Desde la semana anterior, la Universidad de Costa Rica (UCR) cuenta con ocho nuevas motocicletas con las que se pretende agilizar la seguridad y el transporte dentro del campus universitario, según informó Gustavo Pérez, jefe de la Sección de Seguridad y Tránsito de este casa de estudios.
“La compra de las motocicletas obedece a la necesidad de minimizar los tiempos de respuesta para la atención de las actividades de seguridad que se debe brindar a los interno de la UCR, ello incluye el desplazamiento interfincas”, comentó Pérez.
En el caso de la Unidad de Tránsito, se asignarían dos nuevas motocicletas, con el objetivo de atender colisiones, reservas de parqueos y la atención de eventos institucionales que requieren, al igual que en el área de seguridad, una respuesta inmediata.
Pérez añadió que, “debido al crecimiento de la población universitaria y la saturación vehicular que impera en el área de San Pedro y Sabanilla, se debe contar con equipos motorizados que permitan realizar los recorridos de seguridad, atención de eventos y apoyo a los compañeros de seguridad, con el menor tiempo posible”.
La Universidad había realizado la inversión para la compra de 18 unidades motorizadas, de las cuales dos habían ingresado hace unos meses y ocho ingresaron el día miércoles. Otras ocho llegarán para reemplazar las unidades que ya han cumplido su vida útil.
Con respecto al equipo de seguridad y transporte de las sedes regionales, Pérez comentó que las solicitudes de transporte son independientes en cada recinto, no obstante, se procura asignar vehículos usados en óptimas condiciones.
El presupuesto invertido por la Universidad en la compra de cada unidad fue de ¢2,5 millones, para un total de ¢20 millones en esta compra.
El área de seguridad del campus universitario cuenta en la actualidad con dos supervisores de seguridad que atienden simultáneamente el campus. Anteriormente, se contaba solo con uno para todo el campus universitario, pero el incremento de estudiantes en finca dos (Ciudad de la Investigación) requirió añadir a un supervisor más.
Pérez comentó que la Rectoría ha apoyado en el nombramiento de 15 oficiales más, designados a las Instalaciones Deportivas y la Ciudad de la Investigación.
“Lo que hemos hecho es reforzar la seguridad, tenemos 15 personas más y las pusimos a trabajar. Estas 15 personas no tienen un horario rotativo, sino que trabajan de lunes a viernes, lo que nos ha permitido incrementar la seguridad en diferentes lugares, propiamente de la finca dos y tres”.
De igual manera, se cuenta con un puesto de control para monitorear la Universidad mediante cámaras de seguridad y domos, entre otros. Esto permite que ante cualquier anomalía, se pueda seguir el rastro y, posteriormente, brindar la información adecuada a los oficiales de seguridad.
En caso de una emergencia, los oficiales de seguridad se comunican con por frecuencia radial para decidir cómo proceder, pues cada elección dependerá de la naturaleza de la emergencia.
Con respecto a los índices de robos dentro de la Universidad, Pérez explicó que se presentan cada semana. “Tenemos mucha negligencia por parte de los usuarios, porque la gente sigue dejando objetos de valor dentro de los vehículos, los vehículos con las ventanas abiertas o los usuarios no actualizan sus datos cuando cambian de vehículos, esto provoca entonces que al momento de una emergencia no se pueda contactar a las personas perjudicadas”.
