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Diputados chocan de nuevo por armas: una reforma eliminaría prohibición de dispositivos semiautomáticos

Los diputados oficialistas aseguran que una moción planteada por el PLN abriría la puerta para inscribir armas semiautomáticas, como las que comúnmente se utilizan en tiroteos masivos.

Las reformas a la Ley de Armas y Explosivos que se tramitan en la Asamblea Legislativa no dejan de agitar el ambiente en el Congreso. Ahora, los diputados discuten una nueva modificación al expediente 20.508, mediante la cual cambiarían la redacción del artículo que habla específicamente sobre las armas prohibidas.

Esta modificación fue intensamente criticada por los diputados oficialistas y por el propio viceministro de Seguridad, Eduardo Solano; quienes argumentan que el cambio permitiría la inscripción (sin ninguna restricción) de armas semiautomáticas, como las AR-15, las cuales suelen utilizarse en tiroteos masivos.

Estas armas actualmente están prohibidas por una directriz contra las armas de apariencia militar; sin embargo, esta prohibición está siendo impugnada en los tribunales.

La intención del Gobierno era dejar la prohibición plasmada en la ley, de forma que esta no pudiera caerse con futuras resoluciones judiciales o con un cambio de Gobierno, que quisiera traerse abajo la prohibición.

Por este motivo, el proyecto que se tramita en la Asamblea pide prohibir todas las armas largas “cuyo diseño de plataforma, actualizaciones y sus variantes se basaran en tecnología desarrollada y utilizada en armamento de fuerzas armadas, posterior al año 1939”. Sin embargo, esta descripción ahora sería modificada.

El nuevo texto prohibiria únicamente “las armas largas y cortas cuyo funcionamiento permita el disparo consecutivo de más de un proyectil con una sola acción del gatillo”. Es decir, únicamente las armas de corte completamente automático, como actualmente dice la ley.

La propuesta para realizar este cambio al proyecto la presentó el diputado Jorge Fonseca, del Partido Liberación Nacional (PLN); quien atacó la redacción actual de la reforma porque pondría en peligro la inscripción y la utilización de armas que ya circulan en el país.

Según Fonseca, el texto actual posibilitaría que “cualquier instrumento, cualquier arma o cualquier repuesto que sobrevenga posterior a ese año (1939) podría quedar prohibido”, una vez que las armas deban ser reinscritas y llevadas a revisión, como indica este nuevo proyecto.

Fonseca señaló a este Semanario, semanas atrás, que ha sido asesorado por personas relacionadas con el tiro recreativo y que se ha reunido con personas involucradas en el negocio de las armas; sin embargo, siempre subrayó que eso no ha incidido en sus decisiones ni en la redacción de sus propuestas para la ley.

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La reforma planteada por el diputado Jorge Fonseca busca dejar la prohibición de armas como se encuentra actualmente en la ley: únicamente para dispositivos de corte automático.

Esta nueva propuesta de Fonseca es ahora una de las últimas que se discuten como parte de los proyectos 20.508 y 20.509, las dos reformas a la Ley de Armas y Explosivos que se encuentran en su última etapa de modificaciones en el Congreso.

De hecho, este cambio es el último que se haría al texto 20.508 antes de votarse, algo que posiblemente ocurriría este mismo jueves.

Por el momento, la discusión de este cambio ya aglutinó el apoyo de cinco fracciones, con excepción del Partido Acción Ciudadana (PAC) y del Frente Amplio (FA), quienes fueron minoría de 11 contra 41.

“Abrir un portillo”

La intención del diputado Fonseca fue especialmente criticada por los diputados oficialistas del PAC, cuyo congresista Enrique Sánchez —presidente de la Comisión de Derechos Humanos— argumentó que se estaría “abriendo un portillo” para la utilización de armas semiautomáticas.

Sánchez utilizó como ejemplo las armas AR-15, modelo que se utilizó este domingo en una masacre que dejó varias decenas de fallecidos en dos mezquitas de Nueva Zelanda.

“Estaríamos  limitando a que las únicas armas que estarían prohibidas son las que tienen disparo de ráfaga, pero hay armas que no tienen disparo de ráfaga que son armas igual de peligrosas”, comentó el diputado.

“Esto nos recuerda lo que pasó recientemente con la matanza de Nueva Zelanda, donde se utilizó un arma AR-15, que no es automática pero que tiene la misma peligrosidad”, subrayó.

Según Sánchez, esto además sería peligroso tomando en cuenta que la Comisión de Seguridad ya eliminó un inciso que buscaba la misma prohibición de armas semiautomáticas a través de sus calibres, a lo cual ahora se sumaría este nuevo movimiento para dejar en total incertidumbre las normativas en la materia.

Además, dijo que continuar con esta  modificación sería dejar “las puertas abiertas a un montón de armas”, incluidas muchas que tienen “los mismos niveles de peligrosidad” que las quedarían prohibidas.

Una definición muy vaga

A pesar de los argumentos oficialistas, la posición de Fonseca contó con un apoyo mayoritario de los diputados en el Congreso, los cuales ya aceptaron llevar el tema a votación de los 57 congresistas en el plenario.

Para aprobar el cambio sólo se requeriría de 29 votos, una cifra altamente superada cuando se puso a discusión iniciar con este debate.

La moción no contó con mayores respaldos públicos por parte de los diputados que aceptaron abrir la discusión; sin embargo, sí lo hizo la diputada Zoila Volio, del Partido Integración Nacional (PIN), quien señaló que la descripción actual es muy vaga y que abriría portillos para “la arbitrariedad” a la hora de definir cuáles armas son prohibidas y cuáles no.

Además, Volio cuestionó que se critiquen las armas largas, pues —a fin de cuentas— son dispositivos que ya se utilizan en la Fuerza Pública y que sirven para la práctica deportiva.

“Si no nos gustan las armas largas eso es algo muy personal y yo lo respeto, pero no por eso vamos a prohibirlas, con base en una apariencia, cuando lo que tenemos que prohibir son las automáticas”, apuntó.

No obstante, los argumentos de la integracionista fueron rebatidos por el oficialista Enrique Sánchez, quien subrayó que la ley ya establece excepciones para los oficiales de seguridad pública y para los deportistas.

Ante este panorama, la discusión quedó en vilo y continuaría hasta el próximo jueves.

En la sesión de ese día no sólo se discutiría esta reforma, sino que además se votarían los últimos cambios al expediente 20.509, incluida la cantidad máxima de armas permitida por persona (un tema que sigue en el aire).

Tanto el expediente 20.508 como el 20.509, buscan aumentar los controles y las penalizaciones en materia de armas; sin embargo, aún hay puntos álgidos sobre la mesa.

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