País 26 mil trabajadores públicos y privados

Cuestamoras Salud, Aresep, Intel, Dole y Hologic son las solidaristas más arruinadas por $10 millones en Aldesa

Pérdidas fueron trasladadas a excedentes, en el caso de solidarista de Aresep.

Las solidaristas de empleados de Cuestamoras Salud (dueña de la Farmacéutica CEFA), la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos y Afines (ASAR), Intel (Asointel), la frutera exportadora Dole (antes Standard Fruit Company) y la empresa de dispositivos médicos Hologic son las cinco más afectadas por las inversiones del solidarismo en el grupo Aldesa. Juntas suman casi la mitad de los $10 millones de pérdidas.

A seis meses de ser declarada en quiebra, el bloque más voluminoso de afectados por el escándalo financiero de Aldesa son los y las trabajadoras afiliadas a una treintena de estas asociaciones. Se trata de poco más de 26 mil personas, de ellas 4 mil pertenecen al sector público.

“Las utilidades disminuyeron considerablemente durante dos años que fueron en los que se registró la pérdida con Aldesa”, asociación solidarista de Aresep.

El dictamen de la curadora del proceso en el Juzgado Concursal, María José Vicente, estima que “el pasivo promedio en el sector de asociaciones solidaristas es de $450 dólares por asociado”.

Solidaristas, abogados y la Confederación Nacional de Asociaciones Solidaristas (Conasol) son herméticos, pero coinciden en que esperan cobrar el dinero. Aún cuando es conocido que nunca llegará: Aldesa ya no existe, muchas de sus propiedades tampoco.

“Desconocen lo que sucedió. Los trabajadores no tienen idea”, afirmó una de las afectadas de Aldesa y que ardua vocera del caso, Flora Fernández.

“Algunos abogados vendieron humo que era recuperable. Ya se declaró la quiebra, no hay nada que hacer. Estamos en un proceso de espera. En algún momento se dijo que esto era un club de ricos que, por ser ambiciosos, perdieron el dinero. Nosotros nos vemos obligados a tener inversiones y nos engañaron”, dijo Gonzalo Meza, abogado de la Federación Costarricense de Asociaciones Solidaristas del Sector Privado, quien representa a cuatro de las afectadas (rechazó identificar cuáles de ellas).

Meza señaló a Conasol como nexo para las inversiones (aunque fueron negadas por dos de las asociaciones que contestaron sobre el origen de su contacto con Aldesa, ASAR y Hologic).

“Muchas fueron contactadas ahí, en un congreso o una actividad de solidarismo. Les vendieron (los bonos de Aldesa Corporación de Inversiones, ACI) como si fuera la parte debidamente acreditada y supervisada”, afirmó también Meza.

“Es exclusiva responsabilidad de las las juntas directivas de las asociaciones quienes deciden autónomamente sus políticas de gobierno corporativo, inversión y apetito de riesgo. Nuestra injerencia es nula en estas decisiones”, respondió el vicepresidente de Conasol, Guido Alberto Monge.

Monge también proporcionó un cronograma del acompañamiento a las solidaristas desde el 2019, cuando Aldesa se declaró insolvente. La última de ellas ocurrió en agosto del 2021.

Pérdidas pagadas por bolsillo trabajador

En el caso de la solidarista de Aresep, ASAR, forman parte de un proceso legal coadyuvado por Conasol, y que está en manos del Bufete Artavia y Barrantes. La asociación solidarista golpeó a las afiliadas con las pérdidas del millón de dólares que invirtieron en bonos de Aldesa.

“Las utilidades disminuyeron considerablemente durante dos años que fueron en los que se registró la pérdida con Aldesa, más los asociados no dejaron de percibir sus excedentes”, escribió la administradora ASAR, Jacqueline Corrales, ante consulta de UNIVERSIDAD.

No obstante, el problema no solo embiste a quienes continúan laborando en las empresas, sino en quienes salen, pues los ahorros deben ser entregados junto con la cesantía.

Los movimientos de personal también responden a los mismos negocios. Mientras que el Grupo Económico Aldesa reportó a la curadora del caso concursal, María José Vicente Ureña, que la solidarista de la farmacéutica CEFA estaba conformada por 1.383 asociadas; ahora, la base de datos del Ministerio de Trabajo solo reporta 9 al 2022.

El personal de CEFA no desapareció, sino que migró al grupo Cuestamoras en el 2015. Si ese conglomerado realizó movimientos de personal entre sus sociedades, producto de su negocio, ¿las cesantías de estos tres años también sufrieron las pérdidas de las inversiones que hicieron en los bonos no regulados?

Para este reportaje, no hay respuestas. Se envió un correo electrónico al director administrativo de la solidarista de Cuestamoras, Daniel Hernández, y se contactó a Daniel Alvarado, de CEFA, quien recogió el mensaje para Hernández. UNIVERSIDAD también envió correo a la solidarista de Intel (“ASINTEL ha sido respetuosa del proceso en las instancias judiciales y ha informado oportunamente a sus asociados”, respondió el gerente Raúl Espinoza) y a la del Tribunal Supremo de Elecciones (la gerente no devolvió el mensaje que se le dejó).

Inclusive, en las respuestas, es claro que las mismas solidaristas no tienen la información actualizada sobre que el Juzgado convirtió el caso Aldesa en un proceso de liquidación, para sacar lo que se pueda de las últimas propiedades.

El administrador de la solidarista de la empresa de dispositivos médicos Hologic, Julio Rodríguez, afirmó que los $618 mil que se invirtieron en Terra Verbena están “congelados”. Asehologic fue la única solidarista que compró participación en un proyecto tangible de Aldesa (el administrador de la solidarista afirma que “cuando esto empezó (el escándalo), se nos indicó que nos iban a dar terrenos”).

“Se congelaron los intereses, se congeló el principal. En el convenio de acreedores se están perfeccionando cuáles acreedores entran y cuáles no. Asehologic está dentro de la lista de acreedores que entran en ese proyecto específico, Terra Verbena. No se ha notificado, pero creemos que el convenio de acreedores no va, por lo que está pasando. Pero está muy oscuro en el juzgado”, aseguró Rodríguez.

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