“Gestión Integral del Recurso Hídrico” es el nombre de la nueva carrera que impartirá la Universidad de Costa Rica (UCR) de manera exclusiva a partir de marzo del presente año en el Recinto de Grecia.
La nueva oferta educativa surgió por una preocupación ante las limitaciones que existen actualmente en torno al suministro de agua, el manejo integral de recursos hídricos a nivel nacional y la búsqueda de soluciones a los conflictos entre comunidades por la disponibilidad de dicho recurso.
“La carrera nace realmente como una necesidad país. Hay diferentes carreras en otras universidades pero que van dirigidas más que nada al aspecto ingenieril, pero estuvimos viendo que un factor que está influyendo mucho en el país, es la disponibilidad y la relación agua-sociedad”, comentó Edwin Barrantes, encargado de la carrera.
Barrantes además aseguró que aunque el agua es un derecho universal, no está en iguales condiciones de disponibilidad en todos los lugares, diferencia que termina ocasionando conflictos entre comunidades, como los recientes casos entre Palmares y San Ramón y Atenas-Grecia.
Por esto, la Universidad de Costa Rica consideró que era oportuno idear una malla curricular que enseñara no solo a manejar el recurso hídrico de una forma más integral, sino que incorporara el factor social para lograr que las comunidades se involucren con el recurso.
“Entonces de ahí más o menos es donde nace la creación de esta carrera, como una respuesta a estos conflictos que se vienen presentando, que es parte de la filosofía de la Universidad de Costa Rica: dar respuesta a las necesidades que se van presentando en el país”, aseveró el encargado.
Del total de la malla curricular ideada para la nueva carrera, al menos un 60% va dirigida a las ciencias naturales, es decir, la parte biológica, física y química del agua, así como las zonas de recarga y el manejo integral financiero del recurso.
El sentido social es otro de los componentes importantes del plan de estudios, con cursos enfocados en el conocimiento de comunidades, cultura, solución de conflictos y cómo trabajar en conjunto con las comunidades. Por último, los estudios generales que caracterizan a la UCR terminan de conformar la malla que se estrenará el próximo semestre.
De esta manera, los profesionales en Gestión Integral del Recurso Hídrico no solo podrán entender la realidad química, biológica, geológica e hidrológica de un sistema de agua potable o de saneamiento, sino que además podrán gestionar las funciones operativas y administrativas para mejorar la calidad de los servicios brindados.
Según Barrantes, estos conocimientos preparará a los futuros profesionales para laborar en primera instancia en los Sistemas Comunales (Asadas) del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados (AyA), puesto que muchas veces “los administradores de estos acueductos tienen algún otro tipo de carrera no tan afín al área”.
Para el encargado, las Asadas representan el primer espacio por el cual se comenzaría a generar un nicho de mercado que podría contratar a los futuros graduados de esta carrera, y así equipar estos acueductos con un cuerpo profesional que conozca a profundidad sobre el tema.
Sin embargo, los planes que tiene la UCR para los estudiantes que ingresarán en marzo van más allá. Fuera del trabajo en las Asadas, se buscará integrar a los futuros profesionales en la gestión de acueductos que manejan algunas de las municipalidades a lo largo del territorio nacional.
Por otro lado, un profesional graduado en Gestión Integral del Recurso Hídrico podría dedicar sus años laborales a asesorar empresas privadas cuyo consumo de recursos hídricos sea elevado y así puedan maximizar el uso del recurso a la vez que se minimiza el desperdicio, tomando en cuenta que la escasez de agua va en aumento y su suministro es cada vez más difícil.
Por último, el departamento de aguas del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y organizaciones no gubernamentales que se encargan del manejo integral de cuencas podrían ser otras opciones laborales para aquellos que decidan cursar esta carrera.
La carrera por ahora solo alcanza el nivel de bachillerato, el cual tendrá una duración de cuatro años, pero conforme se desarrolle el mercado y se mida el trabajo realizado por los profesionales se considerará la posibilidad de abrir el nivel de licenciatura.
De acuerdo con Barrantes, la apertura de esta nueva carrera tendrá un impacto positivo no solo a nivel de capacitación nacional, sino a nivel de comunidades.
“En Grecia ya tuvimos problemas serios con el asunto del agua, y creo que el desarrollo de la carrera en este recinto sería más bien como un escenario muy bonito, un laboratorio muy interesante donde realmente los muchachos puedan poner en práctica el conocimiento. Sería como hacer un ensayo en la realidad de lo que se requiere a nivel país”, finalizó el encargado.
Por último, el futuro líder de la carrera enfatizó la importancia de la formación de profesionales en este campo para lograr un manejo integral y equitativo del recurso hídrico a nivel nacional, puesto que aseguró que aunque se cuenta con una disponibilidad per cápita de agua muy alta, no se está distribuyendo de manera uniforme.
La primera generación, compuesta por aproximadamente 35 estudiantes, que se aventurará en este nuevo plan de estudios iniciará lecciones en el primer semestre del presente año, y se habilitarán espacios en la charla de inducción del próximo 15 de febrero a las 9 a.m para aquellas personas interesadas en cursar la carrera en los próximos años.
