Opinión

En tiempos del coronavirus: una radiografía perversa

Para un sector de la clase política actual, La Nación, Canal 7 y los ideólogos de la privatización, el pensionado del Magisterio Nacional es un “pensionado de lujo

Promover desde las más altas autoridades la eliminación de estigmas y                                                        estereotipos negativos que puedan surgir sobre ciertos grupos de personas a partir del contexto de pandemia.

(Comisión Internacional de Derechos Humanos. Pandemia y Derechos Humanos en las Américas. Resolución 1/2020)

Para un sector de la clase política actual, La Nación, Canal 7 y los ideólogos de la privatización, el pensionado del Magisterio Nacional es un “pensionado de lujo”; es decir, un privilegiado y hasta un descarado que no tiene vergüenza de aprovecharse de obtener beneficios, para los que no ha cotizado, a costa de los impuestos que paga el pueblo. Es el enemigo número uno del pueblo y uno de los principales causantes y responsables de la crisis fiscal que padece el país.

Esta radiografía perversa, odiosa y mentirosa no ha logrado convencer a un pueblo inteligente que sabe que quienes así opinan son “lobos vestidos con piel de ovejas”, son los ricos que hoy se visten de pobres, siendo los principales responsables de tener al país en el noveno lugar de los países más desiguales del mundo, según datos del Banco Mundial del 2016 (https://www.bbc.com/mundo/noticias-44651569).

Las razones de su riqueza mal habida sobran. Unos desfalcan bancos, como en el caso del expresidente de la Unión Costarricense de Cámaras de la Empresa Privada (UCCAEP), el señor Samuel Yankelewitz, juzgado y condenado por deudas de 37 millones de dólares (https://www.crhoy.com/nacionales/samuel-yankelewitz-tendra-que-rendir-cuentas-por-caso-yanber/). Otros, como los empresarios del ALDESA, con el señor Javier Chaves a la cabeza y esposo de la excoordinadora del equipo económico del actual Gobierno, la señora Edna Camacho –hoy premiada con un alto puesto internacional–, amasan y derrochan capitales a costa de los ahorros de pequeños y medianos inversores (https://semanariouniversidad.com/pais/grupo-de-inversionistas-de-aldesa-ya-prepara-demanda-contra-el-estado/).

Mientras otros utilizan puestos políticos para obtener dividendos personales o para sus allegados, tales como el banquero y exvicepresidente del gobierno liberacionista de doña Laura Chinchilla, el señor Luis Liberman, el gran cabildero del sector financiero, que para lucrar gestionó bajos impuestos de renta con intereses del 8% mientras los asalariados pagaban entre 15 y 30%, además de deducir intereses de préstamos obtenidos en bancos del exterior, entre muchos otros beneficios, según lo denunció el expresidente del Banco Central, el señor Jorge Guardia (https://www.nacion.com/opinion/columnistas/en-guardia/3QCXULXLLNAFPDYXMT67CYOFKI/story/). Por su parte, el excanciller de la República, también liberacionista, el señor Fernando Naranjo, quien usufructuó de verdaderos privilegios como gerente del Banco Nacional, con un salario superior a los ¢19 millones mensuales, a los que se suman dividendos anuales millonarios (http://www.laprensalibre.cr/Noticias/detalle/40185/salario-de-nuevo-gerente-del-banco-nacional-no-supera-los-%C2%A219-millones-de-fernando-naranjo).

Sumen a la lista los grandes empresarios que declaran cero ganancias al fisco, mientras explotan a sus trabajadores con salarios casi de hambre, que el actual ministro sin “cartera” y representante ante el sector empresarial, André Garnier Kruse, los considera demasiado elevados. Y entre ellos, otro banquero, el señor Leonel Baruch, del BCT, que declara cero ganancias mientras presta casi ¢10.000 millones a la mayoría de los principales partidos políticos de la contienda pasada, lo que significa que lucra con la deuda política que pagamos todos los costarricenses, sobre los que deduce los intereses y se gana los cupones del bono (https://www.nacion.com/el-pais/politica/cuatro-partidos-entregaron-bonos-por-1005/7YU57MAQJNG7VDJLUMM6UHCM2E/story/). Además, patrocina a Canal 7 con el programa “Ayer y hoy en la Historia” de don Ignacio Santos.

Con qué cara se atreven estos señores y sus defensores, como doña Pilar Cisneros, entre otros, a lanzar ataques contra pensionados del Magisterio que apenas alcanzan a ser parte de una debilitada clase media, después de haber servido al país por 35 o 40 años, y en muchos casos continuar sirviendo, de manera voluntaria, después de pensionados; así como haber cotizado hasta 6 tantos más que los cotizantes de la Caja y pagar puntualmente todos los meses de todos los años de servicio el impuesto de la renta como asalariados y pensionados, sin utilizar subterfugios para eludir esa responsabilidad ética y patriótica como mandar la plata a los paraísos fiscales. Además, continúan, después de pensionados, pagando las altas cuotas como si fueran asalariados y no pensionados, como una contribución solidaria para que las nuevas generaciones puedan llegar a disfrutar de una pensión digna. Asimismo, quienes sobrepasan el salario de un catedrático universitario hacen un aporte solidario adicional que lleva a que las deducciones oscilen entre un 40% y un 55% de su salario bruto. Eso es SOLIDARIDAD, doble o triple. ¿A cuál asalariado de los que devengan salarios más altos del sector público o privado se le deduce más del 50%?

¿Quién en su sano juicio y con los pies puestos en la tierra firme del derecho y de la ética puede catalogar a un trabajador de la educación costarricense como “pensionado de lujo”? Se trata de personas que han sabido sacrificar una suma muy alta de su salario y ahorrar lo suficiente para vivir una vejez digna. ¿Cuál aprovechamiento o descaro? Trabajo, trabajo honrado y ahorro, ahorro… Visión de futuro y solidaridad.

Esa perversa radiografía solo cabe en la mente de personas de mala fe, inducidas por el odio y la mentira a utilizar las armas más innobles de la manipulación y la violencia simbólica, para agredir a los trabajadores y pensionados del sector público, y hacer que el pueblo vea para otro lado. Buscan continuar presentándose como mansas ovejas, hoy vestidos como defensores de los pobres para hundir a los mismos pobres y a la clase media trabajadora y siempre solidaria.

Por dicha tenemos trabajadores públicos y privados solidarios que, junto con un remanente de empresarios y políticos honestos y honrados, al igual que nuestros campesinos, han sabido ganarse el pan con el sudor de la frente y, por su nobleza y solidaridad, este país ha logrado ubicarse en los primeros lugares en desarrollo humano en América Latina; igualmente, en salud, seguridad social y educación ocupar un sitial de privilegio a nivel mundial.

Este país, ejemplo en el mundo en esos aspectos, lamentablemente es el mismo que ocupa el vergonzante octavo lugar entre los más desiguales del mundo, debido, en gran medida, a la mezquindad de los grandes evasores y elusores de impuestos del sector empresarial y financiero, así como a una clase política rentista y electoralista que perdió la brújula de gobernar para el bien común.

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