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Banco Nacional denuncia ante Ministerio Público a cinco funcionarios por faltante de ¢3.293 millones en efectivo

Las autoridades resaltaron que el evento no va a afectar la solidez ni la solvencia de la organización, ni mucho menos los recursos de los ahorrantes.

Las autoridades del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) presentaron este martes una denuncia ante la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (Fapta) del Ministerio Público por los presuntos delitos de peculado e incumplimiento de deberes contra cinco funcionarios de la Administración de Numerario del banco, por el faltante de ¢3.293,8 millones en efectivo de fondos públicos.

Así lo dieron a conocer las autoridades del banco en una conferencia de prensa realizada esta mañana, después de que desde el lunes circularan noticias en medios de prensa sobre el faltante; y después de que la entidad emitiera un comunicado de prensa la noche del lunes confirmando que estaban realizando una investigación interna.

La denuncia se debe a que el 3 de octubre pasado detectaron una inconsistencia en la revisión periódica y sistemática de los procesos internos de la Administración de Numerario, que administra los billetes y monedas de la entidad.

Esta es una subtesorería de la tesorería general, que se ubica en la sede central del banco, en San José.

Sin embargo, la Fapta confirmó a UNIVERSIDAD que abrió de oficio bajo el expediente 23-000369-1218-PE, ante la sustracción de dineros de las bóvedas del banco por el delito de peculado contra ignorado. En ese momento la entidad bancaria no había denunciado a los cinco funcionarios, como lo anunciaron en conferencia de prensa.

El gerente general interino del BNCR, Jaime Murillo Víquez, afirmó que en esta área se detectó una diferencia contable entre el saldo real según la contabilidad y el saldo real según el dinero en físico que está en la bóveda del banco y que hay un faltante de efectivo de ¢3.293,8 millones, que estaban bajo la custodia de uno de los funcionarios denunciados.

En agosto se realizó una valoración rutinaria de las medidas de control. A partir de algunas faltas que se determinaron en esa valoración, se acordó la necesidad de realizar un arqueo (éstos no se anuncian; deben ser sorpresivos). El 3 de octubre se realizó el arqueo como parte de la segunda línea de defensa y fue en ese momento cuando se encontró la diferencia, precisó Murillo.

En materia de control interno de riesgos en el banco hay tres líneas de defensa. Una primera es la dueña de los procesos, ejecuta las actividades de control de cara a los clientes. La segunda determina el modelo de control interno, evalúa las medidas de control, es la dueña del sistema de control interno (son entes internos pero fiscalizadores). La tercera es la auditoría interna, aclaró el funcionario.

Los cinco funcionarios denunciados por el banco fueron separados de su cargo, como una medida cautelar y se encuentran suspendidos con goce de salario. Los cuatro hombres y una mujer trabajan en el Área de Administración de Numerario y tienen entre nueve y 20 años de laborar en la institución. Se trata de dos supervisores del área, un técnico, un custodio y un contador.

Normalmente se hacen arqueos mensuales, que le corresponde realizarlos al supervisor de turno y en los cuales debe hacer constar que el monto que tenía el custodio era el que efectivamente decía tener. El supervisor es uno de los funcionarios suspendidos, mencionó Murillo.

El banco presume que los arqueos fueron simulados. Sin embargo, aún no se ha podido confirmar ni determinar el grado de participación de los funcionarios en el evento.

Reconstrucción contable

La investigación que se lleva a cabo consiste en una reconstrucción contable. Murillo aclaró que esto consiste en revisar esa diferencia, reconstruyendo día a día el ejercicio que hacían estos funcionarios en sus responsabilidades, para determinar si el monto con el que cerraron el día era el que debían tener hasta establecer un día cero, que es cuando se originó la diferencia.

Murillo comunicó que podrían toparse con un error contable, operativo o tecnológico. “Inicialmente lo que se tiene es una diferencia contable; pero falta determinar el cómo, el quién o quiénes”, dijo y añadió que en la investigación participan la auditoria interna, el área de seguridad e investigaciones y el área de control interno.

Probablemente también se deba revisar la actividad de estos funcionarios día con día, por medio de videos, agregó.

El funcionario destacó que en este momento no se puede afirmar que se trata de un fraude ni de que se robaron ¢3.293,8 millones en efectivo, ni de que lo sacaron de una forma determinada. “Podrían haber incluso hechos o colusiones con externos a la organización.

Asimismo, resaltó que salir con una suma de efectivo del área no es posible, porque es sumamente controlada. Las personas no pueden entrar ni salir del área en cuestión con ningún bolso. “Ni siquiera el bolso del almuerzo puede entrar”, declaró Murillo.

Primera vez en la historia del banco

Ante consulta de UNIVERSIDAD, el gerente interino confirmó que en los 109 años de historia del banco no se ha dado un faltante de esta magnitud. “No tenemos un evento registrado en la historia similar a un evento como este”, dijo Murillo.

“Si bien es importante, el efecto que tiene sobre las finanzas del banco no va a afectar la solidez ni la solvencia de la organización y mucho menos los recursos que tienen nuestros ahorrantes”, resaltó Murillo.

También señaló que si el banco tuviera que asumir esta pérdida sería un 0,06% de la suficiencia patrimonial (capital base) y que no compromete la solidez y solvencia de la entidad financiera.

“El banco mantiene tiene las provisiones necesarias para atender cualquier pérdida operativa”, agregó.

Murillo aclaró que el gerente general, Bernardo Alfaro se encontraba atendiendo asuntos personales porque ya tenía compromisos previos establecidos y autorizados por la junta directiva y por eso no participó en la conferencia de prensa.

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