Universitarias Movilidad Estudiantil para estudiantes con beca socieconómica

UCR ofrece programa internacional para becarios

Programa se financia con venta de servicios a universidades extranjeras

Antes de su experiencia de intercambio internacional, en el 2015, la estudiante de psicología Graciela Beita nunca se había subido a un avión y tampoco conocía Puerto Rico.

La sección de Movilidad Estudiantil de la Oficina de Asuntos Internacionales (Oaice) de la Universidad de Costa Rica (UCR) ofrece oportunidades como esta, por medio de un programa de internacionalización especial para estudiantes activos de la Universidad que posean la beca socioeconómica máxima.

El proyecto forma parte de la sección de movilidad estudiantil de la Oaice y se financia por medio de la venta del servicio de diseño de programas de estudio hechos a la medida para universidades en el exterior.

Rita Jiménez, jefa de la sección de movilidad estudiantil, informó que los ingresos generados por estos servicios no solo contribuyen al “fondo solidario”, como les gusta llamarlo, sino que financian actividades de corta duración en las unidades académicas que contribuyen a la oficina a impartir los cursos parte del programa.

En su primera edición en el 2012, la oficina solo logró becar a tres estudiantes. Sin embargo, el cuarto grupo de becados está conformado por 14 estudiantes que comenzarán su experiencia en el primer semestre del año entrante.

La estudiante de Psicología Graciela Beita fue una de las estudiantes becadas que tuvo la oportunidad de estudiar un semestre en el exterior en el 2015. Así llegó hasta la Universidad de Puerto Rico.

“Fue la primera vez que salí de intercambio. Aprendí mucho no solo de las tradiciones y costumbres de los boricuas sino que vi otra perspectiva que me parece muy interesante: la conformación de comisiones religiosas, de cuido de animales, etc., a las que la Universidad destina el horario de 11 a 12 md. todos los martes y jueves para que los estudiantes participen”, comentó Beita.

El programa está disponible para estudiantes activos de bachillerato o licenciatura de la UCR. Para participar deben estar bajo el régimen de la beca socioeconómica máxima otorgada por la Universidad (beca 5), tener un promedio superior a nueve y haber aprobado al menos dos años de carrera.

“La idea es que sean muchachos que tengan las mejores notas de sus áreas académicas y que tengan condición de vulnerabilidad económica, por eso es que les pedimos el requisito de beca 5, ese es como el espíritu del programa”, indicó Jiménez.

De ser seleccionados como parte del programa, los participantes deberán realizar una preselección de las universidades a las que les gustaría asistir con base en los acuerdos específicos que tiene la oficina.

Una vez realizada dicha reflexión, los funcionarios de la oficina les orientarán en el proceso de selección final basado en los cupos disponibles en dichas universidades, así como en el proceso de aplicación a la universidad finalmente escogida.

Los intercambios tienen una duración de un semestre, durante el cual la Universidad les financia desde la adquisición de un pasaporte de ser necesario, hasta el tiquete de avión, la visa y el seguro.

Además, se les deposita un estipendio mensual para cubrir los gastos de hospedaje, alimentación y materiales académicos, así como un monto para gastos personales.

“Todo el proceso de admisión lo hacen en conjunto con nosotros. Ellos de lo que tienen que encargarse es de entregar la documentación y buscar el hospedaje del lugar al que van”, aseguró Jiménez.

Otro de los beneficiados con el programa de internacionalización es Esteban Badilla, estudiante de Ingeniería Eléctrica.

En el 2015, asistió a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) -una de las universidades que encabeza la lista de las mejores de América Latina- después de enterarse por medio de un grupo en Facebook que se ofrecía una beca completa de estudios en el extranjero para becarios de tipo 5.

Al contrario de Graciela, Esteban sí se había subido a un avión anteriormente. Curiosamente, su destino era México para visitar a su familia, lejos del Distrito Federal, donde se encuentra la UNAM.

“La experiencia fue única e inolvidable, jamás podría contarla completa. Conocí gente de países distintos, de todas culturas. Fue simplemente increíble todo. Todo estuvo genial, los paseos que hacíamos, ¡todo!, contó Badilla.

Durante su estadía en el D.F, Badilla matriculó cinco cursos de Ingeniería Eléctrica, los cuales aprobó con un promedio de 10, lo que lo hizo pensar que quizás “en Costa Rica somos más capaces de lo que creemos y por eso académicamente no me fue para nada difícil”.

Experiencias como las de Esteban y Graciela son apenas una pincelada de lo vivido en el exterior por los 19 estudiantes que han participado del programa hasta el día de hoy.

Para la jefa de Movilidad Estudiantil, Rita Jiménez, el programa le abre las puertas de un mundo que no conocían a todos los estudiantes que forman parte de los grupos de intercambio.

“Hay muchos de ellos que ni siquiera tenían pasaporte, que no soñaban con poner un pie en el exterior y esto les da el primer impulso para una vida de oportunidades”, comentó Jiménez.

Basado en su experiencia, Beita consideró que los cursos que llevó durante su estadía en Puerto Rico, que no eran los que planeaba matricular en un principio, fueron realmente enriquecedores.

Además, agregó que las personas que la recibieron fueron muy receptivas y “trataban siempre de orientar a las personas de intercambio e invitarlas a conocer lugares de Puerto Rico, ya que no había servicio de buses y se dificultaba el desplazamiento”.

“Pierden como ese miedo de salir de la Universidad y, muy importante, se demuestran a sí mismos que tienen toda la capacidad para ir y tener un excelente desempeño académico en cualquier lugar del mundo, porque así como se van de aquí con notas excelentes, regresan con notas sobresalientes”, finalizó Jiménez.

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