gamboa).

Hacia la segunda ronda

¿Hacia qué candidato se podrían inclinar los votantes de Fabricio Alvarado en la segunda ronda? La pregunta surge frente al 3 de abril, día en que se enfrentarán el exmandatario José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), y el exministro de Hacienda de este Gobierno, Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD).

Para Pignataro, es necesario primero que, en este camino a la segunda ronda, se aclare la posición ideológica del candidato Chaves y se logre diferenciar cuál candidato propone una política económica más cercana al conservadurismo económico porque ese podría atraer más a los votantes de Nueva República.

Alberto Rojas destacó que estos candidatos pueden adquirir cierto tipo de perspectivas con un interés electoral.

“En palabras de un teólogo amigo, los candidatos ahora se van a pintar con determinado discurso para atraer votantes. De hecho el señor Chaves ya empezó a mostrar algunas perspectivas que pueden coincidir con los discursos de Fabricio; se está posicionando en contra del Estado laico”, señaló Rojas.

“Esta población se va a ir por quien muestre un discurso más conservador; sin embargo, eso tiene implicaciones, porque los discursos conservadores religiosos pueden atraer a este grupo de personas, pero pueden alejar a otro grupo. Los candidatos tienen que cuidarse mucho porque pueden hacer apuestas equivocadas”, añadió Rojas.

UNIVERSIDAD intentó contactar a los candidatos Eduardo Cruickshank y a Fabricio Alvarado para este artículo, pero no se obtuvo respuesta antes de la hora de cierre.

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