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¿Qué pasaría si estuviera a minutos de morir?

El documental Minutos para morir aborda la problemática de las mordeduras de serpiente en el mundo y retrata la labor del Instituto_Clodomiro_Picado_de_la_UCR_en_la_producción de antivenenos.

La familia Kiplagat se encontraba durmiendo tranquilamente en su hogar en Emsos, Kenya, cuando la madre Eunice escuchó a su hija llorar a gritos. Eunice sostuvo y consoló a su hija; pero segundos más tarde, más gritos resonaron en la misma habitación. Ambos padres corrieron a consolar a Jepchirchir, quien intentaba decir que tenía un dolor en la mano. Inmediatamente, Jackson, el padre, sintió miedo. Después de agarrar una linterna, miró cuidadosamente debajo de la cama para descubrir la culpable: una cobra enrollada en una esquina. Mientras Jackson corría donde un vecino para organizar el transporte en motocicleta a un hospital, la primera niña, que todavía estaba en brazos de su madre, dejó de gritar. Su cuerpo quedó inerte.

Jepchirchir fue llevada en moto a un hospital a 60 kilómetros de distancia; ahí no había antiveneno disponible. El pánico continuó mientras viajaban a un segundo hospital y finalmente a un tercero, a unas cuatro horas de distancia. El veneno había comenzado a matar el tejido y destruir órganos. Hasta varios meses después, la pequeña Jepchirchir estaba de vuelta en casa. Una mano deformada, ceguera e incapacidad para caminar y hablar se convirtió en su nueva forma de vida. Lidiar con una niña con un tratamiento prolongado, mientras que otra estaba en el depósito de cadáveres, es un dolor que Jackson dice no se puede describir.

La historia de la familia Kipaglat es una de las varias que aparecen en el recientemente estrenado documental Minutos para morir, el cual refleja la realidad de miles de habitantes en zonas de África, India y América Central, quienes lidian constantemente con las mordeduras de serpiente y los devastadores efectos que el veneno de estas deja a su paso.

Mundialmente, alrededor de 125.000 personas mueren al año a causa del veneno de una mordedura de serpiente y 400.000 sufren de desfiguraciones, disabilidades y amputaciones, que muchas veces las deja incapacitadas para trabajar. En zonas como Kenya o India las familias deben venderlo todo para poder pagar los costos médicos del hospital y los antivenenos usados para tratar de salvar la vida de uno de sus miembros.

La magnitud del problema suele pasar desapercibida en la mayoría de países desarrollados, donde los casos de mordedura de serpiente son escasos, por lo que instituciones como el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (UCR) y otras especializadas en la producción de antivenenos, han tenido que trabajar con poco apoyo de la comunidad mundial por décadas.

Es por eso que, aparte de presentar la problemática en los lugares más afectados del mundo, el documental intenta retratar también la labor de varias organizaciones e instituciones (como el Clodomiro Picado) que luchan por darle una solución al problema.

“Filmamos en Costa Rica, en el Instituto Clodomiro Picado, en marzo de 2016 y demostramos que hay una Universidad pública que está fabricando antivenenos de bajo costo para África y lo han estado haciendo durante bastante tiempo”, comentó James Reid, director del documental, en una entrevista exclusiva con UNIVERSIDAD.

“Costa Rica fue una especie de salvador de los problemas de África subsahariana, porque las compañías farmacéuticas privadas estaban vendiendo (el antiveneno) a precios increíbles, de $140 a $150 dólares por frasco, cuando se necesitan cuatro o cinco frascos en África quizás, más el costo de las enfermeras, del hospital, otras medicinas y etc. Eso es terrible para alguien que gana $1 por día. Sin embargo, tenemos esta Universidad en Costa Rica que vende antiveneno a Nigeria, Burkina Faso o Mali, por $25 dólares el frasco; entonces queremos mostrar a Costa Rica como una posible solución que otros en el mundo podrían seguir”, expresó Reid.

Hasta el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó las mordeduras de serpiente a su lista de “Enfermedades Tropicales Desatendidas”, que son principalmente enfermedades que proliferan en entornos empobrecidos de climas tropicales que causan discapacidad grave y deficiencias de por vida, cuando no la muerte.

Que esta problemática de las mordeduras de serpiente sea incluida en esta lista representa un gran avance para su visualización global; además le da la oportunidad de recibir niveles de financiamiento similares a los de otras enfermedades como dengue o Chagas, por ejemplo.

“Estar en la lista es importante porque puede ayudar a recibir financimiento de donantes de todo el mundo y atención para que la OMS pueda trabajar para promover el problema, crear un mapa de cobertura, asegurarse de que el problema llame la atención”, explicó el director del documental.

Aliados

El documental Minutos para morir abarca, además de los casos de víctimas y la problemática, las soluciones que existen para tratarlo. Para esto, los creadores visitaron diferentes lugares del mundo en donde se está haciendo algo para ayudar, entre estos Costa Rica.

En nuestro país tenemos al Instituto Clodomiro Picado (ICP), adscrito a la Facultad de Microbiología de la UCR y fundado en 1970. Este Instituto se dedica a la producción de antivenenos, la investigación científico-tecnológica en el tema y la acción social dirigida a informar a los habitantes acerca de envenenamientos.

El ICP trabaja en colaboración con más de 115 entidades en 31 países distintos, entre los que se encuentran Estados Unidos, Alemania, Japón, Australia y Papua New Guinea.

En representación del Instituto, el investigador José María Gutiérrez fue el contacto costarricense para el documental. Gutiérrez trabaja desde 1977 en el ICP y ha investigado la bioquímica de los venenos de serpiente, el mecanismo de acción de los venenos de serpientes y las toxinas, en particular los que causan daño agudo al tejido. También ha estudiado la eficacia preclínica de antivenenos de diferentes fuentes, especialmente de América Latina.

“Sueño con un mundo más equitativo en el que los avances de la ciencia y la tecnología beneficien a todos los seres humanos para alcanzar plenamente la riqueza de las capacidades humanas. Espero que, como consecuencia de una acción global concertada, ninguna persona que sufra una mordedura de serpiente muera o se quede con consecuencias físicas o psicológicas permanentes”, expresó el investigador en el documental.

Para James Reid, director del documental, visibilizar la labor de este y los otros institutos que aparecen en el filme es importante no solo para que se reconozca el trabajo que hacen, sino para que puedan acceder a más financiamiento por parte de organismos internacionales. Eso con el fin de que les den la oportunidad de seguir creciendo en su trabajo y poder así ayudar a muchas más personas alrededor del mundo a que tengan una oportunidad de vida.

El documental

Minutos para morir inició su filmación en septiembre del 2015, con un grupo de científicos en la materia de todas partes del mundo que se reunieron en Inglaterra para discutir la problemática. Luego, a inicios del 2016, el equipo de filmación inició su travesía a Kenya e India, para buscar las historias de las víctimas, las personas más afectadas por el problema.

En ese mismo año visitaron también los centros de investigación que se encuentran haciendo algo al respecto, como produciendo antivenenos, tal como el Instituto Clodomiro Picado.

El documental se estrenó finalmente en marzo de este año y se está viendo en todas partes del mundo, sobretodo en instituciones académica y organizaciones sociales. El mismo no está disponible en línea, pero se puede solicitar por medio de su página web para verse en una compañía, organización, conferencia o demás; para ello solo de debe llenar un formulario.

Para más información, puede dirigirse a la página web oficial del documental www.minutestodie.com, donde podrá encontrar no solo información sobre el filme, sino también historias de víctimas, comentarios de los científicos expertos en el tema y cómo tomar acción en el problema.

 

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