Mundo Medio Oriente

Genocidio y tambores de guerra

La tensión en Medio Oriente disparó alarmas en todo el mundo, cuando por primera vez Irán lanzó una andanada de misiles y drones desde su territorio a Israel, a sabiendas de que posiblemente serían interceptados, pero sentando un precedente de confrontación entre potencias militares muy inestables y que implicaría a muchos otros actores extrarregionales.

Es sabido que cualquier sociedad que rompa el contrato social, que abandone el estado de derecho y el diálogo, se precipita a la violencia, al caos y la ruina. Las guerras son la más triste expresión de eso y solo son gloriosas en la historia que construyen y cuentan los vencedores.

Pero el negocio de las armas, la producción de armamento, tiene como destino ser consumido, pues si no se acumula, hasta el punto de que un país puede ser que su mayor activo sea una poderosa industria armamentista, o un arsenal escandaloso, mientras su economía hace aguas con Estados debilitados y reducidos navegando en el tormentoso mercado global.

“La guerra es siempre un absurdo y una derrota”, papa Francisco.

Cuando los otros negocios no van bien, la guerra resulta un recurso, quizás el más abominable al que acude el ser humano.

“La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme”, dijo el papa Francisco ante unos 60.000 fieles en su mensaje de Pascua.

“No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción?”, se preguntó durante su bendición “urbi et orbi”, en las ceremonias de la reciente Semana Santa. No obstante, los líderes del mundo no parecen querer atender ese clamor.

El presidente Biden y el secretario de Estado Blinken dijeron que Washington seguirá defendiendo a Israel, pero que no desea una escalada con Irán.

La vía diplomática o la bélica

La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 25 de marzo exigió un alto al fuego inmediato durante el mes de Ramadán que conduzca a un alto el fuego permanente y sostenible, a lo cual Israel no hizo el más mínimo caso y, en respuesta, una semana después perpetró dos ataques que desafiaron el derecho internacional y la postura incluso de sus propios aliados.

El lunes 1 de abril, el asesinato en Gaza de siete cooperantes internacionales de la ONG World Central Kitchen (WCK) del chef hispano-estadounidense José Andrés conmovió por la crudeza del ataque que persiguió a las víctimas que intentaban ponerse a salvo, con tres bombardeos seguidos hasta eliminarles.

Netanyahu respondió que había sido un error y que “esas cosas pasan en la guerra”.

Ese mismo día ejecutó el bombardeo de la sección consular de Teherán en Damasco donde mató a al menos 13 personas, entre ellas el oficial iraní de mayor rango en Siria, Mohamad Reza Zahedi, y 6 miembros de la Guardia Revolucionaria de la República Islámica.

“El Consejo de Seguridad falló en su deber” al no condenar el ataque del 1 de abril, recalcó el embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani, al afirmar que Irán no quería una escalada, pero respondería a “cualquier amenaza o agresión”.

Irán aseguró que esa agresión, violatoria del derecho internacional, sería castigada.

El sábado 13 de abril, luego de avisar con horas de antelación, Irán lanzó un ataque con más de 350 proyectiles entre misiles y drones contra Israel.

Irán aseguró que informó a Estados Unidos y dio un aviso de 72 horas a los países vecinos antes de lo que tildó de ataque “limitado” contra Israel.

Además EE. UU., Francia y el Reino Unido contribuyeron a interceptar el ataque. Sin este apoyo, su sistema de defensa, incluyendo el escudo antiaéreo, conocido como la Cúpula de Hierro, probablemente hubiera sido desbordado por los misiles y drones iraníes.

“Tenemos una base aérea en Jordania (…) el espacio aéreo jordano fue violado por esos disparos. Hicimos despegar nuestros aviones e interceptamos lo que teníamos que interceptar”, dijo el mandatario francés Emmanuel Macron el lunes.

Hossein Salami, el comandante de los Guardianes de la Revolución de Irán, dijo que “a partir de ahora, en caso de ataque israelí contra intereses, personalidades o ciudadanos iraníes en cualquier lugar, habrá una respuesta”.

Ataque anunciado

Antes de que Irán lanzase su inédito ataque contra Israel el sábado 13, Washington y Teherán mantuvieron una “serie de comunicaciones directas a través de Suiza”, indicó un funcionario estadounidense a AFP.

El jefe de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Mohammad Bagheri, precisó que las conversaciones contenían una advertencia a Estados Unidos, avisando que “si (Washington) cooperaba con Israel en cualquier acción futura, sus bases no estarían seguras”. El mensaje fue transmitido a través de la embajada de Suiza, país que representa los intereses estadounidenses en Irán desde la toma de rehenes en la embajada de Washington en Teherán en 1980.

“Los ataques fueron ciertamente calibrados, dirigidos a instalaciones militares con el objetivo de no infligir demasiado daño ni herir a nadie”, dijo a la BBC Sanam Vakil, del grupo de expertos Chatham House.

Irán también había apostado por una reacción limitada en 2020, cuando un bombardeo estadounidense mató al general Qassem Soleimani, un importante jefe de los Guardianes de la Revolución, afirman los expertos.

Cuatro días después, lanzó misiles contra dos bases estadounidenses en Irak, pero advirtiendo a Washington antes del ataque, según fuentes estadounidenses. Ningún soldado murió en la agresión.

Ahora, la “exitosa operación” contra Israel ha “reforzado la disuasión estratégica de Irán frente a sus enemigos”, afirmó el lunes el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian.

La ONU, otra vez

En la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada de urgencia el domingo 14, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió sobre una posible profundización del conflicto en Oriente Medio.

“Ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras”, clamó Guterres. “Oriente Medio está al borde del abismo”, dijo al Consejo de Seguridad.

“Los pueblos de la región se enfrentan a un peligro real de conflicto generalizado y devastador. Este es un momento para la desescalada y la distensión. Es el momento de mostrar la máxima moderación”, insistió a las partes.

El Consejo “debe tomar medidas punitivas urgentes para obligar a este régimen a detener el genocidio contra el pueblo de Gaza”, sentenció el embajador iraní ante la ONU, este lunes.

“La nueva ecuación es la siguiente: a partir de ahora, en caso de ataque israelí contra intereses, personalidades o ciudadanos iraníes en cualquier lugar, habrá una respuesta”, dijo Hossein Salami, el comandante de los Guardianes de la Revolución de Irán.

Moderación

Irán considera que con la operación del sábado 13 el asunto está “zanjado” y advirtió contra cualquier “comportamiento imprudente” que pudiera desencadenar una reacción “mucho más fuerte”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este lunes que quiere evitar que se propague el conflicto en Oriente Medio, después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, subrayó que Washington seguirá defendiendo a Israel, pero que no desea una escalada con Irán.

Los llamados se multiplican para disuadir al gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de lanzar una respuesta que pueda atizar las tensiones en Oriente Medio.

“No podemos quedarnos con los brazos cruzados ante tamaña agresión, Irán no saldrá indemne”, afirmó el portavoz del ejército, Daniel Hagari, durante una visita organizada para la prensa a una base del sur de Israel, que era objetivo del ataque repelido en su mayoría.

A lo interno, Netanyahu enfrenta una seria oposición que critica la forma en que ha manejado la crisis, desde el ataque del 7 de octubre, como es el caso del opositor Benny Gantz, del Partido de Unidad Nacional (centro derecha).

Pero los esfuerzos para contener una escalada también se dan dentro del mismo gobierno de Israel.

“Pedir a los ministros de este gobierno que adopten un comportamiento responsable es una misión imposible, pero al menos deben dejar de blandir en los medios amenazas contra Irán”, dijo el lunes el líder de la oposición israelí, Yair Lapid.

La falta de equilibrio y humanidad, demostrados en seis meses de genocidio en Gaza, en un líder como el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, debería ser suficiente que separarlo de la enorme responsabilidad de dirigir un país y, sobre todo, un ejército. Asimismo, debido al comportamiento de sus fuerzas armadas, se le debería prohibir a ese país contar con armas nucleares. Existen otros líderes políticos en Israel que plantean alternativas más sensatas para reducir las tensiones en Medio Oriente, como el ministro Benny Gantz, del Partido de Unidad Nacional (centro derecha).

Miles de israelíes se manifiestan desde hace algunas semanas contra Netanyahu y reclaman una mejor solución para recuperar a los rehenes que tiene Hamás prisioneros.

Rusia y China

“Estamos extremadamente preocupados por la escalada de tensiones en la región y pedimos a todos los países de la región que den muestras de moderación. Una nueva escalada no beneficiaría a nadie”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, el lunes.

En una conversación telefónica, “Vladimir Putin expresó su esperanza de que todas las partes muestren una moderación razonable y eviten una nueva ronda de confrontación que tendría consecuencias catastróficas para toda la región”, según un comunicado difundido por el Kremlin.

Por su lado, China considera “que Irán puede manejar bien la situación y evitar más tumulto en la región, al tiempo que resguarda su propia soberanía y dignidad”, dijo Wang Yi, ministro chino de Relaciones Exteriores, tras una conversación telefónica con su homólogo iraní, informó la agencia Xinhua.

Tras más de seis meses de genocidio en Gaza, los organismos del derecho internacional ni siqueira han podido obligar a Israel a un alto el fuego.

Ayuda EE. UU.

Tras semanas de disputas políticas entre el Gobierno del demócrata Joe Biden y sus opositores republicanos, la Cámara de Representantes anunció el lunes que votará paquetes separados de ayuda para Ucrania e Israel.

“Una serie de hechos se han precipitado alrededor del mundo y los estamos examinando con mucha atención. Sabemos que el mundo nos observa y quiere ver cómo reaccionaremos”, declaró el presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson.

Aunque las capacidades disuasorias de EE. UU. sobre Netanyahu no parecen muy eficaces, la respuesta de Washington ante una eventual escalada es crucial y determinante.

El estrecho de Ormuz

Países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Baréin, Kuwait y Omán están justo en frente de Irán, por lo que están en plena efervescencia diplomática para evitar un conflicto regional que pondría en peligro su seguridad y, sobre todo, sus ambiciosos proyectos de reformas económicas, informó la AFP.

Los países de la región comparten una convicción, y es que “los conflictos son malos para los negocios y el evitarlos es ahora una prioridad absoluta”, explicó a la agencia Andreas Krieg, especialista de Oriente Medio en el King’s College de Londres.

“Arabia Saudita aprovechará sus vínculos con Estados Unidos para presionar a Israel en favor de un alto el fuego en Gaza y para que no responda al ataque iraní” del sábado 13, estimó, por su parte, Umer Karim, investigador de política extranjera y especialista de este país en la Universidad de Birmingham.

El estrecho de Ormuz, la principal ruta marítima que conecta los países petroleros de Medio Oriente con los mercados de Asia, Europa y América del Norte, es uno de los puntos de mayor preocupación ante una eventual escalada en el conflicto en la región.

La República Islámica amenazó en varias ocasiones con bloquear el estrecho de Ormuz en caso de acción militar de Estados Unidos en la zona. Los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico de Irán, controla las operaciones navales en el golfo y se encarga de garantizar la seguridad del estrecho.

La otra ruta marítima crucial es en el mar Rojo, donde los hutíes, aliados de Irán, han sostenido ataques en respaldo de los palestinos de Gaza desde el inicio de los ataques de Israel hace seis meses.

En diciembre, Washington anunció la formación de una coalición de diez países en el mar Rojo para hacer frente a los repetidos ataques de los hutíes de Yemen contra barcos que consideran “vinculados a Israel”.

“Si la guerra se detiene por medio de Irán, eso es lo que queremos. Si no, que (los israelíes) golpeen no solo a Irán, sino también a Siria, Jordania y todos los países árabes”, dice en las abarrotadas calles de Rafah, Ahmed Abu Awdeh, un desplazado, a AFP en tono desesperado, reprochando implícitamente a los países árabes que no se esfuercen por frenar la guerra en el territorio palestino.

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