País Agricultura

Agroexportadores reclaman que imposibilidad de registrar plaguicidas les pone en riesgo frente a exigencias de la UE

El Pacto Verde Europeo promueve prohibir los residuos de plaguicidas en los productos que se exporten a Europa; reducir en un 50% el uso de pesticidas; y conseguir que un 25% del terreno fértil de la Unión Europea se destine a producción orgánica.

Representantes de la industria agroexportadora y de compañías de agroquímicos advirtieron que la imposibilidad de registrar nuevas moléculas de plaguicidas en el país les dificulta obtener certificaciones que necesitan para mercados exigentes como el europeo e informaron que participan en un proceso de redacción de un decreto que agilizará el trámite de todos los registros de agroquímicos, además de un proyecto de ley que se discute en la Asamblea Legislativa.

El foro realizado esta mañana, que fue patrocinado por las empresas Bayer y Corteva Agriscience y organizado por la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) y la Cámara de Comercio Internacional (ICC).

Según indicó Cadexco, la Unión Europea ya advirtió a Costa Rica que la prohibición de ciertas moléculas de vieja generación que se continúan utilizando en el país impactaría a sectores importantes cuando sean rechazadas por ese mercado internacional, lo cual se espera que ocurra en los próximos años.

El gerente comercial de la agroexportadora de yuca, malanga y otro tipo de tubérculos Tropifoods, Edgar Medina, comentó que su compañía decidió innovar en un proyecto de camote naranja, pero que al no contar con moléculas nuevas en los agroquímicos que requiere este cultivo, se le dificultan las posibilidades de diversificar su exportación porque “todos los canales posibles para obtener certificaciones para ingresar a mercados exigente en Europa se van cerrando”.

Marcela Brooks, directora de asesoría legal de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), informó que en la Ventanilla Única de Inversión de Procomer están “comprometidos con agilizar los procesos, eliminando todos los requisitos que sean innecesarios en los registros de agroquímicos” y que están en proceso de redactar un decreto que agilizará todos estos trámites de registros.

Por su parte, Federico Lizano, quien preside la Cámara de Insumos Agropecuarios, resaltó que esta situación ha terminado por convertir a los agricultores en contrabandistas, ya que están trayendo productos formulados desde Nicaragua y Panamá. “Hemos denunciado esto, no estamos de acuerdo pero es una medida desesperada; además, están llegando cualquier tipo de producto de estos países sin que nadie les de custodia”.

Según Lizano, el proyecto de Ley para el Registro de Agroquímicos (Expediente 22.437) vendría a solucionar este problema, ya que “va a organizar de forma diferente el proceso de registros, para que las evaluaciones se hagan en un sustento técnico científico y no ideológico”.

Otro expositor en el foro fue Martín Zúñiga, director para América Latina y el Caribe de CropLife, una organización gremial internacional integrada por cámaras de fertilizantes e insumos agropecuarios de todo el continente. Además, la gremial representa a las compañías Syngenta, FMC, Bayer, BASF, Sumitomo Chemical y Corteva Agriscience, cmo lo describe en su página web.

“Le negamos la posibilidad a los agroexportadores de poder ser lo suficientemente competitivos”, dijo Zúñiga y agregó que “las compañías en general no van a perder grandes cantidades de dinero si en Costa Rica no se registran plaguicidas; los que están perdiendo son los agricultores”.

“Este país se vende al mundo como un país verde; entonces sería lógico que facilite que las moléculas que se usen en el campo sean mas amigables con el ambiente”, declaró Zúñiga y añadió que significaría que se usen menos dosis por hectárea, que los productos tengan menor toxicidad y esto permitirá reducir los costos de producción para los agricultores.

Por último, la representante de la corporación Corteva, Carmen Tiu, se refirió al Pacto Verde Europeo, que promueve políticas de sostenibilidad química, agricultura sostenible y estrategias de biodiversidad, y constituye una preocupación para exportadores y compañías.

El componente principal del Pacto verde es el programa “Farm to Fork (de la finca al tenedor), que tiene metas aspiracionales (aunque no legales) para el 2030, que significarán prohibir los residuos de plaguicidas en los productos que se exporten a Europa; reducir en un 50% el uso de pesticidas; promover alternativas a los pesticidas químicos; y conseguir que un 25% del terreno fértil de la Unión Europea se destine a producción orgánica.

Tiu, de la compañía Corteva -que es la fusión de Dow Chemichal, DuPont y Pioneer – comentó que desde 2017 ha habido mucha reacción en América Latina y ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre estas políticas y su impacto, así como declaraciones firmadas por ministros de agricultura de la región, y que Costa Rica ha sido parte activa de este movimiento internacional que se opone a las nuevas regulaciones europeas.

 

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