País

Apicultores denuncian envenenamiento de un millón de abejas en Liberia

Criadores de abejas critican que Senasa ha ignorado los pedidos de supervisión que le han hecho.

El grupo Apicultores de Costa Rica denunció este viernes la muerte de un millón de abejas, en Nacascolo, Liberia, producto del envenenamiento de los insectos.

Según el presidente de los criadores de abejas, Juan Bautista Alvarado, la intoxicación se debe, presuntamente, al uso de productos dañinos por parte de los ganaderos de la zona.

“El agente tóxico es un producto que se utiliza en ganadería, ya que bañan al ganado con productos altamente tóxicos para las abejas. Las vacas y las abejas toman agua de los mismos tanques; cuando la vaca introduce el hocico contamina el agua, las abejas se la llevan y de esa manera, en apariencia, es como se da la contaminación”, explicó.

Pese a que esta es la teoría, Alvarado aseguró que no han podido confirmarla debido a la falta de apoyo por parte del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).

“No se ha determinado a ciencia cierta, porque los funcionarios de Senasa de Liberia no se han querido apersonar, pese a que el apicultor afectado ha insistido en que se recojan las muestras y se lleven al laboratorio para determinar el agente tóxico que se utilizó y poder iniciar la investigación para poner la denuncia”, señaló.

El presidente de Apicultores de Costa Rica pidió más conciencia entre funcionarios y trabajadores del campo, para preservar a los insectos y mantener el equilibrio de la naturaleza.

“La intoxicación es a lo largo y ancho del país, porque se utilizan muchísimas sustancias agrotóxicas y las personas que trabajan en agricultura o ganadería no tienen formación ni las capacitan para el correcto uso de las sustancias, por lo que las usan a su libre albedrío y causas estas situaciones”, afirmó.

En el 2020, la Cámara de Nacional de Fomento de la Apicultura denunció que los agroquímicos están matando 250 mil abejas cada día. Esta cantidad diaria equivale, en promedio, a 92 millones de abejas menos por año, una reducción de 50 toneladas de miel, pérdidas por ¢450 millones y 1.750 millones de flores menos polinizadas.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido