¿Muchos? ¿Pocos? Imposible saber. Los chilenos han salido esta mañana a votar y un recorrido por los centros electorales de algunos barrios de Santiago dan la impresión de mucha animación, de tránsito lento alrededor, ninguna propaganda (las restricciones, en este sentido, son radicales). Los candidatos presidenciales van votando, poco a poco. Pero tampoco despiertan mucho entusiasmo. Todo se hace con una cierta contención.
La cantidad de electores es un factor clave en estas elecciones, advierten los expertos. Son poco más de 13 millones de electores inscritos y se estima una votación de cerca del 50%.
Se trata de especulaciones en torno a la votación que puede tener el candidato conservador, Sebastián Piñera (Chile Vamos). Nadie duda de que ganará esta primera vuelta. Pero, ¿con cuántos votos? Alrededor del 45% le aseguraría el triunfo en la segunda, el 19 de diciembre. Un 40% le haría muy cuesta arriba la segunda vuelta. Esta es la reflexión que se oye, en general, en Santiago.
Detrás, en segundo lugar, el candidato del oficialismo, Alejandro Guillier (Nueva Mayoría). Es también una opinión generalizada. Nadie se atreve a pronosticar otro orden en los resultados, con la candidata del Frente Amplio, de izquierda, Beatriz Sánchez (Frente Amplio), en un tercer lugar. Cualquier otra cosa sería una sorpresa. Se estima que una alta participación no favorece a Piñera. Una menor participación incrementaría sus posibilidades.
Pero los candidatos son ocho, incluyendo a la demócrata cristiana, Carolina Goic, y José Antonio Katz (independiente), al que ubican en una extrema derecha. Goic se apartó de la coalición oficialista, que integraron en las elecciones pasada. Y Katz le disputa a Piñera parte del voto conservador.
Otros tres están en la disputa. Marco Enríquez Ominami, candidato del Partido Progresista (PRO), aspira por tercera vez. Pero su verdadera opción, si la hay, está en elecciones futuras. La lista la cierran Alejandro Navarro (País) y Eduardo Artés (Unión Patriótica).
El movimiento empezó temprano y se fue animando al mediodía. A pesar de que el calor aumenta, en un día soleado sin una nube en el cielo, es la hora de mayor votación. Aquí se almuerza tarde y el movimiento bajo. Después, es la correría para llegar antes del cierre de las urnas, a las seis de la tarde.
Se espera un resultado pocas horas después. Primero, el presidencial. Después los diputados. Son 155. En algunas circunscripciones, también se vota para elegir 23 senadores. Y, en todo el país, se eligen 278 consejeros regionales. En la Región Metropolitana son 25 consejeros, que forman el gobierno regional.
Antes de terminar el día tendremos un mapa renovado de la política chilena.
Quizás lo más novedoso es que esta es la primera elección sin la vigencia del sistema binominal establecido por la dictadura, una ingeniería electoral que repartía entre gobierno y oposición la casi totalidad del parlamento. Eso se cambió y el sistema ahora, más proporcional, llevará a la cámara una diversidad mucho mayor de deputados.
Vamos llegando al mediodía y va creciendo la expectativa. Habrá que esperar unas horas más para ver que decidieron los chilenos sobre el futuro político del paí
