Centroamérica COVID-19

Informe del BID: Ministerio de Salud de Nicaragua proyectó 813 muertes por Covid-19 y más de 32 mil contagios

Human Rights Watch advirtió que estas cifras podrían generar un colapso de un sistema de salud que ya está debilitado.

El Ministerio de Salud de Nicaragua (MINSA) proyectó 32,500 casos de coronavirus en los siguientes seis meses y que el número de fallecidos podría rondar las 813 personas, según un informe confidencial preparado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Bancos Multilaterales de Desarrollo.

Así lo recoge el reciente documento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “El impacto del Covid-19 en las economías de la región”, que contiene análisis detallados de Belize, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.

Sin embargo, al 13 de abril, las mismas autoridades del MINSA indicaron en su informe diario que sólo existen 3 casos confirmados de Covid-19, 5 recuperados, una persona fallecida y 12 casos sospechosos.

Según la proyección oficial del MINSA, incluida en el reporte del BID, se calcula que en Nicaragua puede haber 32,500 afectados en un periodo de seis meses a partir del momento en que el virus ingresó al país. De estos casos, el 75% podría ser leves o moderados y el 25% graves.

El organismo internacional Human Rights Watch ya emitió un informe de reacción, en el que advirtió que estas cifras podrían generar un colapso de un sistema de salud que ya está debilitado.

En su informe, la OMS clasificó a Nicaragua como un país de alta vulnerabilidad ante el Covid-19, ya que tiene un alto riesgo de recibir casos importados (se considera país de alto riesgo al que ha recibido más de 1.000 viajeros aéreos). También señaló que tiene un nivel 2 de capacidad de respuesta ante una posible propagación (la escala va de nivel 1 a 5, siendo 5 el máximo nivel de preparación).

La vigilancia epidemiológica de los CPC

Diversos sectores han solicitado al Gobierno que cancele todas las actividades partidarias, sociales y políticas para evitar la aglomeración de personas y la propagación del virus. No obstante, el Gobierno sigue convocando a la población a actividades masivas. Este fin de semana organizó un evento en el puerto Salvador Allende, con bailes y presentaciones artísticas; y durante Semana Santa se realizaron festivales y concursos de reinas del verano en balnearios, aunque la concurrencia fue poca.

De acuerdo con el informe del BID, las tres medidas adoptadas por Nicaragua son los controles epidemiológicos en puntos de ingreso terrestres, aéreos y marítimos, la implementación de protocolos de vigilancia epidemiológica a nivel nacional y la cuarentena preventiva para nacionales y extranjeros por 14 días posteriores a su ingreso al país.

El Gobierno de Nicaragua aún no ha implementado ninguna restricción migratoria ni cierre de fronteras.

Nelson Rodríguez, periodista nicaragüense, explicó que en el aeropuerto y en las fronteras hay personal de salud tomándole la temperatura a la gente que entra al país. Les hacen llenar un formulario y les dan seguimiento a través de sus estructuras partidarias, en los lugares donde viven.

Rodríguez aclaró que los Consejos de Poder Ciudadano (CPC) son estructuras del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que vigilan en los barrios. “Si hay información de que una persona llegó del exterior y los CPC se dan cuenta de que hay una persona con calentura o síntomas de coronavirus, lo reportan a la policía y al Ministerio de Salud y llega la policía a llevárselo”, dijo.

La “cuarentena ciudadana”

Cuando ya se había reportado el primer caso en Nicaragua, el Gobierno lanzó una campaña preventiva, de visitación casa por casa, para dar información,

La vicepresidenta y vocera de Gobierno, Rosario Murillo, anunció este lunes que retomarán estas visitas casa por casa de simpatizantes del FSLN, los CPC, la Juventud Sandinista y personal médico como brigadistas de salud.

Estos brigadistas ya han sido rechazados por varios pobladores que decidieron quedarse en casa en cuarentena voluntaria. Los habitantes les cerraron las puertas y les reclamaron porque no usaban mascarillas ni guantes como medidas de protección.

La población ha organizado su propia “cuarentena ciudadana”, a través de las campañas masivas que han hecho medios de comunicación siguiendo las orientaciones de la OMS y también de organizaciones como la Unidad Médica Nicaragüense.

La Unidad está conformada por médicos que eran funcionarios del sistema de salud público; pero fueron despedidos por el Gobierno cuando se opusieron a negarle la atención a la población que protestaba durante la crisis que inició en abril de 2018.

“La gente ha seguido las orientaciones de estos medios de comunicacion y de estos especialistas y otras organizaciones, que han llamado a la gente a quedarse en sus casas, a resguardarse, tomando las medidas preventivas como lavarse constantemente las manos, salir solo lo necesario, cambiarse la ropa, lavarse la suela de los zapatos”, contó Rodríguez.

“La gente ha estado comprando mascarillas por su propia cuenta, la gente que puede; y los que no, ahí se la rebuscan y hacen con pañuelos, con tela, de su propia cuenta y así se está protegiendo gran parte de la población”, agregó el comunicador.

Otra iniciativa que surgió fue un proyecto de centros de prevención médica del Covid-19, por parte de la Diócesis de Matagalpa de la Iglesia Católica; pero fue impedido y prohibido por el Ministerio de Salud.

El Colectivo de Mujeres de Matagalpa, que lleva 35 años trabajando en salud preventiva y comunitaria, hizo un folleto informativo impreso y digital, que están repartiendo las promotoras en salud. Ana Ara, integrante del Colectivo, narró que la idea surge de la necesidad de las personas de tener acceso a una información que les tranquilice y les ayude a tomar medidas de prevención que estén a su alcance.

Asimismo, en semanas recientes surgió el Observatorio Ciudadano COVID-19, un esfuerzo colaborativo que emite un reporte diario -no es un informe oficial de la situación del país- con información proporcionada por sociedad civil, redes territoriales, activistas digitales y familiares de personas afectadas.

Según el Observatorio, al 9 de abril existían 174 sospechosos. Este equipo, que empezó a monitorear el 14 de marzo, reúne información que el MINSA no registra y que, en el peor de los casos, ni siquiera investigó. Registran irregularidades en la atención médica, actuación de organismos estatales y situación de derechos laborales en centros privados de trabajo. Si bien recibe una cantidad considerable de reportes, solamente publica la información verificada por médicos epidemiólogos y salubristas.

El sistema de salud

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también publicó un monitoreo sobre las condiciones de la salud pública en Nicaragua, y externó su preocupación por la renuncia en los últimos días de personal médico altamente calificado, debido a la falta de condiciones para enfrentar la pandemia. Según información pública, el MINSA está reclutando estudiantes universitarios del sector salud para llenar las vacantes dejadas por trabajadores de la salud que debieron abandonar sus puestos por despido o persecución por motivos políticos.

La CIDH hizo un llamado al Gobierno de Nicaragua a que reincorpore a sus puestos de trabajo los profesionales de la salud que han sido arbitrariamente despedidos.

Como relató Rodríguez, la cobertura de salud en Nicaragua, es pública y gratuita; pero en la atención en los centros de salud se le da preferencia a los simpatizantes del partido y funcionarios del gobierno.

“Los que no son simpatizantes del partido y que no llevan un carné los atienden; pero como se dice aquí, de mala gana. El sistema de salud es deficiente. Las listas de espera son largas, hay escasez de medicamentos y de especialistas. No hay condiciones, hay mosquitos. Los que tienen posibilidades van y pagan atención médica privada”, añadió.

La CIDH también denunció la falta de materiales de bioseguridad y equipos e insumos hospitalarios para hacer frente a la pandemia. Habría 6.000 camas de hospital y 160 respiradores. Asimismo, la sociedad civil ha advertido que no existe independencia técnico-epidemiológica de las autoridades sanitarias, en relación con el Poder Ejecutivo, lo cual tendría incidencia directa en la capacidad de respuesta y de toma de decisiones basadas en evidencia científica.

A futuro

El Ministerio de Educación anunció un período de vacaciones escolares del 4 al 20 de abril para estudiantes y del 4 al 17 de abril para personal docente y administrativo. El Ministerio del Trabajo dispuso la posibilidad de vacaciones para los funcionarios públicos del 4 al 15 de abril. Aún se desconoce si se extenderán estas medidas.

Según registra el informe del BID, algunas empresas han permitido a los trabajadores el trabajo a distancia. Las principales cadenas de supermercados del país han adoptado una política de racionamiento de productos de limpieza e higiene personal para evitar el desabastecimiento. Y restaurantes, gimnasios, bares y clubes han cerrado hasta nuevo aviso.

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