Centroamérica

Guatemala sueña otra primavera 80 años después

El cambio necesario y no la revolución improbable parece ser la consigna que alienta al candidato Bernardo Arévalo del partido Movimiento Semilla para la elecciones del próximo domingo 20 en Guatemala, mientras su rival, Sandra Torres, de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), agita un discurso encendido, apasionado y con tintes populistas en su intento por alcanzar finalmente una presidencia a la que ha aspirado sin éxito en los dos balotajes anteriores (2015 y 2019).

Guatemala se dirige este domingo a un proceso que es visto desde distintas perspectivas como una votación histórica donde se juega mucho.

El país centroamericano ha caído en una crisis de su institucionalidad democrática que se agravó cuando en el gobierno de Jimmy Morales (2015-2019) no renovó el acuerdo de funcionamiento de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y expulsó del país a sus funcionarios.

Según lo ha denunciado medios como elPeriódico, que finalmente debió cerrar al ser víctima de la persecución del Ejecutivo y el Ministerio Público, mediante una serie de ejercicios políticos en el Congreso de la República, los últimos gobiernos lograron cooptar el Poder Judicial hasta convertirlo en un instrumento para perseguir a sus adversarios, muchos de ellos precisamente quienes habían denunciado y procesado a los participantes en actos corruptos.

Sandra Torres y Bernardo Arévalo se enfrentan en posturas que se han ido distanciando cada vez más hacia el balotaje.

Mientras el país parecía caer en una gobernanza fallida y la apatía de los ciudadanos ante un poder que parecía invulnerable, la sorpresa la dio Bernardo Arévalo y su Movimiento Semilla en las elecciones primarias del 25 de junio.

“Yo sé que aquí en la UNE hay hombres y mujeres definidas, aquí no hay medias pintas, aquí todos estamos definidos, los que no están definidos son los de Semilla, son los que quieren arriesgar a nuestros hijos, son los que quieren arriesgar a nuestras familias”, Sandra Torres.

Arévalo saltó de un octavo lugar en las encuestas a ser el segundo más votado, lo que le dio el pase al balotaje, en unas elecciones en que, pese a su nutrida papeleta de 22 candidatos (luego de que tres más fueron inusitadamente sacados de la contienda), dominó la apatía y el desencanto de los votantes, cuyo porcentaje de votos nulos y en blanco rebasó el 24%.

Esas primarias mostraron una derrota clara de la derecha al ser ambos candidatos al balotaje representaban posturas socialdemócratas.

Arévalo entre pragmático y soñador, pero no ingenuo

En una esclarecedora entrevista con José Luis Sanz para el medio El Faro esta semana, el candidato de Semilla resume su objetivo de gobierno de manera pragmática: “hay que hacer que las instituciones funcionen y empiecen a dar las respuestas que durante décadas no dieron a las necesidades de la población en educación, salud, infraestructuras”.

Arévalo considera que la crisis que vive el país es el resultado de la administración fallida, de instituciones que “han sido secuestradas por una clase política que convirtió la política en un ejercicio de pillaje sistemático”.

Habla de una fórmula de gobernabilidad que va más allá de un buen entendimiento entre el Ejecutivo y el Legislativo, y ampliarla a otros sectores que también buscan recuperar la institucionalidad democrática. “Los únicos que no caben son los corruptos, los violentos y los autoritarios”, dijo a El Faro.

El hijo del expresidente Juan José Arévalo, el candidato de Semilla, no ha dudado en acudir a la imagen de su padre para hablar de una nueva primavera en la democracia guatemalteca, pero sin una postura antisistema.

Para el candidato de Semilla, el principal adversario es un poder judicial cooptado, “el ariete del ataque a la institucionalidad democrática del país es el Ministerio Público”.

Efectivamente, el Movimiento Semilla, desde su sorpresivo paso a la segunda ronda electoral, ha sido objeto de una persecución continua por parte de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y su fiscal Rafael Curruchiche, así como el juez Fredy Orellana.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) se negó a acatar la orden del juez que pretendía invalidar al Movimiento Semilla por presuntas irregularidades en la creación del partido en 2017, porque la propia ley electoral de Guatemala estipula que ningún partido puede ser suspendido en medio de un proceso electoral.

Ante la presión, el TSE debió presentar un recurso de amparo ante la Corte de Constitucionalidad (CC) para que se ordene a la Fiscalía, Policía, Ejército, Corte Suprema y otras instituciones del Estado garantizar la segunda vuelta electoral del 20 de agosto.

El escenario político guatemalteco se enturbió en los últimos días, tanto por las persecuciones contra el Movimiento Semilla y su sorpresivo ascenso como por la postura de la misma candidata del partido UNE que empezó a dar muestras de desesperación ante una eventual derrota.

La candidata de UNE no ha ocultado su desesperación al acudir a una campaña de ataques a su rival que incluyen haber nacido en Uruguay, supuestas posturas izquierdistas o tolerancias al matrimonio igualitario o al aborto, que Arévalo ha desmentido.

En el debate del lunes 7 de agosto, organizado por la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG), Guatevisión y el diario La prensa Libre, Arévalo se presentó solo y durante una extensa conversación con los organizadores donde expuso las propuestas de su partido.

“Guatemala tiene ahora dos opciones, una opción es una silla vacía”, dijo Arévalo no sin contundente ironía.

“Estamos en este momento en un momento histórico (…) en el que estamos ante la posibilidad de darle la vuelta a la página de este período de décadas de gobiernos que se caracterizan por esta cooptación corrupta del Estado”, declaró Arévalo durante el evento.

La candidata Sandra Torres declinó de participar en ese acto al presentar en el mismo horario su plan de gobierno, aunque los organizadores del debate indicaron que la invitación fue girada dos meses antes de la primera vuelta del 25 de junio a los más de 20 candidatos presidenciales.

Entonces, dijo que asistiría al último debate convocado para el 14 de agosto por Canal 7.

“Allí vamos a ver quién tiene plan de gobierno y quién solo tiene un listado de buenas intenciones”, indicó la exprimera dama ante el aplauso de sus seguidores.

Otro debate

En ese debate, el lunes 14 por canal 7 de Guatemala, Torres cargó con su discurso fuerte contra Arévalo y no se reservó ataques de todo tipo, insistió en cuestionar la nacionalidad de Arévalo, quien nació en Uruguay, debido a que su papá, el expresidente Juan José Arévalo, debió salir del país tras un derrocamiento de su gobierno.

Durante toda la discusión, el candidato de Semilla insistió en desmentir y acusar a su rival de una campaña negra, además de sus vínculos con el partido del presidente saliente Alejandro Giammattei, cuyo gobierno, según las encuestas, tiene más de un 70% de desaprobación.

Respecto del tema de seguridad, Torres, quien recientemente se reunió con sectores militares, habló de militarizar e intervenir las cárceles, aumentar las policías y sacar fuerzas combinadas para la seguridad en las calles, dijo con lo que dejaba ver su similitud con las políticas del mandatario salvadoreño Nayib Bukele, a quien dice admirar.

Con un discurso de orientación populista, Torres prometió quitar aranceles, impuestos y bajar el costo de la canasta básica, así como otorgar 700 quetzales y la Bolsa Solidaria de manera mensual.

Arévalo señaló que no aumentará impuestos ni creará nuevos y los fondos necesarios los obtendrán de eliminar la corrupción, que le cuestan a veces el 40% del presupuesto de la nación. Combatir la evasión de impuestos, el fraude aduanero y el contrabando permitirá la inversión social que el país necesita, dijo Arévalo.

Torres atacó a su rival de no asistir al Congreso donde es diputado y de no cumplir con sus funciones, mientras este respondió que es ella quien tiene que dar respuestas.

En septiembre de 2019, a Torres se la acusó de haber recibido $2,5 millones para su campaña que no fueron reportados al Tribunal Supremo Electoral. En octubre, fue hospitalizada por problemas de salud y, en enero de 2020, se le reconoció arresto domiciliario tras pagar una fianza de $100.000. En noviembre de 2022, finalmente una jueza ordenó cerrar el proceso ya que la investigación carecía de “sustento legal”.

El resultado de la primera ronda fue un triunfo del descreimiento de los votantes, mientras los seguidores de Semilla esperan que haya un resurgimiento del entusiasmo.

En redes sociales

La semana pasada, en las redes sociales se viralizó un video en el cual la presidenciable de la UNE indica que los miembros del Movimiento Semilla son “todos afeminados y son una partida de h*****”, informó el diario La Hora de Guatemala.

También, dijo: “yo sé que aquí en la UNE hay hombres y mujeres definidas, aquí no hay medias pintas, aquí todos estamos definidos, los que no están definidos son los de Semilla, son los que quieren arriesgar a nuestros hijos, son los que quieren arriesgar a nuestras familias”.

“Yo soy una mujer hecha y derecha, y definida. Y aquí protegemos la vida, desde su concepción, protegemos a la familia, el matrimonio entre un hombre y una mujer, no el matrimonio de dos hombres y dos mujeres”, sostuvo Torres.

Hacer florecer la democracia va mucho más allá de quien gane el domingo las elecciones.

Por su parte, Arévalo respondió mediante un video en la red social X, anteriormente Twitter, en el cual se defendió de lo que calificó de una campaña sucia. “La familia será el núcleo fundamental de la sociedad y las personas merecen tener dignidad, respeto y protección. Vamos a construir esa Guatemala con todo respeto por estos valores, porque son también mis valores, libres de discriminación y de odio”, agregó.

“Es mentira lo que se ha dicho sobre el matrimonio del mismo sexo. Nuestro gobierno será siempre en favor de la vida, una vida digna para nuestras futuras generaciones”, afirmó Arévalo.

“Finalmente, creo en la libertad de culto y en la libertad de religión, que el gobierno debe estar abierto a escuchar a todas las personas, a todos los líderes religiosos o sociales y que los políticos deben abstenerse de intervenir en los asuntos religiosos”, dijo. “Sobre todo creo en la verdad, en decir las cosas de frente, con honestidad, sin miedo”, resaltó el candidato presidencial.

La verdad de las encuestas

Una encuesta de la firma CID Gallup y la Fundación Libertad y Desarrollo publicada el miércoles 9 de agosto señaló que Arévalo encabeza con 43% la intención de voto para el balotaje frente a Torres, que recibe un 28%.

Un 22% de los consultados declaró que no votará por ninguno de los dos candidatos, ambos socialdemócratas, y el 7% pretende anular el sufragio.

“Hay que hacer que las instituciones funcionen y empiecen a dar las respuestas que durante décadas no dieron a las necesidades de la población en educación, salud, infraestructuras”, Bernardo Arévalo.

Al considerar solamente los votos válidos, Arévalo tiene 63% de intención de voto y Torres 37%, según el sondeo presentado en una rueda de prensa, informó AFP.

Mientras un 40% de los encuestados considera que Arévalo tiene la capacidad para solucionar los problemas del país, solo un 24% ve en Torres esas cualidades, pese a su experiencia como primera dama durante el gobierno de su difunto esposo el expresidente Álvaro Colom (2008-2012).

No obstante, lo cierto es que para cualquiera que gane las elecciones del domingo 20 de agosto no se tratará de un gobierno fácil. Con apenas 23 diputados, Semilla será la tercera fuerza en el Congreso frente a los 28 de la UNE, de su rival Sandra Torres y 39 del partido Vamos del saliente Alejandro Giammattei.

Es posible que la urgencia de salir del empantanamiento que asfixia la democracia guatemalteca logre que los votantes salgan de la apatía y definan un ganador contundente que le dé la fuerza necesaria para superar su mayor amenaza, la corrupción institucionalizada.

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