Después de una historia de 70 años de relación, la Federación Alemana de Fútbol (DFB por sus siglas en alemán) anunció que no renovará su vínculo con la empresa de ropa deportiva Adidas, de su tierra, y firmará un convenio con la marca estadounidense Nike.
Sin embargo, la ruptura no será de inmediato, sino que el nuevo vínculo comercial será efectivo a partir de 2027, con una duración inicial de siete años.
El motivo extraoficial aún no revelado por la DFB para el cambio de proveedor de uniformes obedece a un factor económico, donde al parecer la marca Nike ofrece un monto mayor a los 100 millones de euros anuales, que duplica lo que le da Adidas.
Además, la DFB necesita ingresos frescos para solventar algunos gastos recientes como la inauguración de sus nuevas oficinas en Frankfurt, con un valor de 180 millones de euros; los procesos tributarios en su contra cuyo costo final aún se desconocen pero se estiman en millones de euros y los escasos premios que le dejaron sus fracasos deportivos en los mundiales masculinos Rusia 2018 y Catar 2022 y el femenino Australia y Nueva Zelanda 2023, donde no superó la fase de grupos.
Lo que sí dijo la DFB fue el motivo que el proceso para elegir a la Nike “es el resultado de una licitación transparente y libre de discriminación”, pues además de lo económico les gustó su diseño y visión de negocio.
John Donahoe, director general de la Nike, saludó el convenio catalogándolo como “la grandiosa prueba de que nadie nos puede vencer si damos lo mejor de nosotros”.
Por su parte en Alemania hay sectores disconformes con el cambio de proveedor, ya que recuerdan que desde el Milagro de Berna, cuando se alcanzó el primer título mundial allá en Suiza 1954, el fundador de Adidas, Adi Dassler, diseñó los uniformes y el calzado que funcionaron para reducir sus resbalones en la cancha mojada del Wankdorfstadion, sede de aquella final que empezaron perdiendo 0-2 y terminaron ganando 3-2 ante la favorita de entonces, Hungría. Además, para ellos es el símbolo del resurgimiento alemán después de la II Guerra Mundial.
Algunos de ellos el Ministro de Economía, Robert Hebeck, quien opina que Adidas y los colores de la selección nacional siempre han sido parte de la identidad alemana, y no puede imaginarse un uniforme alemán sin el logo de Adidas, y el primer ministro de Baviera, Markus Söder, quien evidenció su disgusto con la decisión al catalogarla de equivocada, lamentable e incomprensible. “El fútbol alemán es patria pura y no un juguete a merced de las luchas internacionales entre empresas. El comercio no lo es todo”.
