País Pensiones

Caja aprueba reforma a régimen del IVM que elimina pensión anticipada para hombres y la aumenta a 63 años para mujeres

Se espera que esta reforma al régimen de pensiones del IVM entre en vigencia fines de 2023 o principios de 2024.

La junta directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprobó esta noche varias reformas al régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que incluyen eliminar la posibilidad de pensión anticipada para los hombres y fijarla en 63 años para las mujeres; y calcular el salario de referencia para pensionarse con base en las 300 mejores cuotas aportadas por el trabajador durante su vida laboral.

El presidente de la CCSS, Román Macaya informó en conferencia de prensa los tres principales cambios que componen la reforma al régimen del IVM, del cual dependen casi 300.000 pensionados y que tiene aproximadamente 1.500.000 de afiliados a la fecha.

El primer cambio es que las mujeres tendrían la posibilidad del retiro anticipado a los 63 años con 405 cuotas (las que rigen actualmente) en vez de los 59 años y 11 meses; y se elimina el retiro anticipado para los hombres, que se jubilarían a los 65 años con 300 cuotas. La edad de jubilación normal se mantiene como ha sido desde 1947, a los 65 años, con 300 cuotas para hombres y mujeres.

El segundo cambio es que el salario de referencia se calculará en base a las 300 mejores cuotas aportadas por el trabajador durante su vida laboral, en vez de las 240 cuotas de los últimos 20 años como se calcula actualmente.

Y el tercero es que la cuantía adicional empezará a acumularse después de 300 cuotas. Cuando una persona se jubila recibe una pensión básica, y la cuantía adicional es un 1% que se reconoce después de las 240 cuotas. La reforma señala que esa cuantía adicional se empezará a reconocer después de las 300 cuotas.

El gerente de pensiones de la Caja, Jaime Barrantes señaló que este cambio podría tener un impacto de una reducción de entre un 5% y un 7%; pero que eso “sería compensado con lo que las personas van a recibir de un segundo pilar de pensión”, aparte de la que recibirían de la Caja.

Román Macaya explicó que este proceso de reforma empezó hace tres años, con la elaboración de un estudio actuarial del régimen y la exploración de opciones que tuvieran el mayor impacto para fortalecerlo. Primero se socializaron las medidas que definió la Caja con grupos sociales de todo tipo, y luego esas propuestas de diversas organizaciones regresaron al seno de la junta directiva para una aprobación final.

La reforma no fue aprobada por voto unánime en la junta directiva, respondió Macaya, aunque resaltó que sí fue una decisión unánime que se conformará un equipo multidiscipinario técnico que acordará reformas adicionales a nivel país para darle más sostenibilidad al sistema y en el que participarán la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la Superintendencia de Pensiones (Supen), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) y otras organizaciones.

Jaime Barrantes señaló que con la reforma se oxigenará el régimen “para que tengamos recursos hasta el 2050 para pagar las pensiones, y que no se agote en 2037”. “Son propuestas dirigidas a controlar el gasto”, aclaró.

De acuerdo con los jerarcas, la pensión anticipada fue creada en los años 70s, nunca tuvo financiamiento y es uno de los elementos que más impacto tiene en el IVM. Se calcula que las pensiones anticipadas generan un gasto de ¢30.000 millones anuales.

Román Macaya indicó que ahora se tomarán una serie de medidas administrativas, luego se definirá el borrador del reglamento, se publicará en consulta pública, se recibirán observaciones y finalmente se publicará. Se espera que esta fase se complete a fin de año. La reforma entraría en vigencia 24 meses después de publicado el reglamento.

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