UCR ya adjudicó 50% de los recursos del crédito del Banco Mundial

Recientemente, la Contraloría General de la República emitió un informe que cuestiona la baja ejecución de los proyectos en universidades estatales, con financiamiento del Banco Mundial; al respecto, autoridades de la Universidad de Costa Rica (UCR) aclararon que este centro de educación superior ya ha adjudicado el 50% de los recursos.

El préstamo otorgado por el Banco Mundial es de $200 millones para las cuatro universidades estatales ($50 millones cada una) y está destinado al desarrollo de obras para aumentar la capacidad institucional y elevar la admisión de estudiantes con la creación de infraestructura física, dotación de equipos, becas, capacitación de docentes y ampliación de servicios estudiantiles.

Dicho informe de la Contraloría asegura que las universidades que tienen a su cargo la ejecución de los recursos han hecho cambios a su plan de mejoramiento institucional, los cuales significaron rediseños de obras de infraestructura, trámites de permisos adicionales y demoras en los procesos de adjudicación.

UNIVERSIDAD conversó con Kevin Cotter, jefe de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), ente encargado de la construcción de los proyectos financiados con estos recursos, quien explicó que en realidad el avance que tiene la UCR es positivo y que está acorde con los compromisos establecidos con el Banco Mundial.

El informe de la Contraloría afirma que hay un atraso en la ejecución de los recursos otorgados por el crédito del Banco Mundial. ¿Está atrasada la UCR con las iniciativas financiadas con estos recursos?

–En realidad, el informe de la Contraloría tiene un corte a diciembre del año pasado. En 2016 hemos mejorado mucho la ejecución. Cabe aclarar que lo que no dice la Contraloría es que en noviembre de 2012 fue cuando se firmó el préstamo pero que la ejecución entró en rigor hasta julio de 2013, cuando lo aprobó la Asamblea Legislativa; luego se aprobó la ley para que los $200 millones entraran en el presupuesto. Entonces, empezó a ser operativo en setiembre de 2013.

Además, el Banco Mundial es una institución burocrática, que tiene sus tiempos de revisión y aprobación. Cada vez que hay que hacer una modificación, nos piden alargar los tiempos, pues el proceso en general no es tan rápido como quisiéramos.

 ¿Cuál es el avance real que tienen los proyectos de la UCR financiados con estos recursos?

–De los fondos ejecutados, tenemos unos $5 millones; en proceso de licitación, es decir, ya recursos comprometidos, vamos por $24 millones, lo que significa que llevamos cerca del 50%.

La Contraloría aseguró que se han dado cambios en los proyectos y que eso ha generado los atrasos. ¿En los proyectos de la UCR se han dado dichos ajustes?

–Los cambios no son malos, son parte de un proyecto que se negoció en 2010 y se implementó hasta el 2013. Las necesidades han cambiado, hemos hecho ajustes. Por ejemplo, se trasladaron recursos de un proyecto a otro, pero se han gestionado de la manera correcta; cuando nos dimos cuenta de la necesidad de hacer los ajustes, se informó al banco y estos fueron aprobados.

¿Qué es lo que ha provocado más atrasos?

–Definitivamente, el mayor problema lo hemos tenido en la aprobación de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), donde hemos pasado por una serie de tramitología; de hecho, del grueso de los proyectos que están en construcción se han atrasado en Setena.

¿Considera que la UCR saldrá a tiempo con todos los proyectos que planteó al Banco Mundial para ejecutar los recursos?

–Estamos dentro del rango para que todo esté comprometido a diciembre de 2017 (tiempo en que se termina el periodo del crédito). Eventualmente, el Banco otorga seis meses más para lo licitado o adjudicado. El único proyecto que se nos sale de ese rango es el Ciclotrón, porque es una iniciativa muy compleja y se ha durado mucho en la revisión del contrato.

Ante este atraso, el Banco ha sido muy claro que no se puede acelerar el proceso de este proyecto, debido a su dimensión y lo delicado de su desarrollo.

El cartel del Ciclotrón lo presentamos en marzo del año pasado y lo aprobaron hasta diciembre. Nueve meses tienen un impacto en el proceso, pero el atraso no es nuestra entera culpa. Insisto, el Banco tiene sus tiempos para responder.

¿Qué sucede si se pasan de diciembre de 2017 para la adjudicación de este proyecto?, ¿se pierden los recursos?

–No, eso no es así. Al final del proceso habrá que negociar el tiempo que haga falta para este proyecto, porque sí advertimos sobre el atraso. La Asamblea Legislativa duró siete meses en aprobar los proyectos, así que es posible que se reconozca ese tiempo; además, el Banco nos ha indicado que no es el momento de negociar tiempos adicionales, que eso lo veremos en diciembre de 2017.

 ¿Qué proyectos son los que se están financiando con los recursos del Banco Mundial?

–Presentamos 13 iniciativas de desarrollo, estas incluyen el edificio de Salud Pública, el edificio de la Sede Caribe –que incorporó la carrera de Ingeniería Naval– y un simulador. También contamos con el proyecto de Esparza en la Sede Pacífico, los laboratorios en Guanacaste, Tecnologías en Salud (conformado por dos edificios), el edificio del CICA (Centro de Investigación en Contaminación Ambiental), el del Centro de Investigaciones en Neurociencias, el Centro de Investigaciones en Movimiento Humano, la Planta de Tratamiento de Aguas Especiales para Finca 2, el edificio anexo de la Escuela de Biología.

También está el proyecto del Ciclotrón, el Centro del Cáncer, el edificio del Instituto de Investigaciones en Farmacia, el edificio para Tecnologías en Salud y Tecnologías en Alimentos en la sede Guanacaste y el edificio anexo para Artes Musicales y Tecnologías de la Información.